Organizaciones de DDHH presentan pruebas de vinculación de Fuente-Alba con Caravana de la Muerte

Cuando llegaron a Calama Arellano Stark y su sangrienta comitiva, Moren Brito encaró al suboficial Patricio Lapostol, hijo de un coronel que en La Serena lloró cuando fusilaron a 15 prisioneros.  Testigo de eso fue su compañero de armas, Juan Miguel Fuente-Alba Poblete, quien estaba en el regimiento Topater de Calama el día que asesinaron a un grupo de militantes de izquierda, y que a partir de marzo del 2010 será el comandante en jefe del Ejército.


Cuando llegaron a Calama Arellano Stark y su sangrienta comitiva, Moren Brito encaró al suboficial Patricio Lapostol, hijo de un coronel que en La Serena lloró cuando fusilaron a 15 prisioneros.  Testigo de eso fue su compañero de armas, Juan Miguel Fuente-Alba Poblete, quien estaba en el regimiento Topater de Calama el día que asesinaron a un grupo de militantes de izquierda, y que a partir de marzo del 2010 será el comandante en jefe del Ejército.

Cuando llegaron a Calama Arellano Stark y su sangrienta comitiva, Moren Brito encaró al suboficial Patricio Lapostol, hijo de un coronel que en La Serena lloró cuando fusilaron a 15 prisioneros.  Testigo de eso fue su compañero de armas, Juan Miguel Fuente-Alba Poblete, quien estaba en el regimiento Topater de Calama el día que asesinaron a un grupo de militantes de izquierda, y que a partir de marzo del 2010 será el comandante en jefe del Ejército.

Cuando llegó a Calama el helicóptero Puma con Sergio Arellano Stark y los oficiales que encabezaban fusilamientos en diferentes regiones del país, Marcelo Moren Brito encaró al suboficial Patricio Lapostol Amo, hijo de un coronel que entonces prestaba servicios en la ciudad de La Serena y que lloró cuando la Caravana de la Muerte fusiló a 15 prisioneros en esta última ciudad.

Testigo de eso, según Lapostol, fue su compañero de armas, el subteniente Juan Miguel Fuente-Alba Poblete, quien estaba en el regimiento Topater de Calama el día que se realizó el fusilamiento de un grupo de militantes de izquierda.

Con estos antecedentes, representantes de organismos de derechos humanos volvieron a criticar la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet de colocarlo al frente del Ejército a partir de marzo de 2010.

Una fuerte oposición y rechazo a la designación de Juan Miguel Fuente-Alba Poblete manifestaron representantes de organizaciones de derechos humanos, quienes reiteraron que existen antecedentes que apuntan a la participación del alto oficial en el fusilamiento de 26 personas el 19 de octubre de 1973.

Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, sostuvo que su nombramiento, sin tener en cuenta los antecedentes que afirman su responsabilidad en estos crímenes, son la demostración de la impunidad que aún se mantiene en el país.

“En cualquier país democrático, una persona que ha sido vinculada, sindicada, como presente en un episodio tan dramático como fue el de la Caravana de la Muerte, sin duda que ni siquiera hubiera seguido haciendo carrera militar. Esto es producto de la impunidad que se vive en Chile y de la falta de voluntad política de los distintos poderes del Estado y del Ejecutivo de hacer su trabajo, de depurar las Fuerzas Armadas y el Ejército de Chile y no permitir que ocupen tan altas investiduras quienes están vinculados o sindicados a causa de violaciones a los derechos humanos”, afirmó.

La mantención de la impunidad se comprueba además en otros hechos, como por ejemplo en la designación de militares en las agregadurías diplomáticas que en su momento fueron denunciadas cuando Bachelet era ministra de Defensa, momento en que desvirtuó estas acusaciones, como también hace algunos meses cuando se constató la contratación de ex agentes de la DINA y la CNI en el Ejército.

Pero existen antecedentes que sindican a Fuente-Alba como uno de los subtenientes que estuvieron en el regimiento Topater de Calama el día del fusilamiento, cuando llegó la comitiva comandada por el general Sergio Arellano Stark, como lo reconoció hace algunos años al periodista del diario La Nación, Jorge Escalante.

Sin embargo, tiempo después Fuente – Alba se aferró a su versión entregada a los tribunales en el sentido de que en ese momento estaba en Chuquicamata, lo que es desmentido por otros oficiales, entre ellos Patricio Lapostol Amo, hijo de un coronel que lloró en La Serena cuando la misma caravana de la muerte le fusiló 15 prisioneros, lo que le fue enrostrado en Calama por Marcelo Moren Brito.

“Le dijo, lo que declara Lapostol: ‘Ojalá que no seas tan maricón como tu padre y no te pongas a llorar porque le matamos quince prisioneros’. Para Lapostol fue dramático, él lo explica en el proceso, ese encuentro, esa ofensa que le hace Moren Brito y dice ‘testigo de esto fue mi compañero Juan Miguel Fuente-Alba Poblete, los dos nombres y los dos apellidos. Inequívocamente”.

La misma aseveración hace en su declaración judicial Leopoldo Pérez, también suboficial al momento del fusilamiento.

Los representantes de la Asamblea por los Derechos Humanos, junto con desmentir la aseveración de Bachelet, en el sentido de que fueron consultados antes de tomar esta determinación, reclamaron se revierta esta designación de colocar a Fuente-Alba al mando del Ejército a partir de marzo de 2010 por los próximos cuatro años, lo que afecta el necesario proceso de depuración de las Fuerzas Armadas de quienes fueron parte de los crímenes contra la humanidad, subrayaron.





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