Las críticas y descalificaciones que han surgido frente a una reforma tributaria siguen dividiendo las aguas entre los equipos programáticos de los aspirantes a La Moneda.
El nuevo debate que enfrentó a los asesores económicos de los candidatos presidenciales para discutir las fórmulas del desarrollo estuvo marcado por la reforma tributaria solidaria que plantea en su campaña Marco Enríquez-Ominamí.
El abanderado independiente es partidario de realizar un cambio a la estructura impositiva, bajando los impuestos a las personas y subiéndolos a las grandes empresas.
Según su comando, esto permitiría recaudar mil 900 millones de dólares adicionales, los que irán destinados a salud, educación y obras públicas.
El asesor de MEO, Luís Eduardo Escobar cuestionó los planteamientos del abanderado de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera.
“Veo una inconsistencia en el planteamiento de ellos, porque dicen que creceremos al 6 por ciento anual, y que eso generará un montón de holgura fiscal. Pero por otro lado, escuchamos a Felipe (Morandé) decir que Chile tendría un déficit fiscal por los próximos años. Entonces, se dice que habrá un déficit y por otro lado una holgura fiscal, cómo se compatibilizan esas cosas y cómo piensan financiar lo que quieren hacer”, señaló.
La respuesta del aludido no se hizo esperar. El asesor programático de Sebastián Piñera, el economista Felipe Morandé, aseguró que pese a ser una idea interesante la reforma tributaria no es una prioridad hoy para los electores.
“(…) Tiene un impacto bastante menor en términos de lo que es la asignación de recursos en el país. Además, la gente no estás interesada en que se le bajen los impuestos al las personas que hoy pagan un 40 por ciento de impuesto a la renta, sino que le solucionen los problemas de empleo, delincuencia”, afirmó.
Una opinión más crítica respecto de la idea de impulsar una reforma tributaria en el corto plazo tuvo el asesor de la candidatura de Eduardo Freí, José Miguel Benavente, quien afirmó que una discusión de este tipo debería estar alejada de la contingencia electoral.
“El calor de una crisis económica y de una campaña presidencial es una demencia empezar a discutir ofertones de rebajas o subidas tributarias, eso es lo más irresponsable que uno puede hacer. La evidencia muestra que Chile, para el nivel de ingreso que tiene, estamos con una carga tributaria razonable, pero si queremos seguir creciendo, y esa es la orientación obviamente, la carga tributaria debe ir aumentando en forma proporcional”, planteó.
Pese a que no fue convocado a este último debate, el asesor económico del presidenciable Jorge Arrate, Roberto Pizarro, enfatizó que son partidarios de una reforma tributaria basada en la nacionalización del cobre y en la desconcentración productiva.
“Una política de descentralización, de apoyo a los pequeños empresarios, que tenga mayor confianza en los trabajadores, de incentivo, va a obligar sin duda a una necesidad de mayores recursos. Y por eso nosotros creemos en una reforma tributaria, recursos que nos debe dar el cobre”, manifestó.
Pizarro también planteó la necesidad de un mayor y mejor Estado, que regule la concentración económica y la inequitativa distribución del ingreso socioeconómico.
Las críticas y descalificaciones que han surgido frente a una reforma tributaria siguen dividiendo las aguas entre los equipos programáticos de los aspirantes a La Moneda.
El nuevo debate que enfrentó a los asesores económicos de los candidatos presidenciales para discutir las fórmulas del desarrollo estuvo marcado por la reforma tributaria solidaria que plantea en su campaña Marco Enríquez-Ominamí.
El abanderado independiente es partidario de realizar un cambio a la estructura impositiva, bajando los impuestos a las personas y subiéndolos a las grandes empresas.
Según su comando, esto permitiría recaudar mil 900 millones de dólares adicionales, los que irán destinados a salud, educación y obras públicas.
El asesor de MEO, Luís Eduardo Escobar cuestionó los planteamientos del abanderado de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera.
“Veo una inconsistencia en el planteamiento de ellos, porque dicen que creceremos al 6 por ciento anual, y que eso generará un montón de holgura fiscal. Pero por otro lado, escuchamos a Felipe (Morandé) decir que Chile tendría un déficit fiscal por los próximos años. Entonces, se dice que habrá un déficit y por otro lado una holgura fiscal, cómo se compatibilizan esas cosas y cómo piensan financiar lo que quieren hacer”, señaló.
La respuesta del aludido no se hizo esperar. El asesor programático de Sebastián Piñera, el economista Felipe Morandé, aseguró que pese a ser una idea interesante la reforma tributaria no es una prioridad hoy para los electores.
“(…) Tiene un impacto bastante menor en términos de lo que es la asignación de recursos en el país. Además, la gente no estás interesada en que se le bajen los impuestos al las personas que hoy pagan un 40 por ciento de impuesto a la renta, sino que le solucionen los problemas de empleo, delincuencia”, afirmó.
Una opinión más crítica respecto de la idea de impulsar una reforma tributaria en el corto plazo tuvo el asesor de la candidatura de Eduardo Freí, José Miguel Benavente, quien afirmó que una discusión de este tipo debería estar alejada de la contingencia electoral.
“El calor de una crisis económica y de una campaña presidencial es una demencia empezar a discutir ofertones de rebajas o subidas tributarias, eso es lo más irresponsable que uno puede hacer. La evidencia muestra que Chile, para el nivel de ingreso que tiene, estamos con una carga tributaria razonable, pero si queremos seguir creciendo, y esa es la orientación obviamente, la carga tributaria debe ir aumentando en forma proporcional”, planteó.
Pese a que no fue convocado a este último debate, el asesor económico del presidenciable Jorge Arrate, Roberto Pizarro, enfatizó que son partidarios de una reforma tributaria basada en la nacionalización del cobre y en la desconcentración productiva.
“Una política de descentralización, de apoyo a los pequeños empresarios, que tenga mayor confianza en los trabajadores, de incentivo, va a obligar sin duda a una necesidad de mayores recursos. Y por eso nosotros creemos en una reforma tributaria, recursos que nos debe dar el cobre”, manifestó.
Pizarro también planteó la necesidad de un mayor y mejor Estado, que regule la concentración económica y la inequitativa distribución del ingreso socioeconómico.
Las críticas y descalificaciones que han surgido frente a una reforma tributaria siguen dividiendo las aguas entre los equipos programáticos de los aspirantes a La Moneda.
El nuevo debate que enfrentó a los asesores económicos de los candidatos presidenciales para discutir las fórmulas del desarrollo estuvo marcado por la reforma tributaria solidaria que plantea en su campaña Marco Enríquez-Ominamí.
El abanderado independiente es partidario de realizar un cambio a la estructura impositiva, bajando los impuestos a las personas y subiéndolos a las grandes empresas.
Según su comando, esto permitiría recaudar mil 900 millones de dólares adicionales, los que irán destinados a salud, educación y obras públicas.
El asesor de MEO, Luís Eduardo Escobar cuestionó los planteamientos del abanderado de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera.
“Veo una inconsistencia en el planteamiento de ellos, porque dicen que creceremos al 6 por ciento anual, y que eso generará un montón de holgura fiscal. Pero por otro lado, escuchamos a Felipe (Morandé) decir que Chile tendría un déficit fiscal por los próximos años. Entonces, se dice que habrá un déficit y por otro lado una holgura fiscal, cómo se compatibilizan esas cosas y cómo piensan financiar lo que quieren hacer”, señaló.
La respuesta del aludido no se hizo esperar. El asesor programático de Sebastián Piñera, el economista Felipe Morandé, aseguró que pese a ser una idea interesante la reforma tributaria no es una prioridad hoy para los electores.
“(…) Tiene un impacto bastante menor en términos de lo que es la asignación de recursos en el país. Además, la gente no estás interesada en que se le bajen los impuestos al las personas que hoy pagan un 40 por ciento de impuesto a la renta, sino que le solucionen los problemas de empleo, delincuencia”, afirmó.
Una opinión más crítica respecto de la idea de impulsar una reforma tributaria en el corto plazo tuvo el asesor de la candidatura de Eduardo Freí, José Miguel Benavente, quien afirmó que una discusión de este tipo debería estar alejada de la contingencia electoral.
“El calor de una crisis económica y de una campaña presidencial es una demencia empezar a discutir ofertones de rebajas o subidas tributarias, eso es lo más irresponsable que uno puede hacer. La evidencia muestra que Chile, para el nivel de ingreso que tiene, estamos con una carga tributaria razonable, pero si queremos seguir creciendo, y esa es la orientación obviamente, la carga tributaria debe ir aumentando en forma proporcional”, planteó.
Pese a que no fue convocado a este último debate, el asesor económico del presidenciable Jorge Arrate, Roberto Pizarro, enfatizó que son partidarios de una reforma tributaria basada en la nacionalización del cobre y en la desconcentración productiva.
“Una política de descentralización, de apoyo a los pequeños empresarios, que tenga mayor confianza en los trabajadores, de incentivo, va a obligar sin duda a una necesidad de mayores recursos. Y por eso nosotros creemos en una reforma tributaria, recursos que nos debe dar el cobre”, manifestó.
Pizarro también planteó la necesidad de un mayor y mejor Estado, que regule la concentración económica y la inequitativa distribución del ingreso socioeconómico.
