Después de la exposición en la CEP frente a los empresarios, MEO definió su posición respecto a las reformas laborales. Fortalecimiento del sindicalismo y el estudio de todas las fórmulas para conseguirlo, aunque con un amplio acuerdo nacional. 

Para él, todos los problemas que enfrenta Chile hoy tienen carácter de urgencia, por lo que fue enfático en señalar que no tiene tiempo para caer en el juego de las descalificaciones y que sólo debatirá ideas con sus rivales. 

¿Cómo se puede aumentar  la flexibilidad laboral en un país donde sólo el 11 por ciento  de los trabajadores tiene un contrato fijo?

Es fundamental fortalecer el tejido sindical, sin sindicatos no hay diálogo ni flexibilidad dentro de la empresa. Es esencial reconocer el rol que ejercen hoy, por lo que estoy dispuesto a estudiar todas las fórmulas de reforma laboral, siempre y cuando hagamos un gran consenso. 

Los sindicatos le hacen un bien al país, no un mal, por lo que voy a defender siempre la necesidad de que tengamos un tejido sindical mayor. Chile ostenta tasas precarias de sindicalización, no sólo por la cantidad, sino también por la gran atomización de ellos. 

La creación de empleos depende de una reactivación económica, con el Estado como un gran un gran regulador, pero también como un gran promotor de empleo. Eso requiere reglas que se sostengan en el tiempo, que favorezcan la inversión, una reactivación económica a través de la creación de empleo y de la ayuda a quienes lo crean: las PYMES. 

Estas reformas laborales que han sido largamente prometidas y resistidas tanto por el empresariado como por el gobierno ¿Cuándo serían enviadas en un eventual gobierno? ¿Contendrían la negociación colectiva y por rama de la producción?

Cuando hablo de que quiero hacer algo, lo digo con un carácter de urgencia. Ya lo hice como diputado, ya están presentados gran parte de esos proyectos que usted menciona y he fijado una posición en estos tres años como diputado. 

He presentado casi 180 proyectos de ley con ese objeto, para decirle a los chilenos que se puede mascar chicle y caminar, es decir, se puede crear empleo y al mismo tiempo resguardar condiciones mínimas de calidad de empleo, de un trabajo digno. Y los que no lo tengan conquisten uno pero también en condiciones de dignidad. Eso requiere coraje, decisión y libertad, y creo con humildad y mucha serenidad, que esta candidatura encarna no sólo los planteamientos progresistas, sino que tiene la fuerza para poder hacerlo. No defendemos intereses corporativos, ni tenemos miedo a denegar nuestras contradicciones. 

¿Cómo ha visto el conflicto mapuche, en el sentido de que sólo después de la muerte de un comunero se marque un hito para reformular las políticas del gobierno al respecto?

Lo que es muy complicado es que tengamos que esperar la muerte de Mendoza Collio y la pérdida de un ojo del carabinero Meneses para que nos demos cuenta que tenemos que legislar en la Araucanía. Eso es lo que no comparto y en el mejor de los tonos convoco a los chilenos a que no acepten ese tipo de lógicas, de convivir con la mediocridad, con la inercia, y no poner un carácter de urgencia. El desafío mapuche es  de integración, multiculturalismo, de reformas parlamentarias y políticas. 

El que se sigan sumando movimientos a su candidatura, como lo hizo ya el MAS, a su juicio ¿De qué es síntoma?

Lo que hemos hecho es enfrentar con coraje la lógica de una clase política que no soporta la competencia, que no cree en el debate, en la necesidad de actuar con más transparencia. Esa autenticidad está siendo premiada por muchos chilenos, estamos muy agradecidos y estaremos a la altura de las expectativas y de la responsabilidad que Chile nos pide. 

Pero por otra parte, ha habido críticas desde el comando de Eduardo Frei respecto a que tu posición en una segunda vuelta, si que el candidato de la Concertación llega a disputarla , es llamar a votar por Piñera. 

Yo no engancho con esos voceros llenos de odio, que lo único que hacen es denostarme a mi, a mi señora o a mis colaboradores. En segunda vuelta no votaré por Eduardo Frei ni por Sebastián  Piñera porque quien pasará a segunda vuelta es el que habla. Y así lo haremos, con humildad, con serenidad, pero con fuerza, no tengo tiempo en estos 80 días para dedicarme a responder a los insultos sistemáticos, estoy dispuesto a debatir con mis contendores, pero con ideas. Si me convocan a un debate, sea quien sea, desde el más pobre hasta el  más rico, será siempre en tono de respeto, pero en torno a caricaturas y descalificaciones. No creo que sea bueno para Chile caer en ese juego.