Aunque Joaquín Lavín ha sido ampliamente criticado por los profesores y los estudiantes por su designación en la cartera de Educación, el próximo ministro llamó a generar acuerdos y dijo que espera reunirse con todos los actores del sector prontamente. Mientras los profesores piden la cancelación de la deuda histórica, los estudiantes  exigen “unidad y trabajo conjunto”.

Por alrededor de una hora y media se extendió la reunión de esta mañana entre la actual ministra de Educación, Mónica Jiménez, y el futuro titular de la cartera, Joaquín Lavín, quien llegó a la cita acompañado de su equipo asesor, donde destacó la presencia de Harald Bayer, académico del Centro de Estudios Públicos (CEP), cuyo nombre sonó fuertemente para quedarse con el ministerio y que ahora se rumorea podría ser el nuevo  subsecretario del ramo.

El encuentro tuvo como objetivo  informar a Joaquín Lavín sobre los desafíos del ministerio y las tareas pendientes. Por su parte, la ministra Jiménez aprovechó de señalar que todo lo que Lavín realice se construirá sobre la base de los avances legados por la Concertación durante estos veinte años.

El próximo ministro de Educación, señaló que de aquí en adelante se reunirán casi todos los días con la actual administración para asegurar un impecable traspaso de la cartera el próximo 11 de marzo. Además, recalcó que el sector de la Educación es un sector prioritario en acuerdos, por lo que espera reunirse a dialogar con todos los actores.

"Si hay un sector en Chile que necesita acuerdos nacionales y en que la democracia de los acuerdos tiene que funcionar es en Educación por la importancia que tiene. Además en Educación los resultados no son de corto plazo. Lo que vamos a hacer aquí son cambios para nuestros hijos, nietos que los van a experimentar, y ojalá se sientan orgullosos de lo que vamos a hacer ahora. En lo personal creo en el diálogo y, por lo tanto, espero en los próximos días poder reunirme con todos los actores de la Educación", afirmó Lavín.

La llegada del militante de la UDI a Educación ha generado duras críticas desde el Colegio de Profesores y los estudiantes, quienes han levantado la voz para advertir de  posibles conflictos que puede generar la gestión del ex alcalde en el sector.

El gremio de los profesores cuestionó el perfil del futuro titular, señalando que Lavín carece de experiencia en educación pública y que, para ellos, siempre ha sido un representante de los sectores más ortodoxos de la sociedad, señalando que es evidente que este será el sello de su gestión.

Después de la reunión, Joaquín Lavín se refirió a la deuda histórica del magisterio, reconociendo que Chile tiene un compromiso moral con sus maestros y que una de las tareas que le ha encargado el Presidente electo, Sebastián Piñera, es que se revalorice el trabajo de los profesores en el país.

Frente a estas declaraciones el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, señaló que una manera de comenzar el diálogo podría ser, justamente, el reconocimiento de la deuda histórica y que en este sentido, están abiertos a iniciar conversaciones.

“Lo que nosotros manifestamos fue nuestra preocupación por la futura gestión de Joaquín Lavín, por lo que él representa, es uno de los partidarios mas acérrimos de la política neoliberal, pero nosotros estamos disponibles para el diálogo y de buscar la convergencia en algunos puntos que pueden presentarse, específicamente, en la reparación a la deuda histórica. En otras palabras, hay un reconocimiento tácito y en la campaña así fue, de tal modo que nosotros también estamos disponibles al diálogo, estamos esperando que nos convoquen”, aseguró Guajardo.

Por su parte, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) que a días del nombramiento pronosticó una “corta vida” a Lavín en la cartera, también se sumó a las críticas a quien consideran “no sólo fundador, accionista y directivo de una institución privada, sino que además parte de una agrupación política y religiosa (Opus Dei) que, a través de la educación, promulga su pensamiento como un dogma”, lo que atentaría contra el pluralismo que exige el ministerio.

Sin embargo, los estudiantes argumentaron que tienen la esperanza de que las palabras del designado ministro en torno a “la unidad y el trabajo en conjunto” se refieran a un trabajo real donde se integre su participación en la elaboración de políticas públicas.

Entre los desafíos que enfrentará el nuevo ministro se encuentra crear los cambios institucionales necesarios para la implementación de la Ley General de Educación (LGE) y el Proyecto de Aseguramiento de la Calidad, como reveló la actual ministra Mónica Jiménez.

“La gran tarea desde mi punto de vista es terminar el proceso legislativo, terminar el proyecto de Aseguramiento a la Calidad. Y una vez que las leyes se aprueban, las leyes son macrodiseños, toca implementarlas . Entonces una de las grande tareas son los cambios institucionales que van a venir después que la Ley General  y ahora el Sistema de Aseguramiento de la Calidad esté aprobado. Eso significa crear dos instituciones: la Superintendencia y la Agencia de Calidad y para eso hay que hacer muchos cambios al interior del ministerio como fortalecer y cambiar la composición al Consejo General de Educación”

Otros tareas que le esperan a Lavín para los próximos cuatro años son perfeccionar y profundizar la cobertura de educación preescolar y técnico profesional, implementar la reforma a la educación media, convertir en ley la necesidad de contar con una carrera docente y enfrentar la  negociación colectiva con los profesores