La decepción de las dirigentas indígenas que caminaron de Calama a La Moneda

Quince días a pie, desde Calama a Santiago, para conversar con la Presidenta sobre la explotación de El Tatio, lugar sagrado para las etnias quechua y aymara de las que son dirigentas, pero la Mandataria no las recibió. Aunque el subsecretario del Interior las llamó a una reunión en la tarde, se negaron a asistir y anunciaron que recurrirán a instancias internacionales.


Quince días a pie, desde Calama a Santiago, para conversar con la Presidenta sobre la explotación de El Tatio, lugar sagrado para las etnias quechua y aymara de las que son dirigentas, pero la Mandataria no las recibió. Aunque el subsecretario del Interior las llamó a una reunión en la tarde, se negaron a asistir y anunciaron que recurrirán a instancias internacionales.

Quince días a pie, desde Calama a Santiago, para conversar con la Presidenta sobre la explotación de El Tatio, lugar sagrado para las etnias quechua y aymara de las que son dirigentas, pero la Mandataria no las recibió. Aunque el subsecretario del Interior las llamó a una reunión en la tarde, se negaron a asistir y anunciaron que recurrirán a instancias internacionales.

Las dirigentas de las comunidades quechua y aymara, Sonia Ramos y Amelia Mamani, finalizaron hoy su caminata desde Calama a Santiago, llegando hasta el Palacio de La Moneda para entregar a la Presidenta Michelle Bachelet una carta firmada por más de 30 mil personas que rechazan la intervención del proyecto geotérmico en los géiseres de El Tatio, en la Región de Antofagasta.

Las “abuelas” marchantes esperaban ser recibidas por la Presidenta Bachelet, luego de un largo y esforzado periplo en el que recorrieron a pie más de mil quinientos kilómetros, pero la Mandataria no les concedió una audiencia.

Esta situación generó la molestia y la decepción de parte de las mujeres, que el 8 de octubre partieron caminando desde Calama, y de los miembros de organizaciones indígenas de todo Chile, quienes la acompañaron a entregar la misiva a La Moneda.

“Somos dirigentas que vinimos desde la segunda región para un encuentro con la Presidenta por la problemática con los géiseres de El Tatio. Nosotros no llegamos tirando piedras ni dando palos, pacíficamente como se nos pide. Ellos dice: ‘No a la violencia, lleguen a La Moneda que las puertas están abiertas de par en par’, las puertas están abiertas, pero no para darnos cinco o diez minutos. No fuimos recibidos y es una falta de respeto para con los pueblos”, manifestó Amelia Mamani.

Sorpresivamente, sin embargo, en la tarde hubo un llamado desde el palacio de gobierno y la situación pareció que iba a cambiar.
Patricio Rosende, subsecretario del Interior, las llamó para acudir a La Moneda a una reunión de emergencia, a través de la gestión de José Antonio Gómez, presidente de Partido Radical.

Sin embargo, las dirigentas le respondieron que no iban a conversar con él porque, tal como lo habían adelantado, lo que ellas pretendían era tener una conversación “de mujer a mujer” con la Presidenta.

José Antonio Gómez se comprometió a seguir con las gestiones para agendar una entrevista con la Mandataria, pero aún no se sabe si ésta se concretará y las dirigentas indígenas indicaron que, mientras, volverán a la región de Antofagasta.

Por lo pronto, Amelia Mamani y Sonia Ramos manifestaron que ya no había más que hacer frente a las autoridades chilenas, por lo que recurrirán a instancias internacionales. El Consejo de Pueblos Atacameños interpuso una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la explotación de los géiser de El Tatio, recurso que también podría ser utilizado por estas dirigentas y sus organizaciones, pero apelando al uso indiscriminado de las aguas y su escasez. 





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