La fuerte alza del número de profesionales en el país y la acelerada competencia e innovación del sistema productivo han generado dudas sobre el futuro laboral de algunas carreras.
Por ello, los investigadores Patricio Meller, Bernardo Lara y Gonzalo Valdés del Centro de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, analizaron cómo ha evolucionado el mercado laboral de las 30 principales carreras universitarias en cinco años, cuáles son las de mayor proyección salarial, las que han disminuido sus sueldos, las más rentables y las que tendrán el mejor nivel de ingresos a lo largo durante su vida laboral.
El resultado es claro: Obstetricia e Ingeniería Civil en Minas destacan entre las que más han aumentado sus rentas, Ingeniería Eléctrica fue la que más descendió, mientras que Ingeniería Comercial es la que garantiza el ingreso más alto a largo plazo.
También sorprende en el análisis que Enfermería, una carrera que exige menores puntajes y que gane un menor sueldo que Medicina, tenga una mayor rentabilidad de 26 por ciento versus 22 y que una carrera como Contabilidad las supere a ambas con un 28.
Un factor que afecta directamente la tasa de retorno de una carrera es la duración efectiva de su régimen de estudios, lo cual incide en el pago de arancel.
El investigador Patricio Meller señaló que al momento de optar por una carrera profesional o técnica es importante tener en cuenta cuáles son sus posibilidades de ocupación en el mercado.
“Aquí hay dos variables que pueden mirar los jóvenes. Primero, cuánto ganarán después de uno o cinco años de titulados y lo segundo que es crucial corresponde a la probabilidad de encontrar empleo una vez que se ingrese al mercado laboral. Puede que la carrera esté pagando harto, pero si la tasa de desempleo es alta, uno de cada dos encontrará trabajo en un año ¿está dispuesto a estar buscando durante todo ese periodo?”, indicó Meller.
Pero además de la proyección económica, el economista enfatizó que la decisión de elegir entre una u otra profesión debe estar impulsada por la vocación y las capacidades de cada estudiante.
“Hay que tener antecedentes respecto de lo que puede pasar cuando quieras mantener una familia o a ti mismo en el futuro de acuerdo a lo que estás escogiendo. Esperamos que éste sea un elemento en la toma de decisiones, no que condicione que uno elija una carrera donde las remuneraciones son mayores. En ese caso todos deberían estar estudiando geología o ingeniería en minas, pero si un cabro es bueno que estudie lo que le gusta y le va a ir bien estudie lo que estudie”, afirmó.
Por su parte, el ministro de Hacienda Andrés Velasco destacó la relevancia de contar con un sistema de financiamiento para los estudiantes de educación superior.
“En esta materia si dejamos solo al mercado no funciona. No pone en mano de los jóvenes los recursos suficientes para llevar a cabo las inversiones que son individual y socialmente rentables. Y por eso es tan clave tener un sistema de crédito potente y cuantioso. Cuando en el 2006 creamos este mecanismo, esto constituyó un avance inédito en materia de acceso y equidad”, enfatizó el secretario de Estado.
Entre las carreras universitarias con menores ganancias se encuentran Arquitectura y Pedagogía Básica. En la primera, de todas maneras sus titulados ganan casi 90 millones más que un egresado de enseñanza media y en la segunda, el monto se alcanza los 78 millones. En un punto intermedio se encuentran Enfermería y Periodismo, con 115 millones de pesos, y 123 millones de pesos respectivamente.
La fuerte alza del número de profesionales en el país y la acelerada competencia e innovación del sistema productivo han generado dudas sobre el futuro laboral de algunas carreras.
Por ello, los investigadores Patricio Meller, Bernardo Lara y Gonzalo Valdés del Centro de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, analizaron cómo ha evolucionado el mercado laboral de las 30 principales carreras universitarias en cinco años, cuáles son las de mayor proyección salarial, las que han disminuido sus sueldos, las más rentables y las que tendrán el mejor nivel de ingresos a lo largo durante su vida laboral.
El resultado es claro: Obstetricia e Ingeniería Civil en Minas destacan entre las que más han aumentado sus rentas, Ingeniería Eléctrica fue la que más descendió, mientras que Ingeniería Comercial es la que garantiza el ingreso más alto a largo plazo.
También sorprende en el análisis que Enfermería, una carrera que exige menores puntajes y que gane un menor sueldo que Medicina, tenga una mayor rentabilidad de 26 por ciento versus 22 y que una carrera como Contabilidad las supere a ambas con un 28.
Un factor que afecta directamente la tasa de retorno de una carrera es la duración efectiva de su régimen de estudios, lo cual incide en el pago de arancel.
El investigador Patricio Meller señaló que al momento de optar por una carrera profesional o técnica es importante tener en cuenta cuáles son sus posibilidades de ocupación en el mercado.
“Aquí hay dos variables que pueden mirar los jóvenes. Primero, cuánto ganarán después de uno o cinco años de titulados y lo segundo que es crucial corresponde a la probabilidad de encontrar empleo una vez que se ingrese al mercado laboral. Puede que la carrera esté pagando harto, pero si la tasa de desempleo es alta, uno de cada dos encontrará trabajo en un año ¿está dispuesto a estar buscando durante todo ese periodo?”, indicó Meller.
Pero además de la proyección económica, el economista enfatizó que la decisión de elegir entre una u otra profesión debe estar impulsada por la vocación y las capacidades de cada estudiante.
“Hay que tener antecedentes respecto de lo que puede pasar cuando quieras mantener una familia o a ti mismo en el futuro de acuerdo a lo que estás escogiendo. Esperamos que éste sea un elemento en la toma de decisiones, no que condicione que uno elija una carrera donde las remuneraciones son mayores. En ese caso todos deberían estar estudiando geología o ingeniería en minas, pero si un cabro es bueno que estudie lo que le gusta y le va a ir bien estudie lo que estudie”, afirmó.
Por su parte, el ministro de Hacienda Andrés Velasco destacó la relevancia de contar con un sistema de financiamiento para los estudiantes de educación superior.
“En esta materia si dejamos solo al mercado no funciona. No pone en mano de los jóvenes los recursos suficientes para llevar a cabo las inversiones que son individual y socialmente rentables. Y por eso es tan clave tener un sistema de crédito potente y cuantioso. Cuando en el 2006 creamos este mecanismo, esto constituyó un avance inédito en materia de acceso y equidad”, enfatizó el secretario de Estado.
Entre las carreras universitarias con menores ganancias se encuentran Arquitectura y Pedagogía Básica. En la primera, de todas maneras sus titulados ganan casi 90 millones más que un egresado de enseñanza media y en la segunda, el monto se alcanza los 78 millones. En un punto intermedio se encuentran Enfermería y Periodismo, con 115 millones de pesos, y 123 millones de pesos respectivamente.
La fuerte alza del número de profesionales en el país y la acelerada competencia e innovación del sistema productivo han generado dudas sobre el futuro laboral de algunas carreras.
Por ello, los investigadores Patricio Meller, Bernardo Lara y Gonzalo Valdés del Centro de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, analizaron cómo ha evolucionado el mercado laboral de las 30 principales carreras universitarias en cinco años, cuáles son las de mayor proyección salarial, las que han disminuido sus sueldos, las más rentables y las que tendrán el mejor nivel de ingresos a lo largo durante su vida laboral.
El resultado es claro: Obstetricia e Ingeniería Civil en Minas destacan entre las que más han aumentado sus rentas, Ingeniería Eléctrica fue la que más descendió, mientras que Ingeniería Comercial es la que garantiza el ingreso más alto a largo plazo.
También sorprende en el análisis que Enfermería, una carrera que exige menores puntajes y que gane un menor sueldo que Medicina, tenga una mayor rentabilidad de 26 por ciento versus 22 y que una carrera como Contabilidad las supere a ambas con un 28.
Un factor que afecta directamente la tasa de retorno de una carrera es la duración efectiva de su régimen de estudios, lo cual incide en el pago de arancel.
El investigador Patricio Meller señaló que al momento de optar por una carrera profesional o técnica es importante tener en cuenta cuáles son sus posibilidades de ocupación en el mercado.
“Aquí hay dos variables que pueden mirar los jóvenes. Primero, cuánto ganarán después de uno o cinco años de titulados y lo segundo que es crucial corresponde a la probabilidad de encontrar empleo una vez que se ingrese al mercado laboral. Puede que la carrera esté pagando harto, pero si la tasa de desempleo es alta, uno de cada dos encontrará trabajo en un año ¿está dispuesto a estar buscando durante todo ese periodo?”, indicó Meller.
Pero además de la proyección económica, el economista enfatizó que la decisión de elegir entre una u otra profesión debe estar impulsada por la vocación y las capacidades de cada estudiante.
“Hay que tener antecedentes respecto de lo que puede pasar cuando quieras mantener una familia o a ti mismo en el futuro de acuerdo a lo que estás escogiendo. Esperamos que éste sea un elemento en la toma de decisiones, no que condicione que uno elija una carrera donde las remuneraciones son mayores. En ese caso todos deberían estar estudiando geología o ingeniería en minas, pero si un cabro es bueno que estudie lo que le gusta y le va a ir bien estudie lo que estudie”, afirmó.
Por su parte, el ministro de Hacienda Andrés Velasco destacó la relevancia de contar con un sistema de financiamiento para los estudiantes de educación superior.
“En esta materia si dejamos solo al mercado no funciona. No pone en mano de los jóvenes los recursos suficientes para llevar a cabo las inversiones que son individual y socialmente rentables. Y por eso es tan clave tener un sistema de crédito potente y cuantioso. Cuando en el 2006 creamos este mecanismo, esto constituyó un avance inédito en materia de acceso y equidad”, enfatizó el secretario de Estado.
Entre las carreras universitarias con menores ganancias se encuentran Arquitectura y Pedagogía Básica. En la primera, de todas maneras sus titulados ganan casi 90 millones más que un egresado de enseñanza media y en la segunda, el monto se alcanza los 78 millones. En un punto intermedio se encuentran Enfermería y Periodismo, con 115 millones de pesos, y 123 millones de pesos respectivamente.
