Este viernes fueron entregadas las osamentas de tres víctimas detenidas en el Palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
Se trata de Oscar Lagos Ríos, Juan Vargas Contreras y Julio Moreno Pulgar, cuyas identidades fueron informadas junto a la de otras ocho personas el viernes 15 enero de este año al ministro de la Corte de Apelaciones, Juan Eduardo Fuentes Belmar, en el marco de las diligencias judiciales del caso “Fuerte Arteaga”.
A pesar que pera Graciela Lagos la entrega de los restos de su hermano son parte de un proceso doloroso, afirma que ahora cuenta con la tranquilidad que pensó que nunca iba a tener. “Son treinta y siete años de espera, mi mamá murió buscando a su hijo, dejó los pies en la calle buscándolo”, dijo.
Debido a la fragmentación y pérdida de evidencia por la acción deliberada de la remoción de restos, la identificación no pudo realizarse por criterios antropológicos tradicionales. Las muestras recuperadas correspondían solo a osamentas, piezas dentarias y también material balístico. Sin embargo, las identidades de la once personas pudieron realizarse gracias a los análisis genéticos desarrollados por el laboratorio austríaco, Innsbruck .
Según el informe un 18 por ciento de los restos óseos presentan lesiones perimortem, como consecuencia de impactos de proyectiles de armas de fuego. “Se trató de muertes violentas homicidas desde el punto de vista de su etiología médico legal”, dice el documento.
Patricio Bustos, director nacional del Servicio Médico Legal, manifestó que estas tres víctimas murieron en defensa de la democracia y en democracia fueron identificados sus restos.
“La verdad está avanzando a pesar del ocultamiento. Como servicio hemos puesto todo el esfuerzo científico y técnico que existe en Chile con el apoyo de los laboratorios extranjeros para alcanzar la verdad científica que significa la identificación de estas personas que fueron secuestradas, asesinadas, sus restos ocultados. A pesar de todos esos inconvenientes, hemos logrado este avance”, señaló Bustos.
Por su parte, Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, alertó que a pesar de estos avances, a treinta y siete años del término de la dictadura aún hay casos pendientes de detenidos y ejecutados políticos.
“Hubo mezquindad, desde el gobierno del Presidente Aylwin, de no implementar, entregar todos los recursos necesarios y buscar los mecanismos a nivel internacional para acelerar el procesos de identificación y terminar con la agonía que viven en forma permanente los familiares”, criticó Lira.
Las tres víctimas eran miembros del dispositivo de seguridad presidencial que escoltó a Salvador Allende en 1973 y pertenecían al Partido Socialista.
Después de la entrega de las osamentas se realizó una caravana hasta la sede de la Confederación de Sindicatos, Federaciones y Asociaciones de Trabajadores del Sector Privado Chile (Cepch), en Valentín Letelier N°18, donde se desarrolla el velatorio.
Los funerales se llevarán a cabo el sábado 10 abril desde la sede de Cepch a las diez de la mañana para dirigirse al Cementerio General por Avenida La Paz hasta el Momerial, lugar donde descansarán sus restos.
Este viernes fueron entregadas las osamentas de tres víctimas detenidas en el Palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
Se trata de Oscar Lagos Ríos, Juan Vargas Contreras y Julio Moreno Pulgar, cuyas identidades fueron informadas junto a la de otras ocho personas el viernes 15 enero de este año al ministro de la Corte de Apelaciones, Juan Eduardo Fuentes Belmar, en el marco de las diligencias judiciales del caso “Fuerte Arteaga”.
A pesar que pera Graciela Lagos la entrega de los restos de su hermano son parte de un proceso doloroso, afirma que ahora cuenta con la tranquilidad que pensó que nunca iba a tener. “Son treinta y siete años de espera, mi mamá murió buscando a su hijo, dejó los pies en la calle buscándolo”, dijo.
Debido a la fragmentación y pérdida de evidencia por la acción deliberada de la remoción de restos, la identificación no pudo realizarse por criterios antropológicos tradicionales. Las muestras recuperadas correspondían solo a osamentas, piezas dentarias y también material balístico. Sin embargo, las identidades de la once personas pudieron realizarse gracias a los análisis genéticos desarrollados por el laboratorio austríaco, Innsbruck .
Según el informe un 18 por ciento de los restos óseos presentan lesiones perimortem, como consecuencia de impactos de proyectiles de armas de fuego. “Se trató de muertes violentas homicidas desde el punto de vista de su etiología médico legal”, dice el documento.
Patricio Bustos, director nacional del Servicio Médico Legal, manifestó que estas tres víctimas murieron en defensa de la democracia y en democracia fueron identificados sus restos.
“La verdad está avanzando a pesar del ocultamiento. Como servicio hemos puesto todo el esfuerzo científico y técnico que existe en Chile con el apoyo de los laboratorios extranjeros para alcanzar la verdad científica que significa la identificación de estas personas que fueron secuestradas, asesinadas, sus restos ocultados. A pesar de todos esos inconvenientes, hemos logrado este avance”, señaló Bustos.
Por su parte, Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, alertó que a pesar de estos avances, a treinta y siete años del término de la dictadura aún hay casos pendientes de detenidos y ejecutados políticos.
“Hubo mezquindad, desde el gobierno del Presidente Aylwin, de no implementar, entregar todos los recursos necesarios y buscar los mecanismos a nivel internacional para acelerar el procesos de identificación y terminar con la agonía que viven en forma permanente los familiares”, criticó Lira.
Las tres víctimas eran miembros del dispositivo de seguridad presidencial que escoltó a Salvador Allende en 1973 y pertenecían al Partido Socialista.
Después de la entrega de las osamentas se realizó una caravana hasta la sede de la Confederación de Sindicatos, Federaciones y Asociaciones de Trabajadores del Sector Privado Chile (Cepch), en Valentín Letelier N°18, donde se desarrolla el velatorio.
Los funerales se llevarán a cabo el sábado 10 abril desde la sede de Cepch a las diez de la mañana para dirigirse al Cementerio General por Avenida La Paz hasta el Momerial, lugar donde descansarán sus restos.
Este viernes fueron entregadas las osamentas de tres víctimas detenidas en el Palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
Se trata de Oscar Lagos Ríos, Juan Vargas Contreras y Julio Moreno Pulgar, cuyas identidades fueron informadas junto a la de otras ocho personas el viernes 15 enero de este año al ministro de la Corte de Apelaciones, Juan Eduardo Fuentes Belmar, en el marco de las diligencias judiciales del caso “Fuerte Arteaga”.
A pesar que pera Graciela Lagos la entrega de los restos de su hermano son parte de un proceso doloroso, afirma que ahora cuenta con la tranquilidad que pensó que nunca iba a tener. “Son treinta y siete años de espera, mi mamá murió buscando a su hijo, dejó los pies en la calle buscándolo”, dijo.
Debido a la fragmentación y pérdida de evidencia por la acción deliberada de la remoción de restos, la identificación no pudo realizarse por criterios antropológicos tradicionales. Las muestras recuperadas correspondían solo a osamentas, piezas dentarias y también material balístico. Sin embargo, las identidades de la once personas pudieron realizarse gracias a los análisis genéticos desarrollados por el laboratorio austríaco, Innsbruck .
Según el informe un 18 por ciento de los restos óseos presentan lesiones perimortem, como consecuencia de impactos de proyectiles de armas de fuego. “Se trató de muertes violentas homicidas desde el punto de vista de su etiología médico legal”, dice el documento.
Patricio Bustos, director nacional del Servicio Médico Legal, manifestó que estas tres víctimas murieron en defensa de la democracia y en democracia fueron identificados sus restos.
“La verdad está avanzando a pesar del ocultamiento. Como servicio hemos puesto todo el esfuerzo científico y técnico que existe en Chile con el apoyo de los laboratorios extranjeros para alcanzar la verdad científica que significa la identificación de estas personas que fueron secuestradas, asesinadas, sus restos ocultados. A pesar de todos esos inconvenientes, hemos logrado este avance”, señaló Bustos.
Por su parte, Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, alertó que a pesar de estos avances, a treinta y siete años del término de la dictadura aún hay casos pendientes de detenidos y ejecutados políticos.
“Hubo mezquindad, desde el gobierno del Presidente Aylwin, de no implementar, entregar todos los recursos necesarios y buscar los mecanismos a nivel internacional para acelerar el procesos de identificación y terminar con la agonía que viven en forma permanente los familiares”, criticó Lira.
Las tres víctimas eran miembros del dispositivo de seguridad presidencial que escoltó a Salvador Allende en 1973 y pertenecían al Partido Socialista.
Después de la entrega de las osamentas se realizó una caravana hasta la sede de la Confederación de Sindicatos, Federaciones y Asociaciones de Trabajadores del Sector Privado Chile (Cepch), en Valentín Letelier N°18, donde se desarrolla el velatorio.
Los funerales se llevarán a cabo el sábado 10 abril desde la sede de Cepch a las diez de la mañana para dirigirse al Cementerio General por Avenida La Paz hasta el Momerial, lugar donde descansarán sus restos.
