Reposición de impuesto a timbres y estampillas dificultaría acceso a créditos para las Pymes

Este primero de enero vuelve de manera sistemática el cobro del denominado impuesto de timbres y estampillas, que se aplica sobre todos los actos u operaciones bancarias y financieras. En este contexto, los analistas plantean que la prioridad debe ser la velocidad de recuperación de la economía y reducir los costos financieros para las empresas para la creación de puestos de trabajo.


Este primero de enero vuelve de manera sistemática el cobro del denominado impuesto de timbres y estampillas, que se aplica sobre todos los actos u operaciones bancarias y financieras. En este contexto, los analistas plantean que la prioridad debe ser la velocidad de recuperación de la economía y reducir los costos financieros para las empresas para la creación de puestos de trabajo.

El plazo finalmente se cumplió. Este primero de enero vuelve de manera sistemática el cobro del denominado impuesto de timbres y estampillas, que se aplica sobre todos los actos u operaciones bancarias y financieras.

De acuerdo a la normativa del ministerio de Hacienda, el gravamen debiera elevarse desde 0 a 0,6 por ciento a partir del 1 de enero de 2010 y hasta el 30 de junio del mismo año, fecha en la cual vuelve a su nivel normal.

Esta tributación estuvo en suspensión desde el 1 de octubre de 2008, como una manera de apoyar a la reactivación económica en el marco de la crisis global y también pensando en dar incentivos para la compra de viviendas y créditos de consumo.

En este contexto, los expertos plantean que la prioridad por ahora debe ser la velocidad de recuperación de la economía y reducir los costos financieros para las empresas para la creación de puestos de trabajo.

El economista de Aserta, Hernán Frigolet, sostuvo que la reposición de este gravamen tendrá un efecto al alza sobre el Indice de Precios al Consumidor (IPC) y dificultará el financiamiento de sectores productivos donde todavía es lento del proceso de reactivación.

“Cuando bajó el impuesto tuvo un efecto importante en el IPC y ahora al reponerlo va a ser lo contrario. Por otro lado, se encarecen todas las operaciones de crédito hipotecario y, por ende, se va a dificultar más el acceso a las compras de viviendas nuevas o usadas”, indicó el experto.

A su vez, el vicepresidente del Consejo Nacional de la Pequeña y la Mediana Empresa (Conapyme), Iván Vuskovic, calificó de errónea la decisión del gobierno de reponer el cobro del impuesto de timbres y estampillas. “No es una buena idea volver sobre este tema. Es malo porque traba las operaciones más pequeñas y eso complica el acceso al crédito de las pymes”, dijo.

En el gremio señalan que, si bien, la situación de rebaja de tasas de interés ha tendido a normalizarse aún continúan restricciones para acceder a financiamiento bancario.

Contrario al planteamiento de las Pymes y de los agentes privados, el analista de BanChile Inversiones, Rodrigo Aravena, se mostró partidario de volver a la original estructura tributaria, señalando que el término de la exención de timbres y estampillas ayudará a costear el déficit fiscal que se prevé para el 2010.

“Hay que considerar que para el próximo año, el gobierno va a necesitar un gasto fiscal cercano a un 4,3 por ciento. Eso implica que vamos a tener un déficit, que sería mucho más grande si es que no se suben los impuestos. Por un tema de responsabilidad fiscal, considerando que el déficit sería mucho mayor si es que nuevamente se acelera el gasto con un recorte adicional de impuesto, es obligación del gobierno traer más dólares del resto del mundo, usar los dineros del cobre y esa no es la mejor solución”, precisó Aravena.

Respecto de los créditos a plazo, a partir del 1 de julio de 2010 la tasa del impuesto de timbres y estampillas será de 0,1 con tope de 1,2 por ciento.





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