Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 20 de abril de 2024


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Conversando en Positivo con Roberto Bravo

Un Maestro entregado al servicio

Uno de los talentos musicales chilenos más importantes de América Latina estuvo en Radio Universidad de Chile conversando acerca de su relación con la música y el público, su espiritualidad, la belleza y otros interesantes temas.

Edgardo Vogel

  Viernes 11 de septiembre 2009 15:23 hrs. 
Radio-Uchile

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Este 9 de septiembre estuvimos en Conversando en Positivo con Roberto Bravo, invitado reconocido en la escena internacional como uno de los talentos musicales más importantes de América Latina realizando una exitosa carrera, destacando en los escenarios más importantes de América y Europa. Inició su formación musical en el Conservatorio Nacional de Chile, prosiguiendo sus estudios en Estados Unidos bajo la instrucción del connotado maestro chileno Claudio Arrau. Siguió su perfeccionamiento musical en Conservatorios de Polonia, Moscú y Londres. Roberto Bravo en su trayectoria musical sobrepasa los límites del perfil de un pianista clásico. Él vibra con todos los aspectos de la música popular, literaria y poética, en el marco de una sociedad mejor, más justa y liberadora del ser humano. Por ello, interpreta y lleva su música, tanto al público que sigue la música clásica como a aquellos que no pueden acceder directamente a ella: los mineros, los campesinos; los ‘pobladores’ de los barrios pobres y marginales; los mapuches; a las personas en misión en el territorio Antártico, en el Polo Sur y a los habitantes de Isla de Pascua (Rapa Nui) situada en el medio del Océano Pacífico. Ha recibido numerosos galardones en certámenes internacionales y premios en Chile y en otros países. Numerosas personalidades nacionales se unieron a él para crear la Fundación Roberto Bravo, con el propósito de ayudar a través de becas, cursos y seminarios, a los jóvenes talentos musicales de Chile sin recursos financieros
 
En esta conversación descubrimos el perfil humano de este gran músico nacional. En su relato fuimos conociendo de su interés místico y espiritual, lo valores que lo definen, su historia familiar, el sentido y rol social de su aporte al mundo, del trabajo y dedicación, de la música y del silencio, de la belleza y la importancia de la concentración para estar alineado.

De su mística y espiritualidad Roberto compartió la convicción profunda de reconocerse en otras vidas y lugares que le son conocidos y familiares, esta inquietud espiritual lo ha acompañado desde su niñez lo que sumado al apoyo familiar le permitió encauzar su talento hasta alcanzar la notable maestría que logra en sus interpretaciones. Maestría que está asociada a un camino de trabajo, práctica y de fe en sí mismo.

De su interés por entregar un aporte a lo social,  nos contó que se vincula con los valores y con el camino del amor a la convicción de que el reino de Dios está dentro de uno mismo, haciendo el aporte en medio del mundo, no alejado de él. Es un camino de aprendizaje, en donde el trabajo en el ego ha consistido en ir pasando por diferentes etapas a través de los años.

Acerca de la diversidad del público al que lleva su música, señaló que ha interpretado conciertos en diferentes lugares geográficos, porque le han permitido tener experiencias energéticas potentes y propias, muy diferentes dependiendo del lugar y del tipo de público que lo escucha.

Sobre su experiencia familiar, en donde los afectos jugaron un rol importante, es el mismo rol primordial que le asigna a la educación actual de los hijos. Pues si en la base existen unión y cariño esto permitirá generar la estabilidad emocional necesaria para el desarrollo de de los hijos.

Para Roberto los artistas sirven para unir voluntades, para buscar los puntos de encuentro entre los seres humanos, pues a través de la música podemos encauzar nuestros pensamientos amorosos a los demás. Escuchar música barroca de Bach o música de Mozart en la mañana permite elevar el espíritu y darle un impulso positivo. Música de Debbusy en las tardes  o deleitarse con el Chopin nostálgico o bien con la esperanza y luminosidad de las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Pues cuando Roberto Bravo toca música: “busco canalizar esa energía amorosa que se introduce a través del sonido. Eso se traduce en una transferencia energética hacia la gente que me escucha, que se hace una con esa energía".

El siente que el Don que la vida le entregó lo compromete al dar y al servicio. “Mi servicio a otros seres humanos es a través de la música y no es para ganar fama y gloria”, dice con sencillez.

Esa energía que percibió junto a sus alumnos en su clase de este día, que le permitió experimentar el estar alineado y ser uno con todos.

Su mensaje para la comunidad de positivos fue: “Comunicarnos a través de la belleza, tomar conciencia de las cosas hermosas y agradecerlas”.

Escucha la entrevista completa acá

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