El plan contemplará aumentar la intensidad y eficacia de los procesos de fiscalización que realiza la Compin, aumentar las sanciones y mejorar las facultades con las cuales se persigue el primer objetivo.
La circular distribuida por la Subsecretaria de Salud Pública indicaba que los contactos estrechos a un contagiado por COVID-19 podían optar a seguir trabajando sin la necesidad de requerir licencia médica.
Solo en caso de que los profesionales médicos no cuenten con los medios tecnológicos apropiados o bien, no exista internet en la zona, podrán adquirir talonarios de licencias a la Compin.
En conversación con nuestro medio, Patricio Fernández precisó que, pese a que hay un amplio apoyo a la iniciativa, las diferencias apuntan “a si es bueno hacerlo en este momento que vive el país”. Además, la autoridad se refirió a la instrucción para que las isapres aprueben todas las licencias por coronavirus que hayan rechazado.
Luego del colapso que ha enfrentado el servicio, el Gobierno anunció un paquete de medidas para mejorar la atención y la tramitación de las licencias médicas.
A nivel global las patologías mentales son la primera causa de discapacidad tanto transitoria como permanente. Y Chile es un buen ejemplo de esta tendencia: entre 2004 y 2015, estas enfermedades alcanzaron el primer lugar del total de licencias indicadas, llegando al 27 por ciento del gasto total del país destinado a reposo médico. Sobre el aumento de licencias médicas asociadas a salud mental, su efectividad y los efectos negativos que tendría en los pacientes, habla en la siguiente entrevista el académico de la Facultad de Medicina, Juan Almonte.
La Superintendencia de Seguridad Social junto con Fonasa, dieron a conocer cifras oficiales sobre la emisión de Licencias Médicas del sistema público y privado de salud este 2016.
La disposición considera como salud incompatible con el cargo el haber hecho uso de una licencia médica continua o discontinua por seis meses en un plazo de dos años, perjudicando a cerca de tres mil funcionarios.