Los Tratados de Libre Comercio han proliferado de manera vertiginosa en los últimos años. Según los discursos oficiales éstos ayudan a impulsar las economías de los distintos países, sin embargo la experiencia ha demostrado que su más fuerte impacto es la pérdida de soberanía de los Estados, la cual es inversamente proporcional al poder acumulado por las transnacionales. Al respecto, la justicia europea dio una certera estocada, al determinar que algunas cláusulas de los tribunales de arbitraje impuestos por los TLC violan la legislación.