El Ejecutivo concentró en esta urgente petición los planteamientos que llevará la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, a la Cumbre de Cambio Climático en Copenhague, que busca frenar el calentamiento global.
Chile demandará que se disminuya la emisión de gases de efecto invernadero desde las naciones desarrolladas, especialmente de las superpotencias como China y los Estados Unidos.
Así lo planteará a nombre del gobierno chileno la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, quien viaja rumbo a Dinamarca, país donde se realiza el encuentro sobre cambio climático, luego de reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet y el canciller Mariano Fernández.
"Los países desarrollados tienen la obligación de reducir emisiones en sus propios territorios y tienen la obligación de contribuir con el financiamiento para la adaptación y la mitigación de los gases de efecto invernadero en los países en vías de desarrollo", enfatizó Uriarte.
Durante los días que restan de encuentro en la capital de la nación escandinava y que culmina el próximo viernes, las delegaciones de los 192 países propondrán la aplicación de diferentes políticas frente al incremento sostenido de las temperaturas que tiene nefastos efectos sobre el ambiente, e incluso, pone en riesgo la propia existencia humana.
Chile es precisamente una nación vulnerable y, por lo tanto, precisa de medidas que apunten a revertir el aumento de la temperatura en el planeta, para lo cual también está dispuesto a hacer los esfuerzos que sean necesarios, precisó Ana Lya Uriarte.
"Chile es un país en vías de desarrollo, es un país pequeño, es un país vulnerable al cambio climático y aporta muy poco de los gases de efecto invernadero, sin embargo, estamos dispuestos a enfrentar la lucha contra el cambio climático con todos los instrumentos de política pública que disponemos", subrayó la ministra.
El mandato entregado por Bachelet a la ministra de Medio Ambiente para la reunión de cambio climático busca colocar a Chile como un país que allane el camino a un entendimiento entre las diferentes posturas, aunque necesariamente que pasen por la reducción de las emisiones para ayudar a bajar las temperaturas que provocan preocupantes efectos, tanto en la agricultura como en el nivel de los mares, entre otros.
Continúan las negociaciones
En Copenhague, en tanto, una cincuentena de ministros de Medio Ambiente se reunieron con la presidenta de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la danesa Connie Hedegaard, para aunar posturas sobre un acuerdo que regule las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Las "consultas informales", en el ministerio danés de Asuntos Exteriores, se desarrollaron sin que transcendieran detalles sobre un acercamiento entre los países ricos y pobres en materia de financiación de aquellos a estos por los daños derivados de las emisiones durante décadas.
La razón del silencio oficial era el receso dominical que se tomó la conferencia, en su séptimo día, en una fase decisiva de las negociaciones, que parten de un borrador de siete páginas entregado a las 192 delegaciones participantes en la cumbre.
El borrador que circula desde el sábado en la cumbre prevé un recorte global de las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 50 y el 95 por ciento hasta el año 2050, entre otras medidas para reducir las emisiones de (CO2).
El tiempo apremia puesto que son esperados hasta la clausura de la cumbre, el 18 de diciembre, más de 110 jefes de Estado y de gobierno para la posible firma de un acuerdo vinculante.
El Ejecutivo concentró en esta urgente petición los planteamientos que llevará la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, a la Cumbre de Cambio Climático en Copenhague, que busca frenar el calentamiento global.
Chile demandará que se disminuya la emisión de gases de efecto invernadero desde las naciones desarrolladas, especialmente de las superpotencias como China y los Estados Unidos.
Así lo planteará a nombre del gobierno chileno la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, quien viaja rumbo a Dinamarca, país donde se realiza el encuentro sobre cambio climático, luego de reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet y el canciller Mariano Fernández.
"Los países desarrollados tienen la obligación de reducir emisiones en sus propios territorios y tienen la obligación de contribuir con el financiamiento para la adaptación y la mitigación de los gases de efecto invernadero en los países en vías de desarrollo", enfatizó Uriarte.
Durante los días que restan de encuentro en la capital de la nación escandinava y que culmina el próximo viernes, las delegaciones de los 192 países propondrán la aplicación de diferentes políticas frente al incremento sostenido de las temperaturas que tiene nefastos efectos sobre el ambiente, e incluso, pone en riesgo la propia existencia humana.
Chile es precisamente una nación vulnerable y, por lo tanto, precisa de medidas que apunten a revertir el aumento de la temperatura en el planeta, para lo cual también está dispuesto a hacer los esfuerzos que sean necesarios, precisó Ana Lya Uriarte.
"Chile es un país en vías de desarrollo, es un país pequeño, es un país vulnerable al cambio climático y aporta muy poco de los gases de efecto invernadero, sin embargo, estamos dispuestos a enfrentar la lucha contra el cambio climático con todos los instrumentos de política pública que disponemos", subrayó la ministra.
El mandato entregado por Bachelet a la ministra de Medio Ambiente para la reunión de cambio climático busca colocar a Chile como un país que allane el camino a un entendimiento entre las diferentes posturas, aunque necesariamente que pasen por la reducción de las emisiones para ayudar a bajar las temperaturas que provocan preocupantes efectos, tanto en la agricultura como en el nivel de los mares, entre otros.
Continúan las negociaciones
En Copenhague, en tanto, una cincuentena de ministros de Medio Ambiente se reunieron con la presidenta de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la danesa Connie Hedegaard, para aunar posturas sobre un acuerdo que regule las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Las "consultas informales", en el ministerio danés de Asuntos Exteriores, se desarrollaron sin que transcendieran detalles sobre un acercamiento entre los países ricos y pobres en materia de financiación de aquellos a estos por los daños derivados de las emisiones durante décadas.
La razón del silencio oficial era el receso dominical que se tomó la conferencia, en su séptimo día, en una fase decisiva de las negociaciones, que parten de un borrador de siete páginas entregado a las 192 delegaciones participantes en la cumbre.
El borrador que circula desde el sábado en la cumbre prevé un recorte global de las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 50 y el 95 por ciento hasta el año 2050, entre otras medidas para reducir las emisiones de (CO2).
El tiempo apremia puesto que son esperados hasta la clausura de la cumbre, el 18 de diciembre, más de 110 jefes de Estado y de gobierno para la posible firma de un acuerdo vinculante.
El Ejecutivo concentró en esta urgente petición los planteamientos que llevará la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, a la Cumbre de Cambio Climático en Copenhague, que busca frenar el calentamiento global.
Chile demandará que se disminuya la emisión de gases de efecto invernadero desde las naciones desarrolladas, especialmente de las superpotencias como China y los Estados Unidos.
Así lo planteará a nombre del gobierno chileno la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, quien viaja rumbo a Dinamarca, país donde se realiza el encuentro sobre cambio climático, luego de reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet y el canciller Mariano Fernández.
"Los países desarrollados tienen la obligación de reducir emisiones en sus propios territorios y tienen la obligación de contribuir con el financiamiento para la adaptación y la mitigación de los gases de efecto invernadero en los países en vías de desarrollo", enfatizó Uriarte.
Durante los días que restan de encuentro en la capital de la nación escandinava y que culmina el próximo viernes, las delegaciones de los 192 países propondrán la aplicación de diferentes políticas frente al incremento sostenido de las temperaturas que tiene nefastos efectos sobre el ambiente, e incluso, pone en riesgo la propia existencia humana.
Chile es precisamente una nación vulnerable y, por lo tanto, precisa de medidas que apunten a revertir el aumento de la temperatura en el planeta, para lo cual también está dispuesto a hacer los esfuerzos que sean necesarios, precisó Ana Lya Uriarte.
"Chile es un país en vías de desarrollo, es un país pequeño, es un país vulnerable al cambio climático y aporta muy poco de los gases de efecto invernadero, sin embargo, estamos dispuestos a enfrentar la lucha contra el cambio climático con todos los instrumentos de política pública que disponemos", subrayó la ministra.
El mandato entregado por Bachelet a la ministra de Medio Ambiente para la reunión de cambio climático busca colocar a Chile como un país que allane el camino a un entendimiento entre las diferentes posturas, aunque necesariamente que pasen por la reducción de las emisiones para ayudar a bajar las temperaturas que provocan preocupantes efectos, tanto en la agricultura como en el nivel de los mares, entre otros.
Continúan las negociaciones
En Copenhague, en tanto, una cincuentena de ministros de Medio Ambiente se reunieron con la presidenta de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la danesa Connie Hedegaard, para aunar posturas sobre un acuerdo que regule las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Las "consultas informales", en el ministerio danés de Asuntos Exteriores, se desarrollaron sin que transcendieran detalles sobre un acercamiento entre los países ricos y pobres en materia de financiación de aquellos a estos por los daños derivados de las emisiones durante décadas.
La razón del silencio oficial era el receso dominical que se tomó la conferencia, en su séptimo día, en una fase decisiva de las negociaciones, que parten de un borrador de siete páginas entregado a las 192 delegaciones participantes en la cumbre.
El borrador que circula desde el sábado en la cumbre prevé un recorte global de las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 50 y el 95 por ciento hasta el año 2050, entre otras medidas para reducir las emisiones de (CO2).
El tiempo apremia puesto que son esperados hasta la clausura de la cumbre, el 18 de diciembre, más de 110 jefes de Estado y de gobierno para la posible firma de un acuerdo vinculante.
