Un nuevo giro tomaron las movilizaciones de los trabajadores forestales de la Celulosa Arauco ubicada en la región de Los Ríos. Los empleados que fueron desvinculados del Aserradero Los Coigües, empresa externa de la celulosa,  anunciaron que, junto a sus esposas, iniciarán una huelga de hambre para exigir la recontratación del los exonerados.

Pese a ello, los sindicatos de la Confederación de Trabajadores Forestales de Chile (Usinfa) decidieron deponer el paro, con el objetivo de enviar una señal para sentarse a conversar lo antes posible. En este sentido, el vicepresidente de la agrupación, Mario Bravo, indicó que “este acuerdo va en función de poner como primer tema en la mesa lo de las desvinculaciones”.

Es por eso que distintos parlamentarios del PS solicitaron la reintegración de los funcionarios.

El diputado Alfonso de Urresti manifestó la necesidad de que autoridades tanto regionales como de gobierno puedan interceder y concretar un diálogo entre las partes en conflicto.

“Esperamos que la ministra del Trabajo junto al obispo Ezzati y el intendente de la región del Bío Bío, puedan generar una mesa de trabajo en la que se pueda reincorporar a los trabajadores que han participado en el movimiento y buscar una solución al problema que afecta a la industria forestal en su conjunto y que tiene que buscar una perspectiva de solución. Aquí no se puede despedir gente sólo por haber reclamado sus derechos”, sentenció el legislador.

Urresti insistió además que se deben mejorar las políticas públicas laborales y ambientales, que tradicionalmente, han presentado graves deficiencias dentro de este rubro.

Este conflicto se inició con la petición de los subcontratados  de un aumento salarial de 80 mil pesos, lo que desencadenó una serie de despedidos en las empresas externas. Por lo mismo, se solicitó la intervención de diversos actores, como el arzobispo de Concepción, monseñor Ricardo Ezzati,  quien se ha desempeñado como facilitador del diálogo entre los trabajadores y la empresa.