Por tercera vez en menos de un año, la playa en la localidad de Queule, Región de La Araucanía, es escenario de un desastre ecológico, luego del hallazgo de más de 500 patos cormoranes muertos en su costa.
Las aves fueron encontradas en la orilla de la playa de Queule, la mayoría con su cuello fracturado.
Según explicó Maritza Inostroza, funcionaria de Recursos Naturales del Servicio Agrícola Ganadero de La Araucanía, el hecho puede deberse al “mallaje” o enredo de las aves, producto de la pesca industrial que se desarrolla en esa zona.
Los patos fardela, como les llaman en el sector, habrían quedado atrapados en las redes, donde finalmente murieron ahogados. La escena tiene conmovida a esta comunidad de la Región de La Araucanía, pese a no ser el primer desastre ambiental del que son testigos el último año.
En marzo en esta misma playa aparecieron muertos cientos de pingüinos. Se atribuyó al hambre de las especies, por la emigración producto de la corriente de El Niño.
Dos semanas más tarde el panorama fue aún peor: 20 kilómetros de sardinas, anchovetas y pejerreyes atestaban el borde costero. Entonces se responsabilizó al exceso de pesca por parte de una embarcación mayor.
Pese a que se descartó que las aguas hayan estado contaminadas, la comunidad exige mayor fiscalización a la pesca industrial en la zona.
Por tercera vez en menos de un año, la playa en la localidad de Queule, Región de La Araucanía, es escenario de un desastre ecológico, luego del hallazgo de más de 500 patos cormoranes muertos en su costa.
Las aves fueron encontradas en la orilla de la playa de Queule, la mayoría con su cuello fracturado.
Según explicó Maritza Inostroza, funcionaria de Recursos Naturales del Servicio Agrícola Ganadero de La Araucanía, el hecho puede deberse al “mallaje” o enredo de las aves, producto de la pesca industrial que se desarrolla en esa zona.
Los patos fardela, como les llaman en el sector, habrían quedado atrapados en las redes, donde finalmente murieron ahogados. La escena tiene conmovida a esta comunidad de la Región de La Araucanía, pese a no ser el primer desastre ambiental del que son testigos el último año.
En marzo en esta misma playa aparecieron muertos cientos de pingüinos. Se atribuyó al hambre de las especies, por la emigración producto de la corriente de El Niño.
Dos semanas más tarde el panorama fue aún peor: 20 kilómetros de sardinas, anchovetas y pejerreyes atestaban el borde costero. Entonces se responsabilizó al exceso de pesca por parte de una embarcación mayor.
Pese a que se descartó que las aguas hayan estado contaminadas, la comunidad exige mayor fiscalización a la pesca industrial en la zona.
Por tercera vez en menos de un año, la playa en la localidad de Queule, Región de La Araucanía, es escenario de un desastre ecológico, luego del hallazgo de más de 500 patos cormoranes muertos en su costa.
Las aves fueron encontradas en la orilla de la playa de Queule, la mayoría con su cuello fracturado.
Según explicó Maritza Inostroza, funcionaria de Recursos Naturales del Servicio Agrícola Ganadero de La Araucanía, el hecho puede deberse al “mallaje” o enredo de las aves, producto de la pesca industrial que se desarrolla en esa zona.
Los patos fardela, como les llaman en el sector, habrían quedado atrapados en las redes, donde finalmente murieron ahogados. La escena tiene conmovida a esta comunidad de la Región de La Araucanía, pese a no ser el primer desastre ambiental del que son testigos el último año.
En marzo en esta misma playa aparecieron muertos cientos de pingüinos. Se atribuyó al hambre de las especies, por la emigración producto de la corriente de El Niño.
Dos semanas más tarde el panorama fue aún peor: 20 kilómetros de sardinas, anchovetas y pejerreyes atestaban el borde costero. Entonces se responsabilizó al exceso de pesca por parte de una embarcación mayor.
Pese a que se descartó que las aguas hayan estado contaminadas, la comunidad exige mayor fiscalización a la pesca industrial en la zona.
