Con una masiva y colorida marcha miles de mapuche expresaron a los pies del Cerro Huelén, su rechazo a la celebración del 12 de octubre, efeméride que les recuerda la persistente discriminación y despojo de tierras ancestrales en la región de la Araucanía. Dirigentes reiteraron que la celebración de la fecha es considerada por los pueblos originarios del país como una “ofensa” porque aún se les sigue quitando sus tierras.
"Fin a los allanamientos y a la militarización del territorio mapuche, fin a la explotación forestal y pesquera de empresas transnacionales en territorio mapuche. Libertad a los presos políticos mapuche", fue la exhortación de la dirigenta.
A través de esta declaración la Asamblea Mapuche de Izquierda junto a otros representantes de los pueblos originarios manifestó el rechazo a la política del gobierno con las minorías indígenas y planteó sus reivindicaciones en el marco de una nueva conmemoración del descubrimiento de América.
El Día de la Hispanidad, que es conmemorado cada 12 de octubre con motivo del descubrimiento continental en 1492, es considerado por los pueblos originarios del país como una “ofensa” porque aún se les sigue despojando de sus tierras.
El malestar de las minorías étnicas con la celebración de esta efeméride también se hizo sentir en la multitudinaria marcha que se realizó ayer por las calles de la capital y que culminó en los pies del Cerro Huelén, que significa dolor en mapudungun.
Banderas mapuche, trutrucas y lienzos alusivos al conflicto en La Araucanía, junto a emblemas y consignas de otros pueblos originarios como el Aymara, se dieron cita en un pacífico acto simbólico, en el que se jugó además un partido de “chueca” o palín en plena Alameda.
Manuel Calfiu, vocero del Meli Wixan Mapu, agrupación que representa a los pueblos originarios en la capital, criticó el manejo de la autoridad en materia de políticas indígenas.
"Hoy como mapuches queremos manifestarle al Estado chileno que no tenemos nada que celebrar ante el Bicentenario. Los mapuche estamos unidos, los mapuche somos un pueblo digno que cuando golpean a un hermano en el sur, los que habitamos en la ciudad también nos vamos a movilizar, por eso estamos aquí en memoria de nuestros ocho hermanos asesinados en los últimos años", precisó Calfiu.
En este mismo contexto, la dirigenta mapuche Mireya Figueroa, que estuvo prófuga por más de seis años y que luego fue sobreseída al padecer cáncer terminal, fue invitada por el comando de Jorge Arrate a manifestar su testimonio de vida.
La dirigenta mapuche, a quien se acusa de infracción a la Ley Antiterrorista por participar en el incendio de un fundo, insistió en su inocencia y cuestionó la gestión del gobierno en la Región de la Araucanía.
"Hice el sacrificio de venir aquí para relatar mi historia. De cómo fui acusada injustamente por el Estado chileno con testigos sin rostro, pagados por la fiscalía. Así fue la acusación. Y también la rebeldía que yo tuve por casi siete años en pagar por algo que yo no había hecho. Además de no ser culpable", explicó Mireya Figueroa.
Las minorías étnicas reafirman constantemente su identidad, su preexistencia y rechazo al 12 de octubre, enfatizando que ellos trabajan por el rescate de sus tradiciones culturales.