Enzo Micheletti, sobrino del Presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y el coronel Concepción Jiménez, gerente de la Industria Militar, fueron asesinados en dos hechos separados, en el norte del país y en Tegucigalpa, según informó la Policía Nacional.
El sobrino de Micheletti había desaparecido hace días y su cadáver fue encontrado ayer junto al de otro joven cerca de Choloma (norte), cuando fue reconocido por sus familiares, mientras que Jiménez fue atacado a tiros frente a su casa en Tegucigalpa.
Los crímenes se cometieron mientras el país sigue inmerso en la crisis política causada por el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, el 28 de junio pasado.
El Presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, dijo este lunes que sigue abierto al diálogo, aunque este concluyó el viernes pasado sin éxito. En una entrevista con la radio HRN de Tegucigalpa, dijo estar permanentemente dispuesto al diálogo y reiteró que abandonará el cargo, si Zelaya también desiste de volver a la Presidencia.
En tanto, Debates televisivos, carteles en las calles y promesas de acabar con la pobreza son postales de una campaña electoral en Honduras que marcha a todo vapor, desafiando cuestionamientos internacionales sobre su legitimidad después del golpe de Estado que dividió al país.
Las elecciones generales del 29 de noviembre son vistas por el gobierno de facto como la salida a la crisis abierta desde que el Presidente Manuel Zelaya fue sacado del poder por militares.
Haciendo oídos sordos a las advertencias de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter, que han puesto en duda que estén dadas las condiciones para una votación justa, el gobierno de facto ha dicho que sólo una "invasión" podría detener los comicios.
Honduras corre el riesgo de quedar aislada si la comunidad internacional no reconoce al ganador de los comicios, que fueron convocados antes de que los militares derrocaran a Zelaya acusándolo de intentar violar la Constitución.
El enviado de la OEA a Honduras, el chileno, John Biehl, se mostró confiado en que esta semana podría llegarse a un acuerdo.
El Centro Carter anticipó que no enviará observadores de no haber un acuerdo previo que zanje la crisis, lo que parece lejano porque las negociaciones están estancadas.