El socialista Osvaldo Andrade reconoce que importantes modificaciones laborales aún no se han llevado a cabo, pero dice que reformas relevantes, como la del sistema de pensiones, ya están funcionando. Por estos días, Andrade se encuentra haciendo campaña en el distrito 29 de Puente Alto, La Pintana y Pirque, que quiere llegar a representar en la Cámara Baja. Asegura que la política no es para “darse gustitos” sino que para lograr acuerdos que permitan avanzar. 

Posiblemente este período presidencial termine sin que el gobierno de la Presidenta Bachelet realice la reforma laboral a la cual se comprometió. ¿Qué le parece?
Para responder a eso debo hacerle un par de precisiones. En la prensa se ha estado diciendo que el gobierno no se ha realizado la reforma laboral prometida en el programa… y eso no es correcto. Cuando hablamos de reforma laboral, hablamos de modificaciones al código laboral y eso es lo que hemos estado haciendo todos estos años. Discúlpeme, pero hicimos la reforma al sistema de pensiones, modificaciones al seguro de cesantía, la ley de subcontratación y esas cosas están todas comprendidas dentro del código del trabajo, es decir, reformas laborales. Lo que aún está pendiente es un aspecto de la reforma laboral que planteó Bachelet, la negociación colectiva y la sindicalización, que son asuntos muy relevantes y que la Presidenta ha dicho que aún le queda tiempo para enviarlos al Congreso.

Pero el Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, aseguró que ya no lo harían y que esta parte de la reforma laboral la podría impulsar Frei
Creo que la Presidenta entiende que es de toda justicia enviar esta reforma, y está analizando la mejor oportunidad para hacerlo.

¿Por qué esta parte de la reforma no se hizo mientras usted fue ministro del Trabajo?
Porque se establecieron tiempos y prioridades. Lo primero que se quiso hacer fue la ley de subcontratación. El segundo año estuvo la reforma al sistema de pensiones y también introdujimos modificaciones a la defensoría laboral. El tercer año modificaciones al seguro de cesantía y siempre estuvo previsto para el último año un proyecto sobre negociación colectiva y sindicalización. Ese era el calendario y se ha cumplido rigurosamente… por eso algunos dijimos que era un error lo que sostuvo el ministro Viera Gallo.

Si eran aspectos importantes ¿por qué se dejaron para el último año?
Sin duda a mí me parecen muy sustanciales, tan importantes o más que la reforma al sistema de pensiones… pero así se estableció el cronograma en su momento.

¿Qué sectores económicos se deberían más afectados al facilitarse la negociación colectiva y la sindicalización?
Es que la formulación de su pregunta parte de un juicio con el que discrepo, porque estas cosas no afectan a nadie, son beneficiosos para todos, porque si estamos hablando de una reforma que va permitir que se generen diálogos entre los trabajadores y las empresas, preguntarse a quién va a afectar es un tanto extraño.

El poder que se les entregaría a los trabajadores para negociar, va en inversa proporción con el poder que perderían las empresas…
¿Y por qué eso tendría que afectar a alguien? Eso sólo afecta a aquel que no quiere reconocer que los trabajadores también pueden tener un poquito de poder.

Pero eso es una realidad
¿Qué es una realidad?

Que a los empresarios no les gusta tener a sus trabajadores organizados porque tienen más poder para exigirles…
En ese sentido y sobre la base de su pregunta, le puedo responder entonces que la negociación colectiva y la sindicalización podrían afectar a todos los malos empresarios.

¿Qué sectores de la economía son los más proclives a contratar trabajadores por el sueldo mínimo?
¿Cambiamos de tema?

¿Quisiera saber si existe relación entre el poder de negociación y el pago de sueldos mínimos?
En general se pagan los sueldos mínimos en los sectores que no negocian. Donde hay negociación, no hay ingresos mínimos.

¿Cómo ve a los líderes sindicales chilenos?
Tengo el mayor respeto por el sindicalismo, particularmente por este nuevo sindicalismo que está surgiendo, de jóvenes y con mucha presencia de mujeres…

Interesante lo que dice, porque existe la idea de que Arturo Martínez lleva décadas en su cargo…
Claro, eso le ocurre a los que no quieren ver, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver, entonces se quedan sólo con la idea de Arturo. Pero al que quiera mirar, podrá encontrar una interesante nueva camada que ha surgido en el sector forestal, el cobre, en los contratistas, en el comercio y en las trabajadoras de casa particular. Por favor, es que la gente quiere sólo quedarse en la estigmatización. El nuevo sindicalismo es Chile es muy bueno porque, desde la movilización, pone mucho el acento en el diálogo. A mí me merece el mayor respeto.

¿Y con respecto a los empresarios?
Tengo una visión dual. Existen varios buenos empresarios que hacen bien las cosas, que se anticipan incluso y establecen mecanismos de diálogo, pero también hay otros que son unos cavernarios. Lo que sí tienen en común es el espíritu de grupo, que si bien es bueno para sus intereses, a veces no es muy positivo a la hora de resolver problemas. ¿Ha visto usted a algún empresario que denuncie a otro por incumplimiento de leyes laborales? Esas solidaridades mal entendidas producen un juicio generalizado sobre el empresariado.
Eso será en temas laborales, porque cuando se trata de competir podemos ver una cadena de farmacia denunciando a otras
Pero es un problema de un mercado que no tiene control y que está desregulado y por eso tampoco les gusta la negociación colectiva, porque afecta al mercado.

Campaña

Al escucharlo, uno podría pensar que su candidato natural es Jorge Arrate más que el candidato de la Concertación, Eduardo Frei
Eso es un profundo error. Yo soy de los que piensan que para construir gobierno no sólo se necesitan buenas ideas si no también mayorías y hasta donde yo puedo ver, no se van a construir mayorías desde un dos por ciento. Esto es algo que lo aprendí el 11 de septiembre del ’73. Esto no se trata darse gustitos, no se trata de quién me gusta más, si no de cómo se avanza y se logran resolver problemas que afectan a muchos chilenos y que se arreglan con ideas pero también con fuerzas.

¿En esa línea, cómo ve la candidatura de Marco Enríquez?
No tengo una opinión muy definitiva todavía, pero me parece un fenómeno interesante, con mucho de mediático, pero que ha ido cobrando fuerzas, hay que esperar.

¿Por qué le interesa ser diputado?
Porque soy puentealtino, nací y me formé aquí. Mis hijos son de aquí también.

¿Antes de ser ministro no se había presentado a una elección?
Antes me presenté por El Bosque, porque trabajaba ahí. Pero cuando dejé de ser ministro.

¿Cuál es el principal aporte que usted podría entregar en el Parlamento?
Sé hacer leyes, las sé tramitar y las sé aprobar. Tengo una gran capacidad para la negociación y el diálogo.

¿Cuáles son las principales falencias que ha detectado en el distrito de Puente Alto y la Pintana?
Tenemos una serie de problemas de seguridad, desempleo, vivienda e infraestructura al igual como muchas de las zonas de la periferia de Santiago… no difiere demasiado sólo que aquí se acrecientan porque estamos hablando de un universo de 280 mil habitantes. Pero además tenemos el grave problema de la estigmatización social que existe sobre nosotros, ser de La Pintana es algo que hay que ocultar y eso es un gran problema, que tenemos que tener la capacidad de demostrar que merecemos las mismas oportunidades que el resto.