La primera década del siglo ha sido una de las más positivas en términos de mejoramiento de la educación en el mundo. Así lo aseguró un informe de la Unesco denominado “Seguimiento de la Educación para todos”.
Sin embargo, el menor crecimiento económico amenaza con terminar estos avances y acrecentar los procesos privatizadores que profundizan la desigualdad entre la educación pública y la privada.
En nuestro país, el triunfo del empresario Sebastián Piñera en la carrera a La Moneda, generó aún más preocupación, ya que el sector al que pertenece es el mismo que en los ochenta ideó la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE), que terminó dando gran poder a los privados para que lucraran con ella.
De todas formas, entre los actores ligados a esta materia parece haber consenso en que lo más importante para este periodo que se avecina es lograr que la educación pública tenga mejores estándares de calidad.
Y es justamente en esa línea que el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, aseguró que el gremio seguirá intentando fortalecer ese aspecto, aunque Piñera sea el interlocutor.
“Lo más relevante para nosotros es que se recupere la educación pública en Chile y se termine con la municipalización. Ese será el centro de nuestra lucha y movimiento. Está claro que hay una crisis educacional porque se ha avanzado en la idea privatizadora y eso está llevando a la segmentación de la educación chilena”, señaló el dirigente.
Por otra parte, uno de los desafíos que se erige en este sentido es la disminución de la brecha entre los establecimientos públicos y privados, que perjudica a los jóvenes de menores recursos y que incide directamente en el acceso a la universidad.
“Estamos en una transición en la que tratamos de dejar atrás en distintos países de América Latina el modelo neoliberal que aceleró el proceso de privatización y exención del Estado como principal sostenedor de las políticas públicas en este tema. Estamos en un punto en el que todavía no alcanzamos a resolver los viejos problemas y hoy aparecen amenazas nuevas”, precisó el presidente de la Asociación Internacional de la Educación para América Latina, Hugo Yasky.
Opinión compartida por la vice presidenta de la misma Asociación Educacional, Fátima Da´Silva, quien comentó que nuestro país es un símbolo de la desigualdad en el acceso a la educación de calidad.
“Siempre miramos el proceso educativo chileno entre comillas porque no es incluyente. Aquí no se valoran las escuelas públicas gratuitas y de calidad para su gente. Este modelo es emblemático y no nos sirve. Pero en algunas cosas somos iguales. Por ejemplo, en el acceso a la educación superior. En Argentina y también en Brasil, las universidades públicas eran las mejores. Pero sólo entraban las personas que pasaban por la secundaria privada”, dijo Da´Silva.
La experta en materia educacional agregó que no se puede mejorar sólo un estamento del sistema público sino que todos, desde la enseñanza pre-escolar hasta la universitaria. “Es una combinación. No se puede mejorar la universidad si no se cambia la estructura de los primeros años de la escuela”, aseguró.
Los especialistas señalan que para poder suplir las deficiencias que existen en este sentido hay que dar varios pasos. Lo primero es invertir mayores recursos y mejorar las condiciones laborales de los profesores y académicos del sector público. De esta forma, se daría un incentivo a los que eligen la docencia, lo que aumentaría el desempeño profesional de los maestros.
Finalmente será necesario complementar el apoyo social y emocional de los niños más vulnerables pues todos los especialistas coinciden en que el hambre, el sueño y el cansancio perjudican el desempeño académico.