El gobierno negó que la aceleración puesta a algunos proyectos de ley en el Congreso responda a una maniobra de carácter electoral para captar los votos del sector simpatizante de Marco Enríquez Ominami.
Desde la Alianza por Chile, surgieron fuertes críticas luego que La Moneda decidiera apurar la tramitación del proyecto de Fortalecimiento de la Educación Pública y la Reforma Constitucional que permitiría la inscripción automática y voto voluntario de los chilenos.
La ministra vocera de gobierno, Pilar Armanet, salió al paso de los cuestionamientos y aseguró que ambas iniciativas siguen su trámite legislativo normal.
La secretaria de Estado explicó que el gobierno esperó despachar el proyecto de ley de Agencia de Calidad de la Educación para ponerle urgencia a la iniciativa de Fortalecimiento y agregó que “respecto del proyecto de inscripción automática y voto voluntario, todavía tenemos una diferencia importante con la oposición en lo que se refiere al voto en el extranjero”.
En ese sentido, la portavoz del Ejecutivo manifestó que “creemos, y el gobierno sostiene, que los chilenos deben tener ese derecho que se les garantizó en la reforma constitucional del 2005. No hemos avanzado en la búsqueda de un acuerdo porque es un asunto de principios”.
Armanet explicó que el proyecto de Inscripción Automática y Voto Voluntario es una iniciativa técnica en la que trabaja un grupo especialista establecido en la comisión parlamentaria y coordinado por el subsecretario General de la Presidencia, Edgardo Riveros, desde el que se envió una indicación sustitutiva, es decir, un nuevo texto que cambia íntegramente el original, que fue ingresada al Congreso por el Ejecutivo.