Esta semana Presidenta entregó en la Corte de Apelaciones de Santiago un documento que da cuenta de sus actos, en el marco de la tramitación del recurso de protección interpuesto por dos reos condenados por delitos de lesa humanidad. La respuesta de la Presidenta fue certera: no hay, ni habrá indulto y los reos del penal no sufren vulneración de derechos.
Dos murieron en la cárcel, dos siguen esperando algún gesto que les permita vivir sus últimos días en la comodidad de sus casas. Cuando tuvieron el poder no conocían la palabra clemencia ni un sentido de humanidad.
Durante horas de esta tarde, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió a trámite el recurso interpuesto por familiares de cuatro internos de Punta Peuco, quiénes acusan a la Presidenta por “omisión grave” ante solicitud de indultos.
Agrupaciones de víctimas de la dictadura y abogados de DDHH también cuestionaron visita de Jacqueline van Rysselbergue al penal Punta Peuco.
El presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmetch, manifestó ser partidario de que “se apliquen algunas reglas de decencia y caballerosidad para la gente que está en estado terminal” a raíz del caso de reo de Punta Peuco fallecido este martes. Desde agrupaciones y abogados de DD.HH criticaron los dichos del presidente del máximo tribunal.
La víctima de uno de los casos más recordados de la dictadura cívico-militar reflexiona sobre su vida, el perdón y los beneficios carcelarios: “El perdón es un acto individual, de cada persona que vivió el daño. A mí no me lo pidan, mientras no se cumplan requisitos mínimos como sociedad. Y pueda descansar pensando que el Chile que le entreguemos a las futuras generaciones ¡nunca más vivirá el horror de una dictadura!”
Para la ex militante del MIR el “perdón” de Punta Peuco no es más que una máscara con la que se pretende tapar la irrupción de nuevas fuerzas sociales, por eso condena el actuar de la clase dirigente que no manifiesta voluntad política para cumplir el programa de DDHH: “No entiendo qué impedimento hace que la Presidenta no pueda realizarlo, no lo entiendo”.
“Una sensación de injusticia muy grande” declaró tener Camilo Parada, hijo de José Manuel, una de las víctimas del Caso Degollados de 1985, luego que la Corte Suprema confirmara la libertad condicional a Claudio Salazar Fuentes, uno de los asesinos. Además, se manifestó desilusionado del Gobierno, por lo que espera que “nuevas fuerzas se compongan para que podamos cambiar Chile”.
El presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, en representación de la colectividad, expresó que los delitos cometidos en dictadura están totalmente comprobados y que han marcado la historia, por lo que no tendrán matices en esta materia.
El beneficio carcelario solicitado por la defensa del condenado por el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez no cumpliría con los requisitos para obtener la salida dominical, entre ellos, mostrar arrepentimiento del crimen.
Cuando los historiadores del futuro escriban sobre nuestra época, Michelle Bachelet –una víctima de la dictadura que, sin embargo, trataba de “tío” al general de la Fach Fernando Matthei, quien traicionó a su padre y compañero de armas Alberto Bachelet- no entrará a los libros de historia como una líder que contribuyera de manera decisiva al “Nunca Más”.
El indulto o la permuta de cárcel para cumplir las penas en sus domicilios a cambio de que pidan perdón y manifiesten arrepentimiento, no es una idea nueva de la derecha de este país, fiel protectora del legado pinochetista. Una derecha que en la voz de la nueva presidenta de la UDI acusa a la […]