Tal como se esperaba, la carta más polémica en el nombramiento de los 22 ministros que componen el primer gabinete del Presidente electo, Sebastián Piñera, estuvo dada por la figura concertacionista que completó la nómina.
Y más aún cuando se trataba de un “histórico” militante de la Democracia Cristiana, quien además llegó a ostentar tres carteras ministeriales durante los gobiernos de la Concertación. Hundido en la controversia. Así aterrizó Jaime Ravinet a lo que será su segundo periodo a la cabeza del ministerio de Defensa.
Justo a las 18 horas y mientras era presentado en sociedad como secretario de Estado, su renuncia era ratificada en la DC, partido al que perteneció desde los 14 años. “Lo hago con pena y con dolor, porque yo comparto sus principios. Sin embargo, no he compartido decisiones políticas ni resoluciones programáticas del último tiempo. Lo hago con pena y con dolor, pero creo que es importante dar una señal a Chile de que es posible hacer un gobierno de unidad", afirmó el ex alcalde de Santiago.
Pero las reacciones no se hicieron esperar. Con clara molestia, las colectividades oficialistas rechazaron esta decisión a la que calificaron, incluso, como una “traición”.
Tajante fue el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, quien dijo que "el gabinete es representativo de la derecha donde sólo destaca una oveja negra" y agregó que fue "penoso, hasta vergonzoso ver a Jaime Ravinet jurando como ministro de Defensa".
Por su parte, el jefe de la bancada del PPD, Ramón Farías, indicó que esta designación fue una decepción para todo el mundo concertacionista.
"El que se va se va, y los que nos quedamos seremos dignos opositores. En eso no hay excepciones, no hay nadie que vaya a tener permiso, simplemente para mí, en lo personal, alguien que se vaya al otro lado es una traición hacia su propia gente", enfatizó el parlamentario.
En este sentido, Farías concluyó que “el hecho de que el Presidente electo nombre a
alguien de la Concertación, no quiere decir que estamos frente a un gobierno de unidad nacional. Eso es mucho decir. Un gobierno de unidad nacional tiene que ver con los contenidos, con la manera en que se lleve adelante las políticas públicas, y queremos dejar en claro que nosotros, la oposición, lucharemos por no retroceder un paso en todo lo logrado por los gobiernos de la Concertación”.
Tal como se esperaba, la carta más polémica en el nombramiento de los 22 ministros que componen el primer gabinete del Presidente electo, Sebastián Piñera, estuvo dada por la figura concertacionista que completó la nómina.
Y más aún cuando se trataba de un “histórico” militante de la Democracia Cristiana, quien además llegó a ostentar tres carteras ministeriales durante los gobiernos de la Concertación. Hundido en la controversia. Así aterrizó Jaime Ravinet a lo que será su segundo periodo a la cabeza del ministerio de Defensa.
Justo a las 18 horas y mientras era presentado en sociedad como secretario de Estado, su renuncia era ratificada en la DC, partido al que perteneció desde los 14 años. “Lo hago con pena y con dolor, porque yo comparto sus principios. Sin embargo, no he compartido decisiones políticas ni resoluciones programáticas del último tiempo. Lo hago con pena y con dolor, pero creo que es importante dar una señal a Chile de que es posible hacer un gobierno de unidad", afirmó el ex alcalde de Santiago.
Pero las reacciones no se hicieron esperar. Con clara molestia, las colectividades oficialistas rechazaron esta decisión a la que calificaron, incluso, como una “traición”.
Tajante fue el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, quien dijo que "el gabinete es representativo de la derecha donde sólo destaca una oveja negra" y agregó que fue "penoso, hasta vergonzoso ver a Jaime Ravinet jurando como ministro de Defensa".
Por su parte, el jefe de la bancada del PPD, Ramón Farías, indicó que esta designación fue una decepción para todo el mundo concertacionista.
"El que se va se va, y los que nos quedamos seremos dignos opositores. En eso no hay excepciones, no hay nadie que vaya a tener permiso, simplemente para mí, en lo personal, alguien que se vaya al otro lado es una traición hacia su propia gente", enfatizó el parlamentario.
En este sentido, Farías concluyó que “el hecho de que el Presidente electo nombre a
alguien de la Concertación, no quiere decir que estamos frente a un gobierno de unidad nacional. Eso es mucho decir. Un gobierno de unidad nacional tiene que ver con los contenidos, con la manera en que se lleve adelante las políticas públicas, y queremos dejar en claro que nosotros, la oposición, lucharemos por no retroceder un paso en todo lo logrado por los gobiernos de la Concertación”.
Tal como se esperaba, la carta más polémica en el nombramiento de los 22 ministros que componen el primer gabinete del Presidente electo, Sebastián Piñera, estuvo dada por la figura concertacionista que completó la nómina.
Y más aún cuando se trataba de un “histórico” militante de la Democracia Cristiana, quien además llegó a ostentar tres carteras ministeriales durante los gobiernos de la Concertación. Hundido en la controversia. Así aterrizó Jaime Ravinet a lo que será su segundo periodo a la cabeza del ministerio de Defensa.
Justo a las 18 horas y mientras era presentado en sociedad como secretario de Estado, su renuncia era ratificada en la DC, partido al que perteneció desde los 14 años. “Lo hago con pena y con dolor, porque yo comparto sus principios. Sin embargo, no he compartido decisiones políticas ni resoluciones programáticas del último tiempo. Lo hago con pena y con dolor, pero creo que es importante dar una señal a Chile de que es posible hacer un gobierno de unidad", afirmó el ex alcalde de Santiago.
Pero las reacciones no se hicieron esperar. Con clara molestia, las colectividades oficialistas rechazaron esta decisión a la que calificaron, incluso, como una “traición”.
Tajante fue el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, quien dijo que "el gabinete es representativo de la derecha donde sólo destaca una oveja negra" y agregó que fue "penoso, hasta vergonzoso ver a Jaime Ravinet jurando como ministro de Defensa".
Por su parte, el jefe de la bancada del PPD, Ramón Farías, indicó que esta designación fue una decepción para todo el mundo concertacionista.
"El que se va se va, y los que nos quedamos seremos dignos opositores. En eso no hay excepciones, no hay nadie que vaya a tener permiso, simplemente para mí, en lo personal, alguien que se vaya al otro lado es una traición hacia su propia gente", enfatizó el parlamentario.
En este sentido, Farías concluyó que “el hecho de que el Presidente electo nombre a
alguien de la Concertación, no quiere decir que estamos frente a un gobierno de unidad nacional. Eso es mucho decir. Un gobierno de unidad nacional tiene que ver con los contenidos, con la manera en que se lleve adelante las políticas públicas, y queremos dejar en claro que nosotros, la oposición, lucharemos por no retroceder un paso en todo lo logrado por los gobiernos de la Concertación”.
