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Se enciende debate por impuesto específico de los combustibles

El término de la rebaja al impuesto específico sobre los combustibles que se realizará a fines de marzo, desató la discusión sobre cómo enfrentar este gravamen en el próximo gobierno. Y si bien algunas voces abogan por eliminarlo totalmente, los expertos sugieren analizar el panorama económico cuidadosamente antes de tomar cualquier decisión.

María Jeannette Moya

  Viernes 5 de febrero 2010 19:18 hrs. 
Radio-Uchile

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Con el fin del gobierno de Michelle Bachelet se termina también la rebaja del impuesto específico a los combustibles que se mantenía desde 2008, para enfrentar la alta inflación de la economía nacional.

Mediante la Ley número 20.259 se rebajó el impuesto específico de los combustibles de 6 a 3,5 Unidades Tributarias Mensuales por metro cúbico, en un plazo de 24 meses a contar de marzo de 2008, por lo que esta ley dejará de regir a fines del tercer mes del presente año.

El término de esta reducción al tributo sobre los combustibles se verá reflejado de inmediato en el bolsillo de los chilenos. Según estimaciones, las bencinas podrían subir 55 pesos de una sola vez, lo que se traduciría en cerca de 10 mil pesos mensuales más por combustible para un conductor promedio.

El presidente de la Asociación de Automovilistas Unidos de Chile, Vicente Faúndez, estima que el fin de esta política es una pésima noticia para el los automovilistas justo en el mes más complicado del año.

 “El Presidente Piñera debería mantener ambos beneficios, ya sea el fondo de estabilización del petróleo, la rebaja del impuesto específico y, en un futuro, comenzar a ver la fórmula de eliminar definitivamente ese gravamen. Eso serviría al bolsillo de los chilenos y a la economía porque hay más movimiento”, sostuvo el dirigente.

Pero el fin de la rebaja transitoria del tributo no solo afectará a los automovilistas. El incremento en el precio de los combustibles influirá también en la inflación, porque estos forman parte de la canasta que determina el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Así, al levantarse esta medida transitoria, el litro de bencina podría alcanzar los 650 pesos.

Fernando Rodríguez, presidente de la Asociación de Distribuidores de Combustibles de Chile (ADICO) no cree que la eliminación definitiva del impuesto sobre los combustibles sea la solución, por cuanto este aporta altas sumas de dinero al Estado, esenciales para diversas políticas sociales.

No obstante, el presidente de la ADICO señala que la distribución transversal de un impuesto más reducido que el de 6 UTM por metro cúbico sería una solución que podría ayudar al bolsillo de todos los chilenos, sin afectar las arcas fiscales.

“Desgraciadamente esto va a impactar en la economía, en el IPC. A lo que nosotros apuntamos como asociación es que los tributos que se paguen lo hagan todos por igual. Porque cuando la gran minería, las eléctricas y la industria en general utiliza diesel, el fisco les  devuelve como IVA estos tributos y si lo pusieran más bajos, pero lo pagáramos todos, la recaudación sería la misma o tal vez más”, afirmó Rodríguez.

Para el decano de la escuela de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, Erik Haindl, es necesario repensar el impuesto específico a los combustibles pues se diseñó en una contexto económico muy distinto al actual.

“Cuando se tradujo originalmente, el precio del petróleo estaba bajo los 30 dólares el barril, o sea menos de la mitad de lo que está hoy. Cuando se diseñó y las tasas que se pusieron eran otra realidad, con el impuesto de 6 UTM Chile es uno de los países de América Latina que tiene los combustibles más elevados”, precisó Haindl.

En este sentido, el economista indicó además que “eliminarlos es difícil. Lo que se puede hacer es mantenerlo en los niveles en los que está ahora. Es razonable que lo repiensen por completo dado el alto precio que se ha estado dando en los últimos años”.

En tanto, el actual ministro de Hacienda, Andrés Velasco, ratificó la necesidad de volver a elevar el tributo de los combustibles a partir de marzo, por cuanto esta fue una medida “transitoria” para responder a un “shock” de la economía mundial que entró en recesión en 2008.

Las opciones para Sebastián Piñera son, entonces, mantener el impuesto específico de los combustibles en 6 UTMs por metro cúbico, reducirlo, o bien eliminarlo definitivamente. 

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