La reconstrucción a la infraestructura del sector de salud será un largo proceso. Se anticipa que en un periodo de tres o cuatro años podrá recién reconocerse avance en la materia, pues será un trabajo organizado en etapas.
La primera de ellas corresponde a la implementación de los hospitales de campaña, que tendrán un tiempo de uso de seis meses, con una
Luego, los hospitales modulares, los que se comenzarán a construir dentro de un mes, y su duración disponible es de uno a dos años
Se seguirá con los hospitales modernos, que comenzarán a construirse en los próximos tres meses y tendrán una permanencia mínima de diez años. Éstos últimos son traídos de diversos países, entre ellos Argentina y Finlandia.
Una de las medidas más urgentes es el restablecimiento de aproximadamente mil camas, entre el sector público y privado. En este sector se llevarán a cabo licitaciones.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, detalló la cifra preliminar de los costos de este proceso de reconstrucción que incluye la reparación de los hospitales y equipamiento. Cifra estimada que asciende a los US$2.700 millones. “Un costo extraordinariamente significativo”, señaló el ministro.
En este sentido, parlamentarios de la bancada regional de la Araucanía, entre ellos Eugenio Tuma, solicitaron a la autoridad que se invierta en la zona a corto plazo porque la situación es preocupante.
Los funcionarios del sector salud habían manifestado su preocupación por la necesidad de más recursos para superar las dramáticas consecuencias del terremoto.
El dirigente de la Confusam, Esteban Maturana, había llamado al Gobierno a usar el dos por ciento constitucional para poder enfrentar la campaña de invierno 2010.
Según la autoridad, se necesita reforzar en un 20 por ciento la cantidad de personal en las zonas afectadas.
En tanto, Claudio González, presidente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de Servicios de Salud instó al actual mandato a trabajar coordinados con los trabajadores.
El dirigente espera además, que la catástrofe no provoque la postergación de proyectos de normalización y la construcción de nuevos hospitales en zonas no afectadas, pues siguen siendo imprescindibles para la comunidad.
En este sentido, el ministerio de Salud dijo que espera mantener estos proyectos y conseguir financiamiento privado en caso de que las arcas públicas no permitan cancelar dichas iniciativas ya comprometidas.
La reconstrucción a la infraestructura del sector de salud será un largo proceso. Se anticipa que en un periodo de tres o cuatro años podrá recién reconocerse avance en la materia, pues será un trabajo organizado en etapas.
La primera de ellas corresponde a la implementación de los hospitales de campaña, que tendrán un tiempo de uso de seis meses, con una
Luego, los hospitales modulares, los que se comenzarán a construir dentro de un mes, y su duración disponible es de uno a dos años
Se seguirá con los hospitales modernos, que comenzarán a construirse en los próximos tres meses y tendrán una permanencia mínima de diez años. Éstos últimos son traídos de diversos países, entre ellos Argentina y Finlandia.
Una de las medidas más urgentes es el restablecimiento de aproximadamente mil camas, entre el sector público y privado. En este sector se llevarán a cabo licitaciones.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, detalló la cifra preliminar de los costos de este proceso de reconstrucción que incluye la reparación de los hospitales y equipamiento. Cifra estimada que asciende a los US$2.700 millones. “Un costo extraordinariamente significativo”, señaló el ministro.
En este sentido, parlamentarios de la bancada regional de la Araucanía, entre ellos Eugenio Tuma, solicitaron a la autoridad que se invierta en la zona a corto plazo porque la situación es preocupante.
Los funcionarios del sector salud habían manifestado su preocupación por la necesidad de más recursos para superar las dramáticas consecuencias del terremoto.
El dirigente de la Confusam, Esteban Maturana, había llamado al Gobierno a usar el dos por ciento constitucional para poder enfrentar la campaña de invierno 2010.
Según la autoridad, se necesita reforzar en un 20 por ciento la cantidad de personal en las zonas afectadas.
En tanto, Claudio González, presidente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de Servicios de Salud instó al actual mandato a trabajar coordinados con los trabajadores.
El dirigente espera además, que la catástrofe no provoque la postergación de proyectos de normalización y la construcción de nuevos hospitales en zonas no afectadas, pues siguen siendo imprescindibles para la comunidad.
En este sentido, el ministerio de Salud dijo que espera mantener estos proyectos y conseguir financiamiento privado en caso de que las arcas públicas no permitan cancelar dichas iniciativas ya comprometidas.
La reconstrucción a la infraestructura del sector de salud será un largo proceso. Se anticipa que en un periodo de tres o cuatro años podrá recién reconocerse avance en la materia, pues será un trabajo organizado en etapas.
La primera de ellas corresponde a la implementación de los hospitales de campaña, que tendrán un tiempo de uso de seis meses, con una
Luego, los hospitales modulares, los que se comenzarán a construir dentro de un mes, y su duración disponible es de uno a dos años
Se seguirá con los hospitales modernos, que comenzarán a construirse en los próximos tres meses y tendrán una permanencia mínima de diez años. Éstos últimos son traídos de diversos países, entre ellos Argentina y Finlandia.
Una de las medidas más urgentes es el restablecimiento de aproximadamente mil camas, entre el sector público y privado. En este sector se llevarán a cabo licitaciones.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, detalló la cifra preliminar de los costos de este proceso de reconstrucción que incluye la reparación de los hospitales y equipamiento. Cifra estimada que asciende a los US$2.700 millones. “Un costo extraordinariamente significativo”, señaló el ministro.
En este sentido, parlamentarios de la bancada regional de la Araucanía, entre ellos Eugenio Tuma, solicitaron a la autoridad que se invierta en la zona a corto plazo porque la situación es preocupante.
Los funcionarios del sector salud habían manifestado su preocupación por la necesidad de más recursos para superar las dramáticas consecuencias del terremoto.
El dirigente de la Confusam, Esteban Maturana, había llamado al Gobierno a usar el dos por ciento constitucional para poder enfrentar la campaña de invierno 2010.
Según la autoridad, se necesita reforzar en un 20 por ciento la cantidad de personal en las zonas afectadas.
En tanto, Claudio González, presidente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de Servicios de Salud instó al actual mandato a trabajar coordinados con los trabajadores.
El dirigente espera además, que la catástrofe no provoque la postergación de proyectos de normalización y la construcción de nuevos hospitales en zonas no afectadas, pues siguen siendo imprescindibles para la comunidad.
En este sentido, el ministerio de Salud dijo que espera mantener estos proyectos y conseguir financiamiento privado en caso de que las arcas públicas no permitan cancelar dichas iniciativas ya comprometidas.
