Brasil y Estados Unidos firmaron en el Pentágono el mayor acuerdo militar entre ambos países de los últimos 30 años, una propuesta que según Brasilia se enmarca en las exigencias de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur).
Según el gobierno de Brasil, el acuerdo está alejado del tratado militar de Washington con Colombia, que prevé el uso de las bases colombianas por norteamericanos. El acuerdo contiene una cláusula expresa de garantías que asegura respeto a los principios de igualdad soberana de los Estados, de integridad y de inviolabilidad territorial y de no intervención en los asuntos internos de otros estados.
El nuevo pacto militar entre las dos principales economías del hemisferio se produce cuando ambos países están enfrentados sobre el tratamiento hacia el programa de energía nuclear de Irán, que Washington sostiene posee fines bélicos. El presidente Lula defiende el diálogo con Irán y rechaza sanciones contra ese país, que visitará el 15 de mayo próximo.
Brasil y Estados Unidos firmaron en el Pentágono el mayor acuerdo militar entre ambos países de los últimos 30 años, una propuesta que según Brasilia se enmarca en las exigencias de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur).
Según el gobierno de Brasil, el acuerdo está alejado del tratado militar de Washington con Colombia, que prevé el uso de las bases colombianas por norteamericanos. El acuerdo contiene una cláusula expresa de garantías que asegura respeto a los principios de igualdad soberana de los Estados, de integridad y de inviolabilidad territorial y de no intervención en los asuntos internos de otros estados.
El nuevo pacto militar entre las dos principales economías del hemisferio se produce cuando ambos países están enfrentados sobre el tratamiento hacia el programa de energía nuclear de Irán, que Washington sostiene posee fines bélicos. El presidente Lula defiende el diálogo con Irán y rechaza sanciones contra ese país, que visitará el 15 de mayo próximo.
Brasil y Estados Unidos firmaron en el Pentágono el mayor acuerdo militar entre ambos países de los últimos 30 años, una propuesta que según Brasilia se enmarca en las exigencias de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur).
Según el gobierno de Brasil, el acuerdo está alejado del tratado militar de Washington con Colombia, que prevé el uso de las bases colombianas por norteamericanos. El acuerdo contiene una cláusula expresa de garantías que asegura respeto a los principios de igualdad soberana de los Estados, de integridad y de inviolabilidad territorial y de no intervención en los asuntos internos de otros estados.
El nuevo pacto militar entre las dos principales economías del hemisferio se produce cuando ambos países están enfrentados sobre el tratamiento hacia el programa de energía nuclear de Irán, que Washington sostiene posee fines bélicos. El presidente Lula defiende el diálogo con Irán y rechaza sanciones contra ese país, que visitará el 15 de mayo próximo.
