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Inmigrantes en Europa: una carrera de obstáculos

Cada vez son más los requisitos que tienen que cumplir los inmigrantes que deseen residir legalmente en ciertos países de la Unión Europea. Y la situación se vuelve aún más difícil porque algunos de los Estados del viejo mundo ya están elaborando mecanismos para intensificar las normas que deben cumplir los interesados en quedarse.

Beatriz Díez, RNW

  Viernes 12 de febrero 2010 19:50 hrs. 
Radio-Uchile

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Cada vez son más los requisitos que tienen que cumplir los inmigrantes que deseen residir legalmente en ciertos países de la Unión Europea. Y la situación se vuelve aún más difícil porque algunos de los Estados del viejo mundo ya están elaborando mecanismos para intensificar las normas que deben cumplir los interesados en quedarse.

Esta semana se han destacado los casos de Francia e Italia para hablar sobre la inmigración en Europa, pero no son sólo estos dos países los que han decidido intensificar el sistema de normas que deben cumplir los inmigrantes para poder obtener un permiso legal de residencia en el país. De unos años a esta parte, Alemania, el Reino Unido y Holanda han adoptado planes similares para la “naturalización” de inmigrantes.

Hace apenas cuatro meses, el gobierno francés emprendió la ambiciosa labor de definir la identidad nacional francesa y responder a la pregunta, “¿qué significa ser francés?”. La propuesta originó cierto revuelo, por cuanto se consideró que, en realidad, el público objetivo de esta investigación era la población inmigrante residente en Francia. El hecho de que el promotor de la iniciativa fuera el ministro francés de Inmigración, Eric Besson, no hizo más que avivar la polémica.
 
El pasado lunes, el primer ministro francés, François Fillon, presentó algunas de las conclusiones del debate sobre la identidad nacional en una reunión con su gabinete de ministros.
 
Las principales medidas que propone el gobierno de Fillon son la creación de un nuevo "carné de joven ciudadano", el impulso a la educación cívica y la instauración de nuevas normas de integración de extranjeros para reforzar el concepto de "identidad nacional" y "cultivar el orgullo de ser francés”.
 
El debate no está cerrado, y el gobierno francés desea "profundizar" aún más en su contenido. Para ello, se creará una "comisión de personalidades" que será integrada por parlamentarios, intelectuales e historiadores que se encargará de hacer un seguimiento de la aplicación de las iniciativas anunciadas esta semana y plantear otras en el futuro.
 
"Nuestro primer objetivo es hacer que se conozcan mejor los valores de la República," declaró Fillon a la prensa. “El segundo será cultivar el orgullo de ser francés y el respeto a los símbolos de la República, y el tercero, reforzar la integración de los extranjeros, para lo cual se pondrá el acento en los valores de la República o el conocimiento de la lengua francesa,” precisó el titular francés.
 
Examen de idioma y ciudadanía

El caso de Francia es un ejemplo, pero no el único. En Italia, el gobierno del primer ministro, Silvio Berlusconi, anunció también en estos días que se dispone a aprobar un decreto ley para dar forma al proyecto de carné por puntos para los inmigrantes. Los extranjeros que quieran instalarse en el país sur-europeo deberán superar una serie de pruebas entre las que se incluyen exámenes de idioma y cursos sobre la historia, las leyes y la realidad de Italia. Todo esto se recoge en el llamado ‘Pacto de integración’, que contiene también una lista de deberes a cumplir por los inmigrantes, como la escolarización de sus hijos y estar al día en el pago de impuestos. Una vez superadas todas las pruebas, los inmigrantes reciben los 30 puntos requeridos para obtener el permiso. Estos puntos no son permanentes, y los inmigrantes serán evaluados cada dos años.
 
En Alemania y Holanda también existen pruebas de idioma para los inmigrantes procedentes de países que no forman parte de la Unión Europea.
En Alemania se endurecieron los requisitos en el 2007, y desde entonces se exige a los inmigrantes poseer conocimientos tales del idioma que les permitan mantener conversaciones sobre el trabajo y la vida cotidiana, además de demostrar que pueden comprender textos oficiales y redactar cartas sencillas. Aparte de ello, deben superar un examen de nacionalización que consiste en 33 preguntas sobre el país. Con todo esto, el número de nacionalizaciones ha caído en los últimos dos años.
 
El Reino Unido también adoptó hace apenas dos años el sistema del carné por puntos, y elaboró una lista de categorías para calificar a los inmigrantes. La categoría más alta corresponde a los trabajadores cualificados o emprendedores y es la única que está libre de pruebas o exámenes para residir en el país.
 
En Holanda existe lo que se conoce como ‘curso de inserción social y cultural (‘inburgeringcursus’), una prueba que, al estilo de los ejemplos anteriormente citados que combina cursos de holandés y ciudadanía.
 
¿Aprobarían los naturales del país?

A falta de una directiva común en la Unión Europea sobre la admisión de inmigrantes, es claro que los países europeos intentan gestionar la cuestión migratoria de la forma más apropiada para sus propios intereses. Con tal fin, cada país pone las condiciones que cree más adecuadas para fomentar la integración y la convivencia en su territorio. No obstante, cabe preguntarse si los naturales de los distintos países de la UE superarían las pruebas que se están imponiendo a los ciudadanos que vienen desde el otro lado de la frontera europea.
 
En Francia, uno de los requisitos para los inmigrantes es que respeten la ley, lo cual entra dentro de la lógica ya que es algo que se espera de todos los ciudadanos, franceses o no franceses. El dilema surge al comprobar que las condiciones que se imponen a los inmigrantes para que puedan residir legalmente en un país europeo se asemejan cada vez más a una carrera de obstáculos.

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