Los efectos que dejó el terremoto sobre el aparato productivo y la infraestructura habitacional no sólo se dejaron sentir en la gran industria, sino también afectaron la cadena de distribución de provisiones de las pequeñas y medianas empresas.
Pese a que todavía no existen estadísticas acabadas sobre el deterioro que sufrió todo el sistema de producción, los dirigentes del gremio que agrupa a las Pymes y artesanado (Conupia) aseguran que la cifra de pérdidas en cada compañía superaría los cinco mil millones de pesos.
Pero además del problema de acceso a los mercados, los pequeños empresarios acusan que se han restringido las condiciones para conseguir liquidez en la banca privada.
A juicio del presidente de la Conupia, Pedro Davis, esta dificultad histórica se expresa en altas tasas de interés y elevadas comisiones, lo que hace casi imposible acceder a financiamiento formal en el sistema financiero.
Ante esto, el líder de los pequeños empresarios, luego de sostener una reunión con autoridades de la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo), hizo un llamado a flexibilizar las condiciones de crédito para que las pymes puedan solventar la cuantía de las pérdidas dejadas por el terremoto y así recuperar los niveles de producción previos a la emergencia.
“La banca privada tiene que ponerse las pilas. Ellos han tenido una gran cantidad de utilidades y cabe un esfuerzo, al igual como lo está haciendo el Banco del Estado, para financiar los proyectos. Quiero pedir que dejen de lado el famoso tema de DICOM, que es una peste que nos tiene complicados. Se tienen que poner la mano en el corazón y deben contribuir. No basta con que hayan ayudado a la Teletón, sino que tienen que dar recursos”, sentenció el dirigente.
Consciente de este panorama, el nuevo vicepresidente ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre, enfatizó la responsabilidad que tendrá esta institución con el proceso de reconstrucción y en ese contexto comprometió garantías estatales a los créditos que soliciten las pequeñas y medianas empresas a los bancos. Asimismo, dijo que entregarán asesorías en los futuros emprendimientos.
“Muchas veces los bancos les cobran a las pymes tasas de interés mucho más altas que a las compañías más grandes porque son más riesgosas. Lo que Corfo puede hacer por esa vía es entregarles garantías a los bancos por los créditos. De esa manera, hay un incentivo para que la banca otorgue préstamos en condiciones más ventajosas en cuanto a las tasas de interés”, afirmó Cheyre.
Según estimaciones preliminares del Consejo Nacional de la Pequeña y la Mediana Empresa (Conapyme) la destrucción de capital en el rubro como consecuencia del sismo superaría los cinco mil millones de dólares y los mayores daños materiales estarían concentrados en las instalaciones de los negocios de las mipymes.
Por esto, en la multigremial estiman que la recuperación del sector demorará seis meses aunque ésta dependería de la evolución que tenga cada actividad.
Los efectos que dejó el terremoto sobre el aparato productivo y la infraestructura habitacional no sólo se dejaron sentir en la gran industria, sino también afectaron la cadena de distribución de provisiones de las pequeñas y medianas empresas.
Pese a que todavía no existen estadísticas acabadas sobre el deterioro que sufrió todo el sistema de producción, los dirigentes del gremio que agrupa a las Pymes y artesanado (Conupia) aseguran que la cifra de pérdidas en cada compañía superaría los cinco mil millones de pesos.
Pero además del problema de acceso a los mercados, los pequeños empresarios acusan que se han restringido las condiciones para conseguir liquidez en la banca privada.
A juicio del presidente de la Conupia, Pedro Davis, esta dificultad histórica se expresa en altas tasas de interés y elevadas comisiones, lo que hace casi imposible acceder a financiamiento formal en el sistema financiero.
Ante esto, el líder de los pequeños empresarios, luego de sostener una reunión con autoridades de la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo), hizo un llamado a flexibilizar las condiciones de crédito para que las pymes puedan solventar la cuantía de las pérdidas dejadas por el terremoto y así recuperar los niveles de producción previos a la emergencia.
“La banca privada tiene que ponerse las pilas. Ellos han tenido una gran cantidad de utilidades y cabe un esfuerzo, al igual como lo está haciendo el Banco del Estado, para financiar los proyectos. Quiero pedir que dejen de lado el famoso tema de DICOM, que es una peste que nos tiene complicados. Se tienen que poner la mano en el corazón y deben contribuir. No basta con que hayan ayudado a la Teletón, sino que tienen que dar recursos”, sentenció el dirigente.
Consciente de este panorama, el nuevo vicepresidente ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre, enfatizó la responsabilidad que tendrá esta institución con el proceso de reconstrucción y en ese contexto comprometió garantías estatales a los créditos que soliciten las pequeñas y medianas empresas a los bancos. Asimismo, dijo que entregarán asesorías en los futuros emprendimientos.
“Muchas veces los bancos les cobran a las pymes tasas de interés mucho más altas que a las compañías más grandes porque son más riesgosas. Lo que Corfo puede hacer por esa vía es entregarles garantías a los bancos por los créditos. De esa manera, hay un incentivo para que la banca otorgue préstamos en condiciones más ventajosas en cuanto a las tasas de interés”, afirmó Cheyre.
Según estimaciones preliminares del Consejo Nacional de la Pequeña y la Mediana Empresa (Conapyme) la destrucción de capital en el rubro como consecuencia del sismo superaría los cinco mil millones de dólares y los mayores daños materiales estarían concentrados en las instalaciones de los negocios de las mipymes.
Por esto, en la multigremial estiman que la recuperación del sector demorará seis meses aunque ésta dependería de la evolución que tenga cada actividad.
Los efectos que dejó el terremoto sobre el aparato productivo y la infraestructura habitacional no sólo se dejaron sentir en la gran industria, sino también afectaron la cadena de distribución de provisiones de las pequeñas y medianas empresas.
Pese a que todavía no existen estadísticas acabadas sobre el deterioro que sufrió todo el sistema de producción, los dirigentes del gremio que agrupa a las Pymes y artesanado (Conupia) aseguran que la cifra de pérdidas en cada compañía superaría los cinco mil millones de pesos.
Pero además del problema de acceso a los mercados, los pequeños empresarios acusan que se han restringido las condiciones para conseguir liquidez en la banca privada.
A juicio del presidente de la Conupia, Pedro Davis, esta dificultad histórica se expresa en altas tasas de interés y elevadas comisiones, lo que hace casi imposible acceder a financiamiento formal en el sistema financiero.
Ante esto, el líder de los pequeños empresarios, luego de sostener una reunión con autoridades de la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo), hizo un llamado a flexibilizar las condiciones de crédito para que las pymes puedan solventar la cuantía de las pérdidas dejadas por el terremoto y así recuperar los niveles de producción previos a la emergencia.
“La banca privada tiene que ponerse las pilas. Ellos han tenido una gran cantidad de utilidades y cabe un esfuerzo, al igual como lo está haciendo el Banco del Estado, para financiar los proyectos. Quiero pedir que dejen de lado el famoso tema de DICOM, que es una peste que nos tiene complicados. Se tienen que poner la mano en el corazón y deben contribuir. No basta con que hayan ayudado a la Teletón, sino que tienen que dar recursos”, sentenció el dirigente.
Consciente de este panorama, el nuevo vicepresidente ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre, enfatizó la responsabilidad que tendrá esta institución con el proceso de reconstrucción y en ese contexto comprometió garantías estatales a los créditos que soliciten las pequeñas y medianas empresas a los bancos. Asimismo, dijo que entregarán asesorías en los futuros emprendimientos.
“Muchas veces los bancos les cobran a las pymes tasas de interés mucho más altas que a las compañías más grandes porque son más riesgosas. Lo que Corfo puede hacer por esa vía es entregarles garantías a los bancos por los créditos. De esa manera, hay un incentivo para que la banca otorgue préstamos en condiciones más ventajosas en cuanto a las tasas de interés”, afirmó Cheyre.
Según estimaciones preliminares del Consejo Nacional de la Pequeña y la Mediana Empresa (Conapyme) la destrucción de capital en el rubro como consecuencia del sismo superaría los cinco mil millones de dólares y los mayores daños materiales estarían concentrados en las instalaciones de los negocios de las mipymes.
Por esto, en la multigremial estiman que la recuperación del sector demorará seis meses aunque ésta dependería de la evolución que tenga cada actividad.
