Todas las señales indican que el ritmo de crecimiento de la economía doméstica experimentará un leve ajuste este año.
Según los entendidos, la causa de este fenómeno sería el cataclismo natural del 27 de febrero que provocó daños considerables en el sistema productivo, los que estarían concentrados en las regiones del Maule y Bío Bío.
Este efecto negativo se dará especialmente en sectores como pesca, forestal, vinos, siderurgia y petroquímica.
De acuerdo al Informe de Política Monetaria del Banco Central correspondiente a diciembre del año pasado, el PIB en 2010 tendría un rango de expansión entre 4,5 y cinco por ciento, sin embargo, el sismo ha provocado un descenso en dichas estimaciones.
Aunque aún es difícil dimensionar el monto de los cuantiosos daños al aparato productivo, los expertos dicen que la actividad tendrá un impacto negativo en los dos primeros trimestres.
A juicio del analista de Aserta, Hernán Frigolet, el cambio de escenario afectará entre uno y 1,5 puntos porcentuales el crecimiento de la economía nacional. Pese a esto, la actividad productiva no se contraerá ningún semestre, dijo el experto.
“En términos de actividad productiva que se paraliza o alguno que ya no va a poder ser por destrucción de activos, esto va a corresponder alrededor del 1,2 por ciento del PIB. Por otro lado, en el segundo semestre probablemente va a haber un efecto positivo asociado a la reconstrucción vial y habitacional y eso podría generar un efecto compensatorio de alrededor de 0,6 por ciento del PIB, con lo cual vamos a tener una caída neta de 0,6. Eso nos dice que si el crecimiento iba a estar en 4,5 ahora estaría entre 3,5 y cuatro”, aseguró Frigolet.
Similar punto de vista tiene el profesor de economía, Joseph Ramos, quien dice que el efecto terremoto restará un punto a la expansión económica, pero agrega que el proceso de reconstrucción repuntará la dinámica de la actividad.
Por otra parte, Ramos afirma que la expectativa de inflación para los próximos doce meses se modificará, igualmente, en un punto al alza.
“En meses sucesivos probablemente haya una merma en la producción agrícola que también puede afectar los precios. Eso significa que vamos a tener un aumento en el IPC este año, tal vez hasta un punto superior a lo que habría sido sin el terremoto”, precisó el ex decano de la facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile
En relación a este último punto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza de 0,3 por ciento en febrero, impulsada, principalmente, por el aumento en los precios de Transporte y Bencinas.
Con esta variación, la Unidad de Fomento registrará un alza de 62,86 pesos, pasando de 20 mil 953 pesos, el 9 de marzo, a 21.017 pesos el 9 de abril.
Todas las señales indican que el ritmo de crecimiento de la economía doméstica experimentará un leve ajuste este año.
Según los entendidos, la causa de este fenómeno sería el cataclismo natural del 27 de febrero que provocó daños considerables en el sistema productivo, los que estarían concentrados en las regiones del Maule y Bío Bío.
Este efecto negativo se dará especialmente en sectores como pesca, forestal, vinos, siderurgia y petroquímica.
De acuerdo al Informe de Política Monetaria del Banco Central correspondiente a diciembre del año pasado, el PIB en 2010 tendría un rango de expansión entre 4,5 y cinco por ciento, sin embargo, el sismo ha provocado un descenso en dichas estimaciones.
Aunque aún es difícil dimensionar el monto de los cuantiosos daños al aparato productivo, los expertos dicen que la actividad tendrá un impacto negativo en los dos primeros trimestres.
A juicio del analista de Aserta, Hernán Frigolet, el cambio de escenario afectará entre uno y 1,5 puntos porcentuales el crecimiento de la economía nacional. Pese a esto, la actividad productiva no se contraerá ningún semestre, dijo el experto.
“En términos de actividad productiva que se paraliza o alguno que ya no va a poder ser por destrucción de activos, esto va a corresponder alrededor del 1,2 por ciento del PIB. Por otro lado, en el segundo semestre probablemente va a haber un efecto positivo asociado a la reconstrucción vial y habitacional y eso podría generar un efecto compensatorio de alrededor de 0,6 por ciento del PIB, con lo cual vamos a tener una caída neta de 0,6. Eso nos dice que si el crecimiento iba a estar en 4,5 ahora estaría entre 3,5 y cuatro”, aseguró Frigolet.
Similar punto de vista tiene el profesor de economía, Joseph Ramos, quien dice que el efecto terremoto restará un punto a la expansión económica, pero agrega que el proceso de reconstrucción repuntará la dinámica de la actividad.
Por otra parte, Ramos afirma que la expectativa de inflación para los próximos doce meses se modificará, igualmente, en un punto al alza.
“En meses sucesivos probablemente haya una merma en la producción agrícola que también puede afectar los precios. Eso significa que vamos a tener un aumento en el IPC este año, tal vez hasta un punto superior a lo que habría sido sin el terremoto”, precisó el ex decano de la facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile
En relación a este último punto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza de 0,3 por ciento en febrero, impulsada, principalmente, por el aumento en los precios de Transporte y Bencinas.
Con esta variación, la Unidad de Fomento registrará un alza de 62,86 pesos, pasando de 20 mil 953 pesos, el 9 de marzo, a 21.017 pesos el 9 de abril.
Todas las señales indican que el ritmo de crecimiento de la economía doméstica experimentará un leve ajuste este año.
Según los entendidos, la causa de este fenómeno sería el cataclismo natural del 27 de febrero que provocó daños considerables en el sistema productivo, los que estarían concentrados en las regiones del Maule y Bío Bío.
Este efecto negativo se dará especialmente en sectores como pesca, forestal, vinos, siderurgia y petroquímica.
De acuerdo al Informe de Política Monetaria del Banco Central correspondiente a diciembre del año pasado, el PIB en 2010 tendría un rango de expansión entre 4,5 y cinco por ciento, sin embargo, el sismo ha provocado un descenso en dichas estimaciones.
Aunque aún es difícil dimensionar el monto de los cuantiosos daños al aparato productivo, los expertos dicen que la actividad tendrá un impacto negativo en los dos primeros trimestres.
A juicio del analista de Aserta, Hernán Frigolet, el cambio de escenario afectará entre uno y 1,5 puntos porcentuales el crecimiento de la economía nacional. Pese a esto, la actividad productiva no se contraerá ningún semestre, dijo el experto.
“En términos de actividad productiva que se paraliza o alguno que ya no va a poder ser por destrucción de activos, esto va a corresponder alrededor del 1,2 por ciento del PIB. Por otro lado, en el segundo semestre probablemente va a haber un efecto positivo asociado a la reconstrucción vial y habitacional y eso podría generar un efecto compensatorio de alrededor de 0,6 por ciento del PIB, con lo cual vamos a tener una caída neta de 0,6. Eso nos dice que si el crecimiento iba a estar en 4,5 ahora estaría entre 3,5 y cuatro”, aseguró Frigolet.
Similar punto de vista tiene el profesor de economía, Joseph Ramos, quien dice que el efecto terremoto restará un punto a la expansión económica, pero agrega que el proceso de reconstrucción repuntará la dinámica de la actividad.
Por otra parte, Ramos afirma que la expectativa de inflación para los próximos doce meses se modificará, igualmente, en un punto al alza.
“En meses sucesivos probablemente haya una merma en la producción agrícola que también puede afectar los precios. Eso significa que vamos a tener un aumento en el IPC este año, tal vez hasta un punto superior a lo que habría sido sin el terremoto”, precisó el ex decano de la facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile
En relación a este último punto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza de 0,3 por ciento en febrero, impulsada, principalmente, por el aumento en los precios de Transporte y Bencinas.
Con esta variación, la Unidad de Fomento registrará un alza de 62,86 pesos, pasando de 20 mil 953 pesos, el 9 de marzo, a 21.017 pesos el 9 de abril.
