Cuando faltan ocho meses de la realización del Campeonato Mundial de Futbol en Sudáfrica, la escasez de electricidad, que paralizó al país a comienzos de 2008, se convierte nuevamente en una amenaza a causa de la demanda provocada por el crecimiento económico.
La empresa pública de electricidad Eskom, que se debate por financiar un programa de inversiones, sólo dispone del 10 por ciento de reservas eléctricas para enfrentar los momentos de mayor consumo, que se multiplicarán en la medida que la industria comience a superar la actual recesión.
En tanto, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) exige que los diez estadios mundialistas dispongan de generadores, los sudafricanos no pueden olvidar el caos generado por los cortes de electricidad durante enero de 2008.
Ciudades enteras quedaron a oscuras durante días, lo que anuló la actividad en las oficinas, restaurants y tiendas, y provocó grandes atochamientos viales.
Las minas, grandes consumidoras de energía, se vieron particularmente afectadas y numerosos pozos de extracción de oro, uno de los principales recursos del país, tuvieron que cerrar.
Cuando faltan ocho meses de la realización del Campeonato Mundial de Futbol en Sudáfrica, la escasez de electricidad, que paralizó al país a comienzos de 2008, se convierte nuevamente en una amenaza a causa de la demanda provocada por el crecimiento económico.
La empresa pública de electricidad Eskom, que se debate por financiar un programa de inversiones, sólo dispone del 10 por ciento de reservas eléctricas para enfrentar los momentos de mayor consumo, que se multiplicarán en la medida que la industria comience a superar la actual recesión.
En tanto, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) exige que los diez estadios mundialistas dispongan de generadores, los sudafricanos no pueden olvidar el caos generado por los cortes de electricidad durante enero de 2008.
Ciudades enteras quedaron a oscuras durante días, lo que anuló la actividad en las oficinas, restaurants y tiendas, y provocó grandes atochamientos viales.
Las minas, grandes consumidoras de energía, se vieron particularmente afectadas y numerosos pozos de extracción de oro, uno de los principales recursos del país, tuvieron que cerrar.
Cuando faltan ocho meses de la realización del Campeonato Mundial de Futbol en Sudáfrica, la escasez de electricidad, que paralizó al país a comienzos de 2008, se convierte nuevamente en una amenaza a causa de la demanda provocada por el crecimiento económico.
La empresa pública de electricidad Eskom, que se debate por financiar un programa de inversiones, sólo dispone del 10 por ciento de reservas eléctricas para enfrentar los momentos de mayor consumo, que se multiplicarán en la medida que la industria comience a superar la actual recesión.
En tanto, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) exige que los diez estadios mundialistas dispongan de generadores, los sudafricanos no pueden olvidar el caos generado por los cortes de electricidad durante enero de 2008.
Ciudades enteras quedaron a oscuras durante días, lo que anuló la actividad en las oficinas, restaurants y tiendas, y provocó grandes atochamientos viales.
Las minas, grandes consumidoras de energía, se vieron particularmente afectadas y numerosos pozos de extracción de oro, uno de los principales recursos del país, tuvieron que cerrar.