Además, según el 25° Informe Latinobarómetro 1995-2020, en una escala de 1 a 10, donde uno es completamente inaceptable y 10 es completamente aceptable, los chilenos califican la desigualdad con 2,32 puntos.
El alto porcentaje de abstención en las últimas primarias municipales tendría un problema de fondo: el descrédito de la clase política y una ciudadanía desencantada de la democracia de la Transición, que no ve en el voto una posibilidad certera de cambiar el orden de las cosas.
Dos Latinoaméricas coexiste en la región: quienes viven y disfrutan de la prosperidad económica y aquellos que protestan mirando el bienestar del que ellos no son parte. En lo político, el continente vive creyendo menos en sus autoridades y presidentes.