Estimado don Juan Pablo:
La última “obra” de don José Galiano, para su conocimiento.
Las Bienaventuranzas de San Sebastián
Mirad siempre y sin temor
hacia el futuro;
porque sobre el pasado,
les sugiero – por vuestra salvación –
morir callados.
¿Qué importa si hubo miseria y pena,
muerte y tortura?
¡si yo les guardo el secreto de la fortuna!
si oyendo mi consejo me dan sus votos…
se acabarán en Chile todos los rotos.
No teman a delincuentes, quienes me sigan,
porque no habrá con ellos clemencia alguna.
¿Qué duda cabe?
Si de la puerta giratoria,
¡siempre seré yo quien tiene la llave!
Olviden la cesantía, si por mi ruegan,
porque les tengo bajo la manga
¡un millón de empleos!
Chile será el país más rico del hemisferio;
y todos trabajarán… ¡más que los negros en cautiverio!
Cambiaremos el rostro del “Gran Santiago”,
transformando la acequia
− que es el Mapocho –
en un fiordo navegable, a vela y remo;
con más oleaje apacible que el Mar Tirreno.
Alábenme estos milagros, con fe y anhelo,
porque ganando mis indulgencias
verán el cielo.
Allí mis “colegas santos”, de la Corte Celestial
juzgarán vuestra inocencia… amparada en mi dinero.
José Galiano H.
Abogado D.D.H.H.
Atentamente,
Blanca Galaz
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Escuela de Derecho U. Chile
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