Una vez más, el presidente del Banco Central, José De Gregorio, trató de salir al paso de las críticas sobre el último Informe de Política Monetaria (IPOM) del organismo, que sitúa entre 4,4 y 5,5 por ciento el crecimiento del país para el próximo año.

En el Congreso de Innovación y Crecimiento (Icare), De Gregorio defendió las estimaciones del IPOM, indicando que los cálculos no son demasiados optimistas como se comentó en círculos empresariales. Enfatizó además que el documento no crea falsas expectativas, sino que vuelve a los pronósticos de un año normal.

“Quiero insistir que esta es una situación de normalización de una economía que tuvo una desaceleración, como muchas de las economías y la mayoría de las economías del mundo, hacia fines y principios de este año. De manera que proyectar estos rangos de crecimiento, no significa que una economía está en un boom, está en un auge excepcional, todavía estamos acercándonos a lo que deberían ser nuestro niveles de actividad normalizados”.

Haciendo alusión a las palabras del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, quien dijo que la recesión en su país ya habría terminado, De Gregorio aseguró que la crisis ya estaría finalizando.

El martes las críticas vinieron desde el Senado y ayer los cuestionamientos a las proyecciones del Central fueron comentario ineludible de los analistas. El economista de Aserta, Hernán Frigolet, aseguró que las cifras del último IPOM carecen de explicación y fundamento real.

“No se explican fuertemente los fundamentos que impulsarían la recuperación, salvo unas proyección de un aumento del consumo de los hogares relativamente fuerte y alguna aceleración de la inversión, pero mas que eso son hipótesis especulativas, pero no hay un fundamento claro que llevaría a que la economía recupere con tanta fuerza la caída que tenemos este año”.

La presentación de esta especie de oráculo de la economía, como es el IPOM, estuvo marcada, igualmente, igualmente, por los cuestionamientos a las millonarias utilidades del sector y la demora en el traspaso de la tasa de interés.Sin embargo, el presidente de la Asociación de Bancos, Hernán Somerville, desvirtuó las críticas, realizadas por los parlamentarios ,y destacó la solidez del sistema bancario local.

“En estos temas hay mucho desconocimiento y, obviamente, siempre es muy fácil buscar en Chile culpables para situaciones en que los culpables no tienen ninguna responsabilidad, los bancos chilenos no han tenido ninguna responsabilidad por la crisis, en cambio, los bancos de afuera sí tienen responsabilidad por la crisis mundial. Lo que yo siempre he señalado es que gracias al muy buen manejo de la banca chilena, la prudencia con la se ha manejado en los últimos años, le ha dado a Chile en esta oportunidad,  un activo y no un pasivo como lo tuvo el año ’83”

Una opinión distinta tiene el presidente del gremio de los pequeños y medianos exportadores, Eduardo Moyano, quien señaló que, efectivamente, el costo del financiamiento a las pymes se ha visto restringido.

“Lo que sí yo constato aquí, no apelo a la justicia, no es un tema de justicia, los bancos no son instituciones de beneficencia, pero sí constato con fuerza, y creo que debemos verlo así, es que a las pymes el crédito le es más caro, más difícil y hay menos plazo”.

Pese al escenario optimista que se prevé para el 2010, la autoridad monetaria dice que habrá un menor crecimiento del proyectado hace cuatro  meses para este año, con un rango negativo de entre -2,0 por ciento y -1,5 por ciento, lo que corrige la proyección anterior y más amplia de entre -0,75 y 0,25 por ciento.