Pocas semanas antes de la Cumbre de Copenhague sobre cambio climático, en la cual se discutirá un potencial sucesor al Protocolo de Kyoto para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, se anunció la creación de la primera bolsa de bonos de carbono en América Latina.
El anuncio fue hecho por la empresa de servicios financieros Celfin y la Fundación Chile. Su objetivo será la creación y desarrollo de la industria de reducción de emisiones de efecto invernadero en Chile.
La SCX (por sus siglas en inglés), permitirá el acceso a cualquier ciudadano que esté interesado en realizar proyectos de reducción de CO2 que permitan la emisión de bonos de carbono, y al mismo tiempo, a las empresas reducir sus emisiones. Esta será una bolsa des-mutualizada, en la que los corredores que operen en ella no requerirán ser accionistas.
Los proyectos de reducción de CO2 deberán ser presentados a un directorio técnico que los validará metodológicamente. Una vez generadas las reducciones comprometidas por el proyecto, se generarán certificados de reducción que podrán ser transados en bolsa.
Se espera que la bolsa de bonos de carbono comience a operar durante 2010.
Pocas semanas antes de la Cumbre de Copenhague sobre cambio climático, en la cual se discutirá un potencial sucesor al Protocolo de Kyoto para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, se anunció la creación de la primera bolsa de bonos de carbono en América Latina.
El anuncio fue hecho por la empresa de servicios financieros Celfin y la Fundación Chile. Su objetivo será la creación y desarrollo de la industria de reducción de emisiones de efecto invernadero en Chile.
La SCX (por sus siglas en inglés), permitirá el acceso a cualquier ciudadano que esté interesado en realizar proyectos de reducción de CO2 que permitan la emisión de bonos de carbono, y al mismo tiempo, a las empresas reducir sus emisiones. Esta será una bolsa des-mutualizada, en la que los corredores que operen en ella no requerirán ser accionistas.
Los proyectos de reducción de CO2 deberán ser presentados a un directorio técnico que los validará metodológicamente. Una vez generadas las reducciones comprometidas por el proyecto, se generarán certificados de reducción que podrán ser transados en bolsa.
Se espera que la bolsa de bonos de carbono comience a operar durante 2010.
Pocas semanas antes de la Cumbre de Copenhague sobre cambio climático, en la cual se discutirá un potencial sucesor al Protocolo de Kyoto para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, se anunció la creación de la primera bolsa de bonos de carbono en América Latina.
El anuncio fue hecho por la empresa de servicios financieros Celfin y la Fundación Chile. Su objetivo será la creación y desarrollo de la industria de reducción de emisiones de efecto invernadero en Chile.
La SCX (por sus siglas en inglés), permitirá el acceso a cualquier ciudadano que esté interesado en realizar proyectos de reducción de CO2 que permitan la emisión de bonos de carbono, y al mismo tiempo, a las empresas reducir sus emisiones. Esta será una bolsa des-mutualizada, en la que los corredores que operen en ella no requerirán ser accionistas.
Los proyectos de reducción de CO2 deberán ser presentados a un directorio técnico que los validará metodológicamente. Una vez generadas las reducciones comprometidas por el proyecto, se generarán certificados de reducción que podrán ser transados en bolsa.
Se espera que la bolsa de bonos de carbono comience a operar durante 2010.
