El próximo 6 de mayo se realizarán las elecciones a rector en la Universidad de Chile. Sin embargo, existirán diferencias con los procesos electorales anteriores. Esta vez regirá un decreto, aprobado por el Senado Universitario, que permite que todos los académicos contratados por esta casa de estudios puedan votar, eso sí, de manera diferente.

Dicho decreto, que aprueba el Reglamento General de Elecciones y Consultas, determina que los académicos que tengan cargos directivos, los profesores eméritos y los que cumplan 22 o más horas semanales tendrán derecho a un voto. Sin embargo, aquellos que tengan contratos de entre siete y 21 horas, sólo accederán a medio voto y, finalmente, los docentes que tengan menos de siete horas semanales tendrán una consideración de un octavo de voto.

Situación que para el profesor titular de la Universidad de Chile, José Rodríguez Elizondo, pasa a llevar su larga trayectoria académica.

“Están atropellando una carrera de muchas décadas en la Universidad. Yo tengo 21 horas de carga horaria, pero además hago conferencias, investigaciones, dirijo tesis, escribo libros y más, y ahora voy a tener menos voto que un profesor que esté llegando y que tenga una mayor carga horaria”, denunció Rodríguez.

El académico indicó además que, según el artículo 10 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República, sólo califican como “exentos” aquellos decretos o resoluciones que contienen materias que el contralor considere “no esenciales”, tales como “licencias, feriados, y permisos con goce de sueldo, o que se refieran a otras materias que no considere esenciales”, no contemplándose elecciones a autoridades.

Sin embargo, el vicepresidente del Senado Universitario, Hiram Vivanco, señaló que este nuevo sistema permite una mayor transparencia en las elecciones, porque “antes se nombraban profesores hasta por una hora para manejar un poco los claustros, pero ahora no vale la pena porque la injerencia en el sistema es menor. Los votos que realmente importan son los de los profesores elegidos por concurso público, que son justamente los que cumplen con una mayor carga horaria”.

Asimismo, informó que este procedimiento ya se implementó en las elecciones de rectoría del año 2006, que permitía el derecho a sufragio sólo a los profesores que cumplían con más de media jornada. Por lo que calificó de “positivo” que ahora se les brinde participación a aquellos que tienen una menor carga horaria.

Para el miembro del Senado Universitario Patricio Cordero es importante entender que “la Universidad de Chile no es una república, existe personal jerarquizado y donde no todos cumplen la mismas funciones, ni tienen la misma carga horaria, por lo que es razonable que existan diferencias al momento de votar por nuestra máxima autoridad académica”.

Pero los cuestionamientos y las demandas por modificaciones al sistema de elecciones van más allá.

El decano de la facultad de Ciencias, Raúl Morales, criticó la conducción que ha tenido el Senado Universitario en esta materia y sostuvo que “un reglamento de elecciones que se viene a consolidar después de más de tres años habla muy mal de quien conduce y dirige esta instancia, porque obviamente no es presentable ante la comunidad universitaria un reglamento que parte con un retraso en la ejecución. Eso nos muestra la falta de liderazgo que ha tenido el Senado”.

Además Morales llamó la atención sobre la poca participación y discusión que se dio en otras instancias como los consejos de facultad y los claustros académicos, lo que, a su juicio, restó validez al trabajo realizado por el Senado.

Por su parte, el profesor asociado de la Escuela de Graduados del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y director ejecutivo de la Corporación CERC, Carlos Hunneus, sostuvo que las reformas deberían también impedir la reelección de los rectores.

El académico transversal del Senado Universitario dijo que “no es bueno reelegir  a las autoridades porque las cosas no se hacen con la rapidez necesaria”, y agregó que “ya que se está discutiendo todo el sistema electoral, debería discutirse este punto también”.

Desde el 2006, cuando se creó el Senado Universitario, que la Comisión de Estamentos y Participación estaba trabajando en un reglamento de elecciones. El cual se terminó a fines del año 2009, ingresando a plenarias, donde fue aprobado el 9 de marzo pasado.

El Senado Universitario es un órgano colegiado, presidido por el Rector e integrado por 36 miembros, de los cuales 27 son académicos, siete estudiantes y dos representantes del personal de colaboración. La principal labor de este órgano es ejercer la función normativa de la Universidad, mediante el establecimiento de políticas y estrategias de desarrollo institucional, así como de los objetivos y metas que conduzcan al cumplimiento de aquellas.