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Exitosa primera operación en el Gran Colisionador de Hadrones

La ciencia más cerca de los orígenes del universo

Alrededor de las 7 de la mañana del día 30 de marzo, una subterránea estructura comenzó un complejo proceso en el CERN, la Organización Europea de Investigación Nuclear, que ha concentrado la expectación de miles de científicos alrededor del mundo.

Catalina Gaete

  Martes 30 de marzo 2010 23:57 hrs. 
Radio-Uchile

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Desde hace al menos una década que el CERN se encuentra trabajando en uno de los experimentos más prometedores del desarrollo científico; el que trae consigo importantes avances con respecto al estudio del universo y sus orígenes: el acelerador de partículas.

El experimento que hoy convoca a la comunidad científica es el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, en sus siglas en inglés), construido por el centro de estudios en Ginebra, Suiza. Tiene un costo estimado de siete mil millones de euros y fue financiado por setenta países.

El alto costo de esta máquina responde a que es una de las estructuras más grandes y complejas construidas por el hombre. Es básicamente, un anillo subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia, con cuatro aceleradores y cuatro sensores. En él se aceleran y hacen colisionar protones y otros núcleos atómicos con la concentración de grandes cantidades de energía; mucho mayores a la utilizada en experimentos anteriores.

Por medio de esta máquina, los científicos buscan dar respuesta a grandes incógnitas de la física, entre ellas, el estudio de la materia, la materia oscura y la antimateria, que tanto han nutrido a la industria cinematográfica. Pero además, esta costosa estructura subterránea podría simular en su interior las condiciones que desataron la gran explosión que, según la teoría del Big Bang, dio origen al universo.

Claudio Dib, ingeniero, doctor en física y académico del Departamento de Física de la Universidad Santa María ha participado de esta revolucionara iniciativa científica y ha promovido la contribución chilena en estos experimentos. Claudio Dib aseguró que este representa un hito para la ciencia mundial, pues “es la primera vez que se logra acelerar protones a esa energía y hacerlos chocar, y es un éxito desde el punto de vista del diseño de esta máquina”. La importancia de este experimento radica en un “trabajo tecnológico de joyería”, según el académico, pues puede graficarse como “lanzar un alfiler a cien metros de distancia y que caiga justo en la punta de otro alfiler”.

Sólo el primer paso

Simular las condiciones de la creación del Big Bang “será probablemente en unos seis meses”, anticipó Claudio Dib, pues si en esta oportunidad se han hecho colisionar protones, posteriormente esto se hará con “grandes núcleos de plomo, los que contienen cientos de protones, que al chocar con otro núcleo se forma una especie de sopa caliente de varias partículas chocando, lo que se parece a lo que ocurrió en los primeros instantes del Big Bang”.

Pero además, los científicos del CERN aspiran a “cumplir el gran sueño de descubrir aquella partícula sobre la cual se funda el actual modelo estándar de la física, pero que nunca ha sido observada”.

La llamada “partícula de Dios” sería la pieza clave del puzzle del desarrollo científico y la investigación del universo, pues “es responsable de dotar de masa a los componentes más básicos de la materia”, declaró el académico de la Universidad Santa María.

Todos los relevantes datos obtenidos por el LHC, serán procesados y almacenados por grandes redes computacionales, los que serán posteriormente publicados entre el mundo académico y científico.

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