Cuando uno le cuenta esto a la gente, muchos preguntan -para nuestra relativa sorpresa-¿por qué?. Esperan tal vez un motivo técnico, una violación del copyright o algo asi, deseando tal vez saber de algo que no sea la más cruda y brutal quema digital de contenidos al estilo de Hitler y Pinochet. Algo que permita tener confianza en herramientas que usamos todos los días y que pertenecen a quienes levantan las banderas del pluralismo y la libertad de expresión.