Una nueva alza de los aranceles enfrentarán cientos de estudiantes de universidades estatales, debido a que el presupuesto del próximo año debe financiar el reajuste salarial de 4, 5 por ciento que sus funcionarios acordaron en la última negociación con el gobierno y para la que el Estado otorga sólo un 1,5 por ciento a los planteles.

Hace varias semanas que los funcionarios públicos pusieron fin a sus movilizaciones, luego de llegar a un acuerdo con el gobierno de aumentar sus salarios en un 4, 5 por ciento.

Y aunque para los funcionarios es beneficioso, las consecuencias de este acuerdo las sufrirán los estudiantes de universidades estatales, quienes verán aumentodos sus aranceles, pues estas instituciones deben correr con  los gastos que genera el reajuste salarial de sus trabajadores. 

Para 2010 el gobierno sólo financiará el aumento de gasto en un 1,5 por ciento, mientras  el 3 por ciento restante debe salir del presupuesto o bien del alza de aranceles. ¿Cómo se explica que las universidades estatales deban financiar el acuerdo al que llegó el gobierno con sus funcionarios?

Rodrigo Cornejo, coordinador general del Observatorio de Políticas Educativas (Opech), culpa de esta incongruencia a la institucionalidad del autofinanciamiento, que termina por desdibujar a la universidad pública.

“Se explica por la institucionalidad y el marco regulatorio en el cual están sumidos el sistema de educación superior, porque las universidades del Estado no están siendo financiadas en un porcentaje suficiente por su administrador, que es el Estado. Es por eso que la Unesco, por ejemplo, en el Informe de Educación Superior del año 2008, plantea que Chile no tiene educación superior pública y ese es el caso que estamos viviendo, que nuestra universidad se dice pública, pero se enfrenta a la disyuntiva que tiene que autofinanciarse, tiene que financiar un reajuste, no le llegan los recursos y se opta por subir los aranceles”, afirmó Cornejo.

Tal situación obliga a las universidades estatales a reorganizar su presupuesto. Mientras la Universidad del Bío Bío aumentará solo en un 2 por ciento los aranceles de sus alumnos antiguos, la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) optó por congelarlos, gracias al retiro voluntario de docentes y administrativos, lo que si bien reduce el gasto, también precariza la calidad educacional.

La Universidad de Chile sólo recibe un 14 por ciento de su presupuesto de las arcas estatales. El resto lo obtiene gracias al autofinanciamiento, cuya principal fuente son los aranceles estudiantiles.

Ante este escenario el rector de la Casa de Estudios, Víctor Pérez, trabaja hace un tiempo, junto a otros actores de la educación pública, para conseguir mayor financiamiento, en un movimiento creciente que exige que de una vez por todas el Estado se haga cargo de sus universidades.

El prorrector Jorge Las Heras, explicó que la situación se debe a que el déficit que provocará el reajuste de los funcionarios tiene que ser compensado de alguna manera y  sólo es posible mediante el alza de aranceles.

“El alza de aranceles tiene un razón muy clara,  que va de la mano de los sueldos que tiene que pagar la universidad, en términos del reajuste que les corresponde este año que es más que el IPC (Índice de Precios al Consumidor), es el ajuste fiscal que se les entrega a los funcionarios. La universidad no recibe ese aporte directo a través del gobierno y, por lo tanto, tiene que compensar ese déficit con la subida de aranceles”, aseguró Las Heras.

Para tranquilidad de los estudiantes de condición socioeconómica más vulnerable, en las últimas conversaciones entre el gobierno y el Consorcio de Universidades Estatales se definió no cobrar ni un peso por concepto de arancel a los alumnos de los dos primeros quintiles.

El problema ahora es con los estudiantes del tercer y cuarto quintil que no acceden a este beneficio y cuya única alternativa de financiamiento son los créditos, pagando a largo plazo, más que ningún otro sector.

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), propuso el arancel diferenciado, pensando sobre todo en estos estudiantes de clase media que no tienen ayuda económica. Pero la Universidad rechazó la idea de la federación estudiantil, según explicó su presidente Julio Sarmiento, quien anunció movilizaciones para el próximo año.

“Nuestra propuesta significaba una beca que cubriera la brecha entre el arancel y el arancel de referencia para los dos primeros quintiles, la mitad de la brecha para el tercer quintil y el reajuste del cuarto. La idea era que se llamara ‘arancel diferenciado’ para tratar de consagrar este espíritu que los que tienen más paguen más y los que tienen menos paguen menos, pero Rectoría no estuvo de acuerdo en esas condiciones, el Consejo aprobó el alza y nosotros quedamos con la disposición y el respaldo de nuestros estudiantes para movilizarnos y conseguir la voluntad política que este año a través de la mesa no logramos conseguir”, sostuvo Sarmiento.

La disminución progresiva de financiamiento estatal, la falta de acuerdo entre las partes y el encarecimiento del arancel agudiza la brecha socioeconómica que determina hoy la educación en nuestro país. Sin duda, uno de los temas más urgentes para la agenda del próximo gobierno.