Más del mitad de los jóvenes chilenos están endeudados. Así lo indicó la encuesta sobre endeudamiento juvenil del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). Pero esto no es todo. Según el estudio, seis de cada diez, deja de pagar la deuda, convirtiéndose en un moroso más de los miles que existen en el país.
La muestra fue tomada a más de cuatro mil personas, hombres y mujeres entre 15 y 29 años, de todos los sectores socioeconómicos, tanto en la zona rural como la urbana.
El texto destaca que el 16,7 por ciento de las personas entre 15 y 19 años, tiene deudas impagas o por pagar. La mayor parte de ellos no percibe ingresos y son sus padres los que suelen cargar con la deuda.
Para Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecus), al aumentar su capacidad de consumo, los jóvenes suelen contraer deudas con altas tasas de interés.
“Existe una gran irresponsabilidad de las empresas de retail que andan, en definitiva, repartiendo las tarjetas otorgando acceso al crédito para los jóvenes. Lo que se pide es no tener antecedentes comerciales, pero cuando esa persona quiera pedir otro crédito no va a tener la posibilidad porque las moras pasan directamente a Dicom”, precisó Larenas.
De acuerdo a las cifras de la Injuv, el mayor gasto se produce en consumo, seguido por las tarjetas de crédito y los créditos de educación e hipotecarios. Esta cifra sería levemente superior en mujeres que en hombres y es mayor en la clase media, principalmente en jóvenes con educación técnica.
Juan Eduardo Faúndez, director de esta organización, llamó a retomar un proyecto de ley dormido en el Parlamento, donde las bancas y tiendas comerciales asumen cierto nivel de riesgo para otorgar un plazo de cinco a siete años a los jóvenes antes de enviarlos al boletín comercial.
Esta medida podría romper el círculo vicioso ya que, según indican, a los 23 años se genera un sueldo más estable que puede permitir, con los papeles limpios, acceder a créditos que ayuden a adquirir una vivienda o generar una microempresa.
Es por eso que a pocos días de la navidad, el director del Injuv hizo un llamado a consumir de forma responsable para generar una verdadera cultura de endeudamiento en nuestro país.
“Queremos apelar al endeudamiento responsable donde la familia y el joven conversen de estos temas, pero también al sector privado, que es el que entrega el crédito, para que sea más certero. Pedimos que colabore con la lógica de una cultura de endeudamiento. Estamos hablando de un millón 300 mil jóvenes que están endeudados con morosidad en Chile y esperamos que eso no aumente con lo que pasa en los días previos a la navidad”, afirmó la autoridad.
Los expertos señalan que la responsabilidad debe ser compartida. Por un lado está el consumidor, que debe ser consciente al asumir deudas, por otro las empresas, que brindan créditos a quien no puede asumirlos y, finalmente, el sector político, que debe aprobar normas que permitan romper definitivamente este círculo vicioso.
Más del mitad de los jóvenes chilenos están endeudados. Así lo indicó la encuesta sobre endeudamiento juvenil del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). Pero esto no es todo. Según el estudio, seis de cada diez, deja de pagar la deuda, convirtiéndose en un moroso más de los miles que existen en el país.
La muestra fue tomada a más de cuatro mil personas, hombres y mujeres entre 15 y 29 años, de todos los sectores socioeconómicos, tanto en la zona rural como la urbana.
El texto destaca que el 16,7 por ciento de las personas entre 15 y 19 años, tiene deudas impagas o por pagar. La mayor parte de ellos no percibe ingresos y son sus padres los que suelen cargar con la deuda.
Para Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecus), al aumentar su capacidad de consumo, los jóvenes suelen contraer deudas con altas tasas de interés.
“Existe una gran irresponsabilidad de las empresas de retail que andan, en definitiva, repartiendo las tarjetas otorgando acceso al crédito para los jóvenes. Lo que se pide es no tener antecedentes comerciales, pero cuando esa persona quiera pedir otro crédito no va a tener la posibilidad porque las moras pasan directamente a Dicom”, precisó Larenas.
De acuerdo a las cifras de la Injuv, el mayor gasto se produce en consumo, seguido por las tarjetas de crédito y los créditos de educación e hipotecarios. Esta cifra sería levemente superior en mujeres que en hombres y es mayor en la clase media, principalmente en jóvenes con educación técnica.
Juan Eduardo Faúndez, director de esta organización, llamó a retomar un proyecto de ley dormido en el Parlamento, donde las bancas y tiendas comerciales asumen cierto nivel de riesgo para otorgar un plazo de cinco a siete años a los jóvenes antes de enviarlos al boletín comercial.
Esta medida podría romper el círculo vicioso ya que, según indican, a los 23 años se genera un sueldo más estable que puede permitir, con los papeles limpios, acceder a créditos que ayuden a adquirir una vivienda o generar una microempresa.
Es por eso que a pocos días de la navidad, el director del Injuv hizo un llamado a consumir de forma responsable para generar una verdadera cultura de endeudamiento en nuestro país.
“Queremos apelar al endeudamiento responsable donde la familia y el joven conversen de estos temas, pero también al sector privado, que es el que entrega el crédito, para que sea más certero. Pedimos que colabore con la lógica de una cultura de endeudamiento. Estamos hablando de un millón 300 mil jóvenes que están endeudados con morosidad en Chile y esperamos que eso no aumente con lo que pasa en los días previos a la navidad”, afirmó la autoridad.
Los expertos señalan que la responsabilidad debe ser compartida. Por un lado está el consumidor, que debe ser consciente al asumir deudas, por otro las empresas, que brindan créditos a quien no puede asumirlos y, finalmente, el sector político, que debe aprobar normas que permitan romper definitivamente este círculo vicioso.
Más del mitad de los jóvenes chilenos están endeudados. Así lo indicó la encuesta sobre endeudamiento juvenil del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). Pero esto no es todo. Según el estudio, seis de cada diez, deja de pagar la deuda, convirtiéndose en un moroso más de los miles que existen en el país.
La muestra fue tomada a más de cuatro mil personas, hombres y mujeres entre 15 y 29 años, de todos los sectores socioeconómicos, tanto en la zona rural como la urbana.
El texto destaca que el 16,7 por ciento de las personas entre 15 y 19 años, tiene deudas impagas o por pagar. La mayor parte de ellos no percibe ingresos y son sus padres los que suelen cargar con la deuda.
Para Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecus), al aumentar su capacidad de consumo, los jóvenes suelen contraer deudas con altas tasas de interés.
“Existe una gran irresponsabilidad de las empresas de retail que andan, en definitiva, repartiendo las tarjetas otorgando acceso al crédito para los jóvenes. Lo que se pide es no tener antecedentes comerciales, pero cuando esa persona quiera pedir otro crédito no va a tener la posibilidad porque las moras pasan directamente a Dicom”, precisó Larenas.
De acuerdo a las cifras de la Injuv, el mayor gasto se produce en consumo, seguido por las tarjetas de crédito y los créditos de educación e hipotecarios. Esta cifra sería levemente superior en mujeres que en hombres y es mayor en la clase media, principalmente en jóvenes con educación técnica.
Juan Eduardo Faúndez, director de esta organización, llamó a retomar un proyecto de ley dormido en el Parlamento, donde las bancas y tiendas comerciales asumen cierto nivel de riesgo para otorgar un plazo de cinco a siete años a los jóvenes antes de enviarlos al boletín comercial.
Esta medida podría romper el círculo vicioso ya que, según indican, a los 23 años se genera un sueldo más estable que puede permitir, con los papeles limpios, acceder a créditos que ayuden a adquirir una vivienda o generar una microempresa.
Es por eso que a pocos días de la navidad, el director del Injuv hizo un llamado a consumir de forma responsable para generar una verdadera cultura de endeudamiento en nuestro país.
“Queremos apelar al endeudamiento responsable donde la familia y el joven conversen de estos temas, pero también al sector privado, que es el que entrega el crédito, para que sea más certero. Pedimos que colabore con la lógica de una cultura de endeudamiento. Estamos hablando de un millón 300 mil jóvenes que están endeudados con morosidad en Chile y esperamos que eso no aumente con lo que pasa en los días previos a la navidad”, afirmó la autoridad.
Los expertos señalan que la responsabilidad debe ser compartida. Por un lado está el consumidor, que debe ser consciente al asumir deudas, por otro las empresas, que brindan créditos a quien no puede asumirlos y, finalmente, el sector político, que debe aprobar normas que permitan romper definitivamente este círculo vicioso.
