Subcontratistas de Escondida buscan reajuste de salarios


Los millonarios beneficios económicos conseguidos por los trabajadores de planta de Escondida y Spence siguen generado altas expectativas al interior del movimiento sindical de la minería privada.

Teniendo en cuenta los precedentes generados en las negociaciones pasadas, los trabajadores subcontratados liderados por Cristián Cuevas,  planean iniciar próximamente un movimiento en demanda de mejores remuneraciones, bonos, pero también beneficios sociales en salud, vivienda o educación.

El movimiento apunta a lograr que los subcontratistas obtengan una fracción de los millonarios bonos que recibieron los trabajadores directos de las mineras del grupo angloaustraliano. En ese sentido, pedirían entre el 15 al 25 por ciento de lo que se les dio a los empleados directos de Escondida.

Para superar las diferencias entre los empleados directos y los subcontratistas de la minería privada, la Confederación de Trabajadores del Cobre del Cobre ha iniciado un proceso de diálogo con los empresarios del sector, instancia que hasta la fecha no ha tenido avances concretos. Ante esto, el vocero y vicepresidente del gremio, Manuel Ahumada, amenazó con radicalizar las peticiones de los trabajadores.

“Le hemos hecho un petitorio a la mandanza, un acuerdo marco, le hemos enviado a través del ministro de Minería al consejo minero, señales de poder instalar una mesa de negociación, lo cual no hemos tenido una respuesta y por lo tanto, a nivel público seguimos haciendo este llamado, de lo contrario, vamos a tener que, lamentablemente, caer en lo mismo, en movilizar a los trabajadores, para poder instalar esta negociación que es totalmente legítima”, afirmó Ahumada.

El presidente de la Federación Minera de Chile, Pedro Marín, tildó de legítimas las aspiraciones del movimiento de los subcontratados, sin embargo, expresó su preocupación por la ausencia de un petitorio claro.

“Considero legítimo aspirar a un mejor estándar de vida. Creo que esos trabajadores también tienen merecimientos suficientes para participar de mejor manera en las utilidades de esas compañías, pero mi preocupación es en torno a… entiendo que hay un movimiento que se inicia, espero que tenga un propósito claro, sustento, que lo destaque y lo mantenga adelante”, señaló Marín.

Por su parte, el director del Centro de Estudios del Cobre, Juan Carlos Guajardo, sostuvo que las demandas por mejoras salariales de los trabajadores de planta y los subcontratistas de Escondida se ajustan a la productividad y los buenos resultados financieros de la cuprífera privada.

“El acuerdo de Escondida fue bastante significativo en cuanto a los montos y esto plantea una cuestión importante, que Escondida tiene la posibilidad de entregar estos beneficios, porque los resultados actuales y futuros esperados son bastantes buenos. Y en ese sentido, hay una legitimidad de los trabajadores de participar en las buenas perspectivas de esa empresa, obtener beneficios de su alta productividad”, dijo Guajardo.

En octubre los operarios directos de Escondida recibieron un bono de catorce millones de pesos por término de conflicto, el más alto otorgado por una minera en el país; un crédito blando por 3,5 millones de pesos; beneficios en educación y salud, además de un reajuste salarial del 5 por ciento.
 





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