Los sindicatos uno, dos y tres de la división Codelco Norte de Chuquimata, que reúnen a unas cinco mil 900 personas, decidieron romper el diálogo en el proceso de negociación colectiva, luego que la empresa ofreciera subir bonos a cambio de reducir beneficios laborales.
Y como rechazo a la propuesta de la compañía, los trabajadores paralizaron este miércoles todas las faenas del yacimiento cuprífero y bloquearon el acceso de la mina, lo que evitó la entrada de los turnos.
El objetivo de la administración de la división Norte, que dirige Sergio Jarpa, es bajar los costos de operaciones y, de esta forma, adecuar esa parte de la empresa a las caídas de leyes (pureza) del mineral y cambios estructurales que se avecinan en los próximos años.
La presidenta del sindicato número uno de la minera estatal, Cecilia González, enfatizó que mantendrán las movilizaciones si la estatal mantiene su intención de retirar beneficios tales como el pago de servicios básicos, reducir las vacaciones de 26 a 18 días, fijar un contrato colectivo por 44 meses y ofrecer un reajuste del uno por ciento.
“Tenemos un contrato colectivo que ha costado años de negociaciones, lucha y desgaste y no estamos dispuestos a cambiarlo de la noche a la mañana porque a alguien se le ocurrió que se pueden rebajar los costos a través de las remuneraciones de los trabajadores. Creemos que esto puede ir de menos a más y no lo vamos a permitir”, enfatizó González.
Los dirigentes están pidiendo que las autoridades se comprometan con un documento firmado para preservar los beneficios planteados en el vigente proceso de negociación colectiva.
En tanto, desde las planas ejecutivas centrales de la empresa lamentaron la paralización de obras en Chuquicamata y aseguraron que el hecho afecta las metas de producción de la empresa.
En Santiago, el vicepresidente ejecutivo de la cuprífera, José Pablo Arellano, rechazó el bloqueo en medio de una negociación colectiva y sostuvo que Codelco ha realizado enormes esfuerzos en un año marcado por la crisis.
“Espero que esto se normalice lo antes posible porque causa un daño a los propios trabajadores y a todo el país. Hemos tenido un año en que en Chuquicamata y en el conjunto de Codelco, se han hecho grandes esfuerzos para enfrentar un año que ha sido difícil y no podemos empañar esos buenos resultados con estas situaciones de fuerza”, señaló Arellano.
Según las normas del proceso de negociación, este periodo debería concluir el próximo 28 de diciembre, mientras que el sindicato número cinco de la operación Radomiro Tomic iniciará este procedimiento en febrero.
Además, cabe destacar que más del 90 por ciento de los empleados de Chuquicamata están formando parte de esta discusión.
Los sindicatos uno, dos y tres de la división Codelco Norte de Chuquimata, que reúnen a unas cinco mil 900 personas, decidieron romper el diálogo en el proceso de negociación colectiva, luego que la empresa ofreciera subir bonos a cambio de reducir beneficios laborales.
Y como rechazo a la propuesta de la compañía, los trabajadores paralizaron este miércoles todas las faenas del yacimiento cuprífero y bloquearon el acceso de la mina, lo que evitó la entrada de los turnos.
El objetivo de la administración de la división Norte, que dirige Sergio Jarpa, es bajar los costos de operaciones y, de esta forma, adecuar esa parte de la empresa a las caídas de leyes (pureza) del mineral y cambios estructurales que se avecinan en los próximos años.
La presidenta del sindicato número uno de la minera estatal, Cecilia González, enfatizó que mantendrán las movilizaciones si la estatal mantiene su intención de retirar beneficios tales como el pago de servicios básicos, reducir las vacaciones de 26 a 18 días, fijar un contrato colectivo por 44 meses y ofrecer un reajuste del uno por ciento.
“Tenemos un contrato colectivo que ha costado años de negociaciones, lucha y desgaste y no estamos dispuestos a cambiarlo de la noche a la mañana porque a alguien se le ocurrió que se pueden rebajar los costos a través de las remuneraciones de los trabajadores. Creemos que esto puede ir de menos a más y no lo vamos a permitir”, enfatizó González.
Los dirigentes están pidiendo que las autoridades se comprometan con un documento firmado para preservar los beneficios planteados en el vigente proceso de negociación colectiva.
En tanto, desde las planas ejecutivas centrales de la empresa lamentaron la paralización de obras en Chuquicamata y aseguraron que el hecho afecta las metas de producción de la empresa.
En Santiago, el vicepresidente ejecutivo de la cuprífera, José Pablo Arellano, rechazó el bloqueo en medio de una negociación colectiva y sostuvo que Codelco ha realizado enormes esfuerzos en un año marcado por la crisis.
“Espero que esto se normalice lo antes posible porque causa un daño a los propios trabajadores y a todo el país. Hemos tenido un año en que en Chuquicamata y en el conjunto de Codelco, se han hecho grandes esfuerzos para enfrentar un año que ha sido difícil y no podemos empañar esos buenos resultados con estas situaciones de fuerza”, señaló Arellano.
Según las normas del proceso de negociación, este periodo debería concluir el próximo 28 de diciembre, mientras que el sindicato número cinco de la operación Radomiro Tomic iniciará este procedimiento en febrero.
Además, cabe destacar que más del 90 por ciento de los empleados de Chuquicamata están formando parte de esta discusión.
Los sindicatos uno, dos y tres de la división Codelco Norte de Chuquimata, que reúnen a unas cinco mil 900 personas, decidieron romper el diálogo en el proceso de negociación colectiva, luego que la empresa ofreciera subir bonos a cambio de reducir beneficios laborales.
Y como rechazo a la propuesta de la compañía, los trabajadores paralizaron este miércoles todas las faenas del yacimiento cuprífero y bloquearon el acceso de la mina, lo que evitó la entrada de los turnos.
El objetivo de la administración de la división Norte, que dirige Sergio Jarpa, es bajar los costos de operaciones y, de esta forma, adecuar esa parte de la empresa a las caídas de leyes (pureza) del mineral y cambios estructurales que se avecinan en los próximos años.
La presidenta del sindicato número uno de la minera estatal, Cecilia González, enfatizó que mantendrán las movilizaciones si la estatal mantiene su intención de retirar beneficios tales como el pago de servicios básicos, reducir las vacaciones de 26 a 18 días, fijar un contrato colectivo por 44 meses y ofrecer un reajuste del uno por ciento.
“Tenemos un contrato colectivo que ha costado años de negociaciones, lucha y desgaste y no estamos dispuestos a cambiarlo de la noche a la mañana porque a alguien se le ocurrió que se pueden rebajar los costos a través de las remuneraciones de los trabajadores. Creemos que esto puede ir de menos a más y no lo vamos a permitir”, enfatizó González.
Los dirigentes están pidiendo que las autoridades se comprometan con un documento firmado para preservar los beneficios planteados en el vigente proceso de negociación colectiva.
En tanto, desde las planas ejecutivas centrales de la empresa lamentaron la paralización de obras en Chuquicamata y aseguraron que el hecho afecta las metas de producción de la empresa.
En Santiago, el vicepresidente ejecutivo de la cuprífera, José Pablo Arellano, rechazó el bloqueo en medio de una negociación colectiva y sostuvo que Codelco ha realizado enormes esfuerzos en un año marcado por la crisis.
“Espero que esto se normalice lo antes posible porque causa un daño a los propios trabajadores y a todo el país. Hemos tenido un año en que en Chuquicamata y en el conjunto de Codelco, se han hecho grandes esfuerzos para enfrentar un año que ha sido difícil y no podemos empañar esos buenos resultados con estas situaciones de fuerza”, señaló Arellano.
Según las normas del proceso de negociación, este periodo debería concluir el próximo 28 de diciembre, mientras que el sindicato número cinco de la operación Radomiro Tomic iniciará este procedimiento en febrero.
Además, cabe destacar que más del 90 por ciento de los empleados de Chuquicamata están formando parte de esta discusión.
