Manuel Mella se convirtió en la tercera víctima de la radiación a la que habría sido expuesto cuando realizaban el servicio militar. Como él, son sesenta ex reclutas que hoy sufren problemas de salud y reclaman una indemnización al Estado.

Manuel Mella se convirtió en el tercer ex recluta de las generaciones de 1987, 1988 y 1989 en morir de leucemia. Él, al igual que sus compañeros, Guillermo Cofré y Luis Gómez, realizó el servicio militar obligatorio en las dependencias de los centros de estudios nucleares de La Reina y Lo Aguirre.

Mella estaba internado desde el 24 de noviembre en la Clínica Alemana y su deceso reabrió el debate sobre las eventuales vinculaciones entre los lugares donde cumplieron misiones y sus enfermedades.

Además, la tasa nacional de muertes por esta patología es de 3,6 casos  por cada cien mil habitantes, cifra que es ampliamente superado por el caso de los tres ex  reclutas.

El abogado representante de los ex conscriptos, Alfredo Morgado, informó que mantienen una demanda contra el Estado, donde se solicitan 2 mil millones de pesos para cada una de las familias de los  fallecidos; 800 millones para cada ex centinela que actualmente presente una enfermedad relacionada con su paso por los centros nucleares, y 500 millones para aquellos que se encuentran en buen estado de salud, pero podrían llegar a sufrir algún problema en el futuro.

“Más de sesenta víctimas, de las cuales treinta son sintomáticas, ya han presentado una serie de enfermedades, de falencias de salud, derivadas de la conscripción del año ‘88, ‘89 en planta nucleares y también presentaron demandas familiares de fallecidos. Todas estas demandas se fueron sumando y hoy están para ser notificadas al Consejo de Defensa del Estado, que representa los intereses del Fisco y, posteriormente, se abrirá un término de prueba y tendrá que establecerse la relación causal”, señaló Morgado.

Asimismo, el jurista indicó que esta demanda se basa en antecedentes totalmente comprobables, debido a los síntomas y al fallecimiento  de los ex militares, que concuerda con su exposición a energía nuclear.

“Los antecedentes indican que fueron expuestos a radiación por el trabajo encomendado en su calidad de conscriptos. Habiendo fallecido una de las víctimas, desde la perspectiva probatoria es un antecedente más, desde la perspectivas indemnizatoria obviamente son mayores los perjuicios. Lo más importante es que de una vez por todas las víctimas sean escuchadas”, aseguró Morgado.

El vocero de los malogrados ex reclutas, Juan Carlos Salazar, señaló que lo más preocupante es que ninguno de los afectados por la radiación ha recibido apoyo alguno, por  lo que todos los tratamientos médicos corren por parte de los propios afectados.

“Desde el tiempo que nosotros llevamos no hemos tenido ninguna respuesta del gobierno o del Estado, ellos están en conocimiento de esto, porque se los dio a conocer el diputado Iván Paredes con todos los antecedentes, con todos los casos que habían. Y hasta el momento no hemos recibido respuestas de nada, hasta ahora lo único que hemos podido hacer es presentar la demanda, pero con la muerte de nuestro compañero esto nos deja más preocupados”, afirmó Salazar.

Así  también fue el caso de los otros fallecidos, quienes murieron dejando a sus familias totalmente endeudadas por los altos costos de los medicamentos, tratamientos y operaciones.

Marcos Muñoz, otro de los afectados que sufre de un tumor cerebral, destacó que las pruebas son evidentes, ya que todos los conscriptos han coincidido en su sintomatología.

“Lo preocupante de todo esto pasa por el tema de los síntomas que tienen mis compañeros, casi todos coinciden con lo mismo, diarreas, dolor de cabeza, problemas a los huesos. Tengo la hija de un compañero mío que nació con una mano con malformación y así un sinnúmero de situaciones que son muy coincidentes con el tema de la radiación”, dijo Muñoz.

El pasado 30 de septiembre la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados recibió un informe de la comandancia en jefe del Ejército que daba cuenta de un nuevo caso de conscripto contaminado. Se trataba de Alfonso Jesús Miranda Vera, ex centinela del Centro de Estudios Nucleares de La Reina, quien se encuentra internado grave en el Hospital Militar desde el 27 de agosto de 2009, con diagnóstico de leucemia aguda. Ante estos antecedentes se solicitó la creación de una comisión investigadora, la cual fue sacada de tabla, pero se espera que se reponga y vote en marzo.