La Presidenta Bachelet anunció que entregará más fondos para este tipo de préstamos, pero la medida fue rechazada por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, pues implican altos intereses y, aseguran, va en desmedro de la educación pública.
Por segundo año consecutivo, la mandataria decidió ampliar una medida que se había tomado en 2009 “pensando en la crisis” y que aumenta los recursos para el crédito universitario con aval del Estado.
Para 2010, serán 92 mil los estudiantes que serán beneficiados, pero en esta oportunidad. La Presidenta Bachelet, destacó que por primera vez serán personas de hasta el cuarto quintil las que podrán optar al crédito fiscal, es decir, también se incluirán estudiantes de clase media.
El beneficio implica una inversión de 485 millones de dólares, pero no tuvo una buena acogida por parte de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).
El presidente de la FECH, Julio Sarmiento, aseguró que la medida debilita profundamente la educación pública de nuestro país, puesto que es considerado un crédito privado que se da en condiciones negativas para los estudiantes, con tasas de interés altísimas.
“Hay montones de medidas que se pueden hacer en beneficio de estudiantes de la clase media que no vayan en una línea privatizadora y de precarización de la educación pública como ésta. No responde a la lógica de créditos que nosotros habíamos considerado la menos mala, que era el Fondo Solidario. Si la Presidenta quería apoyar a los estudiantes más vulnerables y quería hacerlo desde medida que fuera en beneficio de la educación pública, tendría que haber insertado estos recursos en el crédito del Fondo Solidario”, sostuvo.
Según Sarmiento, el Fondo Solidario tiene una tasa de interés mucho más baja, no es vendido a la banca privada y sólo es aplicable a los alumnos de universidades del Consejo de Rectores, pero es precisamente el que se ha ido disminuyendo con el pasar de los años.
El dirigente estudiantil agregó que los gobiernos de la Concertación han insistido en ver la educación con una mirada neoliberal, que sólo busca el lucro, lo que mina las confianzas.
“Lamento muchísimo esto porque detrás de las propuestas que la Concertación había hecho pública en el último tiempo, veíamos con buenos ojos que se considerara el Nuevo Trato para las universidades estatales, pero esta medida viene a revertir todo lo que se pudo haber avanzado a nivel de confianzas políticas porque nos devuelve a la discusión principal, que es si consideramos a la educación como un bien público o un bien de mercado que solamente produce un beneficio individual”, afirmó.
Para Juan Eduardo García Huidobro, académico de la Universidad Alberto Hurtado, la idea es lograr un acuerdo entre el gobierno y los estudiantes para implementar un sistema único de crédito universitario.
“Este otro crédito que ha sido una enorme oportunidad para estudiar, y lo valoro pese a todo, pero coloca al estudiante en una situación de menoscabo frente a los otros y con un interés que es realmente alto. Debería haber una negociación del Estado para lograr que haya un solo sistema y con otros intereses”, dijo.
García Huidobro desestimó además la idea de incluir los recursos sólo en el Fondo Solidario, pues éste sólo beneficiaría a los alumnos de las universidades del Consejo de Rectores, que ya reciben otros recursos.
La Presidenta Bachelet anunció que entregará más fondos para este tipo de préstamos, pero la medida fue rechazada por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, pues implican altos intereses y, aseguran, va en desmedro de la educación pública.
Por segundo año consecutivo, la mandataria decidió ampliar una medida que se había tomado en 2009 “pensando en la crisis” y que aumenta los recursos para el crédito universitario con aval del Estado.
Para 2010, serán 92 mil los estudiantes que serán beneficiados, pero en esta oportunidad. La Presidenta Bachelet, destacó que por primera vez serán personas de hasta el cuarto quintil las que podrán optar al crédito fiscal, es decir, también se incluirán estudiantes de clase media.
El beneficio implica una inversión de 485 millones de dólares, pero no tuvo una buena acogida por parte de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).
El presidente de la FECH, Julio Sarmiento, aseguró que la medida debilita profundamente la educación pública de nuestro país, puesto que es considerado un crédito privado que se da en condiciones negativas para los estudiantes, con tasas de interés altísimas.
“Hay montones de medidas que se pueden hacer en beneficio de estudiantes de la clase media que no vayan en una línea privatizadora y de precarización de la educación pública como ésta. No responde a la lógica de créditos que nosotros habíamos considerado la menos mala, que era el Fondo Solidario. Si la Presidenta quería apoyar a los estudiantes más vulnerables y quería hacerlo desde medida que fuera en beneficio de la educación pública, tendría que haber insertado estos recursos en el crédito del Fondo Solidario”, sostuvo.
Según Sarmiento, el Fondo Solidario tiene una tasa de interés mucho más baja, no es vendido a la banca privada y sólo es aplicable a los alumnos de universidades del Consejo de Rectores, pero es precisamente el que se ha ido disminuyendo con el pasar de los años.
El dirigente estudiantil agregó que los gobiernos de la Concertación han insistido en ver la educación con una mirada neoliberal, que sólo busca el lucro, lo que mina las confianzas.
“Lamento muchísimo esto porque detrás de las propuestas que la Concertación había hecho pública en el último tiempo, veíamos con buenos ojos que se considerara el Nuevo Trato para las universidades estatales, pero esta medida viene a revertir todo lo que se pudo haber avanzado a nivel de confianzas políticas porque nos devuelve a la discusión principal, que es si consideramos a la educación como un bien público o un bien de mercado que solamente produce un beneficio individual”, afirmó.
Para Juan Eduardo García Huidobro, académico de la Universidad Alberto Hurtado, la idea es lograr un acuerdo entre el gobierno y los estudiantes para implementar un sistema único de crédito universitario.
“Este otro crédito que ha sido una enorme oportunidad para estudiar, y lo valoro pese a todo, pero coloca al estudiante en una situación de menoscabo frente a los otros y con un interés que es realmente alto. Debería haber una negociación del Estado para lograr que haya un solo sistema y con otros intereses”, dijo.
García Huidobro desestimó además la idea de incluir los recursos sólo en el Fondo Solidario, pues éste sólo beneficiaría a los alumnos de las universidades del Consejo de Rectores, que ya reciben otros recursos.
La Presidenta Bachelet anunció que entregará más fondos para este tipo de préstamos, pero la medida fue rechazada por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, pues implican altos intereses y, aseguran, va en desmedro de la educación pública.
Por segundo año consecutivo, la mandataria decidió ampliar una medida que se había tomado en 2009 “pensando en la crisis” y que aumenta los recursos para el crédito universitario con aval del Estado.
Para 2010, serán 92 mil los estudiantes que serán beneficiados, pero en esta oportunidad. La Presidenta Bachelet, destacó que por primera vez serán personas de hasta el cuarto quintil las que podrán optar al crédito fiscal, es decir, también se incluirán estudiantes de clase media.
El beneficio implica una inversión de 485 millones de dólares, pero no tuvo una buena acogida por parte de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).
El presidente de la FECH, Julio Sarmiento, aseguró que la medida debilita profundamente la educación pública de nuestro país, puesto que es considerado un crédito privado que se da en condiciones negativas para los estudiantes, con tasas de interés altísimas.
“Hay montones de medidas que se pueden hacer en beneficio de estudiantes de la clase media que no vayan en una línea privatizadora y de precarización de la educación pública como ésta. No responde a la lógica de créditos que nosotros habíamos considerado la menos mala, que era el Fondo Solidario. Si la Presidenta quería apoyar a los estudiantes más vulnerables y quería hacerlo desde medida que fuera en beneficio de la educación pública, tendría que haber insertado estos recursos en el crédito del Fondo Solidario”, sostuvo.
Según Sarmiento, el Fondo Solidario tiene una tasa de interés mucho más baja, no es vendido a la banca privada y sólo es aplicable a los alumnos de universidades del Consejo de Rectores, pero es precisamente el que se ha ido disminuyendo con el pasar de los años.
El dirigente estudiantil agregó que los gobiernos de la Concertación han insistido en ver la educación con una mirada neoliberal, que sólo busca el lucro, lo que mina las confianzas.
“Lamento muchísimo esto porque detrás de las propuestas que la Concertación había hecho pública en el último tiempo, veíamos con buenos ojos que se considerara el Nuevo Trato para las universidades estatales, pero esta medida viene a revertir todo lo que se pudo haber avanzado a nivel de confianzas políticas porque nos devuelve a la discusión principal, que es si consideramos a la educación como un bien público o un bien de mercado que solamente produce un beneficio individual”, afirmó.
Para Juan Eduardo García Huidobro, académico de la Universidad Alberto Hurtado, la idea es lograr un acuerdo entre el gobierno y los estudiantes para implementar un sistema único de crédito universitario.
“Este otro crédito que ha sido una enorme oportunidad para estudiar, y lo valoro pese a todo, pero coloca al estudiante en una situación de menoscabo frente a los otros y con un interés que es realmente alto. Debería haber una negociación del Estado para lograr que haya un solo sistema y con otros intereses”, dijo.
García Huidobro desestimó además la idea de incluir los recursos sólo en el Fondo Solidario, pues éste sólo beneficiaría a los alumnos de las universidades del Consejo de Rectores, que ya reciben otros recursos.
