El mea culpa que entonó el viernes el jefe de la automotora nipona, Akio Toyoda, sonaba a final de  historia, pero este martes el gigante del automóvil ha vuelto a sorprender al anunciar la repatriación de 400 mil autos híbridos por fallas en el sistema de frenado.

La mayoría de estos vehículos son del modelo Prius en circulación desde 1997, el modelo  híbrido más vendido en el mundo, y que es la base de la estrategia empresarial de la empresa japonesa, con un millón y medio de vehículos vendidos hasta finales de 2009.

Los  modelos que deberán volver a casa son principalmente Prius de tercera generación, que se comercializaron el año pasado, pues  en enero ya se habían detectado fallas.

Según un comunicado de la empresa, el programa que controla el sistema de frenado no funciona correctamente por lo que “el conductor puede sentir una ausencia o retraso a la hora de frenar”.

Debido a que la mayoría de los clientes afectados están en Estados Unidos, el responsable en ese país de Toyota, Jim Lentz, admitió este lunes que tenía conocimiento de algunos problemas desde el año 2007, pero la causa entonces no pudo ser identificada y negó cualquier intención de encubrir los anomalías.

Toyoda viajará próximamente a Estados Unidos para calmar los ánimos, pero ya se han abierto varias causas judiciales por los defectos mecánicos.

Recuperar la confianza de los clientes será una tarea más que ardua y eso a pesar de las declaraciones del viernes de Toyoda quién dijo que iban a redoblar esfuerzos en este sentido. Toyota “hará todo lo que está en su poder”, dijo Akio Toyoda.

Un fuerte golpe para la imagen de una marca que a lo largo de los años ha sabido imponerse en el mercado hasta convertirse en el número uno con automóviles  utilitarios que se asocian a calidad. Una ingeniera japonesa que después de este frenazo se resentirá.