Arrastrado por la positiva evolución de los mercados externos y la debilidad global de la moneda estadounidense, el dólar terminó este lunes con una baja de casi nueve pesos.
La divisa estadounidense finalizó en puntas de $492,5 comprador y $492,8 vendedor, una baja de $8,9 si se compara con los $501,2 comprador y $501,7 vendedor del cierre del viernes.
Otro factor que influyó en la debilidad del tipo de cambio, fue la sostenida alza del cobre, que escaló más de 3 por ciento en la Bolsa de Metales de Londres para llegar a los $3,15 dólares la libra.
A esto se suma la presión impuesta por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que inició ayer la venta de $118.000 millones de dólares en deuda de corto plazo.
En medio de esta volatilidad, el presidente de la Asociación de Bancos, Hernán Somerville, manifestó su preocupación por la caí¬da del tipo de cambio, afirmando que el Banco Central debería realizar un manejo más activo en esta situación, porque "el recurso de intervenciones verbales no funciona".
“Frente a eso hay países que están haciendo un esfuerzo mucho mayor de ayudar al desequilibrio, desde esa perspectiva, creo que este es un tema que debe preocupar y estoy seguro que preocupa a la actividad monetaria nuestra. El recurso de evaluaciones de palabra no funciona, creo que ha llegado el momento de mirar esta situación de una manera más activa”, señaló Somerville.
A su vez, el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Eduardo Moyano, dijo concordar con el líder de los banqueros en que "las intervenciones verbales tienen poca duración”, aludiendo así a los anuncios de la semana pasada cuando el presidente del instituto emisor, José de Gregorio, dijo que “no descartaba” intervenir el mercado.
Moyano, asimismo, evitó comentar respecto hasta donde debía caer el tipo de cambio para que la autoridad económica intervenga, aunque dijo que esperar alcanzar un nivel de $430 "sería muy tarde".
“El país tiene que hacer esfuerzo por tener tipos de cambios razonables, porque si uno ordena las empresas por las más competitivas, las menos competitivas en mercado internacional, algunas requieren un tipo de cambio relativamente bajo y otras requieren un dólar más alto. Aquí no se trata de proteger ineficiencia, estamos hablando de cuánto necesitan las empresas eficientes para exportar bien. Y creo que con un tipo de cambio como el que tenemos actualmente, es difícil que empresas, aun las eficientes, puedan estar exportando bien”, afirmó Moyano.
Cabe señalar que el año pasado el Banco Central intervino el tipo de cambio el 10 de abril, cuando el billete verde llegó a un mínimo de $434.
Arrastrado por la positiva evolución de los mercados externos y la debilidad global de la moneda estadounidense, el dólar terminó este lunes con una baja de casi nueve pesos.
La divisa estadounidense finalizó en puntas de $492,5 comprador y $492,8 vendedor, una baja de $8,9 si se compara con los $501,2 comprador y $501,7 vendedor del cierre del viernes.
Otro factor que influyó en la debilidad del tipo de cambio, fue la sostenida alza del cobre, que escaló más de 3 por ciento en la Bolsa de Metales de Londres para llegar a los $3,15 dólares la libra.
A esto se suma la presión impuesta por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que inició ayer la venta de $118.000 millones de dólares en deuda de corto plazo.
En medio de esta volatilidad, el presidente de la Asociación de Bancos, Hernán Somerville, manifestó su preocupación por la caí¬da del tipo de cambio, afirmando que el Banco Central debería realizar un manejo más activo en esta situación, porque "el recurso de intervenciones verbales no funciona".
“Frente a eso hay países que están haciendo un esfuerzo mucho mayor de ayudar al desequilibrio, desde esa perspectiva, creo que este es un tema que debe preocupar y estoy seguro que preocupa a la actividad monetaria nuestra. El recurso de evaluaciones de palabra no funciona, creo que ha llegado el momento de mirar esta situación de una manera más activa”, señaló Somerville.
A su vez, el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Eduardo Moyano, dijo concordar con el líder de los banqueros en que "las intervenciones verbales tienen poca duración”, aludiendo así a los anuncios de la semana pasada cuando el presidente del instituto emisor, José de Gregorio, dijo que “no descartaba” intervenir el mercado.
Moyano, asimismo, evitó comentar respecto hasta donde debía caer el tipo de cambio para que la autoridad económica intervenga, aunque dijo que esperar alcanzar un nivel de $430 "sería muy tarde".
“El país tiene que hacer esfuerzo por tener tipos de cambios razonables, porque si uno ordena las empresas por las más competitivas, las menos competitivas en mercado internacional, algunas requieren un tipo de cambio relativamente bajo y otras requieren un dólar más alto. Aquí no se trata de proteger ineficiencia, estamos hablando de cuánto necesitan las empresas eficientes para exportar bien. Y creo que con un tipo de cambio como el que tenemos actualmente, es difícil que empresas, aun las eficientes, puedan estar exportando bien”, afirmó Moyano.
Cabe señalar que el año pasado el Banco Central intervino el tipo de cambio el 10 de abril, cuando el billete verde llegó a un mínimo de $434.
Arrastrado por la positiva evolución de los mercados externos y la debilidad global de la moneda estadounidense, el dólar terminó este lunes con una baja de casi nueve pesos.
La divisa estadounidense finalizó en puntas de $492,5 comprador y $492,8 vendedor, una baja de $8,9 si se compara con los $501,2 comprador y $501,7 vendedor del cierre del viernes.
Otro factor que influyó en la debilidad del tipo de cambio, fue la sostenida alza del cobre, que escaló más de 3 por ciento en la Bolsa de Metales de Londres para llegar a los $3,15 dólares la libra.
A esto se suma la presión impuesta por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que inició ayer la venta de $118.000 millones de dólares en deuda de corto plazo.
En medio de esta volatilidad, el presidente de la Asociación de Bancos, Hernán Somerville, manifestó su preocupación por la caí¬da del tipo de cambio, afirmando que el Banco Central debería realizar un manejo más activo en esta situación, porque "el recurso de intervenciones verbales no funciona".
“Frente a eso hay países que están haciendo un esfuerzo mucho mayor de ayudar al desequilibrio, desde esa perspectiva, creo que este es un tema que debe preocupar y estoy seguro que preocupa a la actividad monetaria nuestra. El recurso de evaluaciones de palabra no funciona, creo que ha llegado el momento de mirar esta situación de una manera más activa”, señaló Somerville.
A su vez, el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Eduardo Moyano, dijo concordar con el líder de los banqueros en que "las intervenciones verbales tienen poca duración”, aludiendo así a los anuncios de la semana pasada cuando el presidente del instituto emisor, José de Gregorio, dijo que “no descartaba” intervenir el mercado.
Moyano, asimismo, evitó comentar respecto hasta donde debía caer el tipo de cambio para que la autoridad económica intervenga, aunque dijo que esperar alcanzar un nivel de $430 "sería muy tarde".
“El país tiene que hacer esfuerzo por tener tipos de cambios razonables, porque si uno ordena las empresas por las más competitivas, las menos competitivas en mercado internacional, algunas requieren un tipo de cambio relativamente bajo y otras requieren un dólar más alto. Aquí no se trata de proteger ineficiencia, estamos hablando de cuánto necesitan las empresas eficientes para exportar bien. Y creo que con un tipo de cambio como el que tenemos actualmente, es difícil que empresas, aun las eficientes, puedan estar exportando bien”, afirmó Moyano.
Cabe señalar que el año pasado el Banco Central intervino el tipo de cambio el 10 de abril, cuando el billete verde llegó a un mínimo de $434.
