El Consejo de Rectores y la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) criticaron a las autoridades de Educación por el manejo de las medidas que se tomaron después del terremoto.
En el marco de la sesión de pleno mensual del Consejo, se destacaron las labores de voluntariado que han realizado los estudiantes universitarios y se discutió sobre cuáles son las iniciativas que, efectivamente, ayudan a los jóvenes afectados por la catástrofe.
Según los encargados del encuentro, la ayuda debería apuntar principalmente a una reapertura del proceso de acreditación socioeconómica, entregar mayores recursos a la educación superior para reconstrucción, aumentar los cupos del crédito solidario y, por sobre todo, incrementar el dinero de las becas de emergencia que actualmente entrega el ministerio.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Julio Sarmiento, criticó la ayuda entregada por la repartición de gobierno y no descartó movilizaciones.
“La única política que ha contribuido a palear un poco los perjuicios que puedan tener los estudiantes ha sido una beca de treinta mil pesos que es absolutamente insuficiente para cubrir la mayoría de las necesidades derivadas del cataclismo. Hay tres ámbitos que hay que considerar, el alojamiento, la alimentación y los materiales de los estudiantes, además de la locomoción. La cifra tiene que ser cercana a los cien mil pesos, pero no puede pretenderse que con treinta mil se cubran todas estas necesidades, eso es una falta de respeto a los estudiantes”, sentenció el dirigente universitario.
En este sentido, el Prorector (s) de la Universidad de Chile, Jorge Allende, indicó que “evidentemente esto requiere de un estudio socioeconómico de la condición de la familia. Vamos a seguir conversando con los estudiantes y trabajando. En esto de la emergencia del terremoto, los estudiantes lideraron en acudir con solidaridad a ayudar y las instituciones los hemos seguido”
Por su parte, el rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, sostuvo que “las tomas de decisión del ministerio de Educación han sido lentas, solamente en algunos aspectos hemos recibido respuestas positivas, pero los más fundamentales no han tenido eco. Como Consejo de Rectores nos parece que no podemos ir en contra de las aspiraciones de la familia chilena de que sus hijos estén en la educación superior. En la actual coyuntura, el gobierno y toda la sociedad chilena deben sumarse a que eso se vea materializado. No es posible imaginar que un estudiante no llegue a nuestras instituciones por el hecho de que su familia esté damnificada”.
Otro de los temas tratados en el encuentro fue la denominada “Ley de Donaciones” que no contempla la entrega de recursos directos para la educación superior, situación que se espera sea modificada.
Es una preocupación que tenemos. En una primera mirada a esta ley de no están incluida las universidades como sujetos directos. Habíamos solicitado incluso las facilidades para donar al fondo solidario y ayudas a los estudiantes como becas u otro tipo de cosas. Esperamos que con la conversación con los parlamentarios y con el Ejecutivo se puedan corregir esas deficiencias”, dijo el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi.
Los estudiantes recriminaron que la mayor ayuda en términos de financiamiento de arancel sea el crédito con aval del Estado, pues insistieron en que la catástrofe provocó que estudiantes de clase media, bajaran de quintil, y por ende no puedan seguir con un beneficio considerado de altos intereses.
Finalmente, los estudiantes dijeron compartir la voluntad del ministro de Educación Joaquín Lavín, de que la agenda programática de educación superior de este año quede en segundo plano, con la intención de que todos los esfuerzos se centren en la emergencia. Sin embargo, emplazaron a la autoridad a tener cuidado y no utilizar el terremoto como la gran excusa para no considerar sus reivindicaciones.
El Consejo de Rectores y la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) criticaron a las autoridades de Educación por el manejo de las medidas que se tomaron después del terremoto.
En el marco de la sesión de pleno mensual del Consejo, se destacaron las labores de voluntariado que han realizado los estudiantes universitarios y se discutió sobre cuáles son las iniciativas que, efectivamente, ayudan a los jóvenes afectados por la catástrofe.
Según los encargados del encuentro, la ayuda debería apuntar principalmente a una reapertura del proceso de acreditación socioeconómica, entregar mayores recursos a la educación superior para reconstrucción, aumentar los cupos del crédito solidario y, por sobre todo, incrementar el dinero de las becas de emergencia que actualmente entrega el ministerio.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Julio Sarmiento, criticó la ayuda entregada por la repartición de gobierno y no descartó movilizaciones.
“La única política que ha contribuido a palear un poco los perjuicios que puedan tener los estudiantes ha sido una beca de treinta mil pesos que es absolutamente insuficiente para cubrir la mayoría de las necesidades derivadas del cataclismo. Hay tres ámbitos que hay que considerar, el alojamiento, la alimentación y los materiales de los estudiantes, además de la locomoción. La cifra tiene que ser cercana a los cien mil pesos, pero no puede pretenderse que con treinta mil se cubran todas estas necesidades, eso es una falta de respeto a los estudiantes”, sentenció el dirigente universitario.
En este sentido, el Prorector (s) de la Universidad de Chile, Jorge Allende, indicó que “evidentemente esto requiere de un estudio socioeconómico de la condición de la familia. Vamos a seguir conversando con los estudiantes y trabajando. En esto de la emergencia del terremoto, los estudiantes lideraron en acudir con solidaridad a ayudar y las instituciones los hemos seguido”
Por su parte, el rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, sostuvo que “las tomas de decisión del ministerio de Educación han sido lentas, solamente en algunos aspectos hemos recibido respuestas positivas, pero los más fundamentales no han tenido eco. Como Consejo de Rectores nos parece que no podemos ir en contra de las aspiraciones de la familia chilena de que sus hijos estén en la educación superior. En la actual coyuntura, el gobierno y toda la sociedad chilena deben sumarse a que eso se vea materializado. No es posible imaginar que un estudiante no llegue a nuestras instituciones por el hecho de que su familia esté damnificada”.
Otro de los temas tratados en el encuentro fue la denominada “Ley de Donaciones” que no contempla la entrega de recursos directos para la educación superior, situación que se espera sea modificada.
Es una preocupación que tenemos. En una primera mirada a esta ley de no están incluida las universidades como sujetos directos. Habíamos solicitado incluso las facilidades para donar al fondo solidario y ayudas a los estudiantes como becas u otro tipo de cosas. Esperamos que con la conversación con los parlamentarios y con el Ejecutivo se puedan corregir esas deficiencias”, dijo el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi.
Los estudiantes recriminaron que la mayor ayuda en términos de financiamiento de arancel sea el crédito con aval del Estado, pues insistieron en que la catástrofe provocó que estudiantes de clase media, bajaran de quintil, y por ende no puedan seguir con un beneficio considerado de altos intereses.
Finalmente, los estudiantes dijeron compartir la voluntad del ministro de Educación Joaquín Lavín, de que la agenda programática de educación superior de este año quede en segundo plano, con la intención de que todos los esfuerzos se centren en la emergencia. Sin embargo, emplazaron a la autoridad a tener cuidado y no utilizar el terremoto como la gran excusa para no considerar sus reivindicaciones.
El Consejo de Rectores y la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) criticaron a las autoridades de Educación por el manejo de las medidas que se tomaron después del terremoto.
En el marco de la sesión de pleno mensual del Consejo, se destacaron las labores de voluntariado que han realizado los estudiantes universitarios y se discutió sobre cuáles son las iniciativas que, efectivamente, ayudan a los jóvenes afectados por la catástrofe.
Según los encargados del encuentro, la ayuda debería apuntar principalmente a una reapertura del proceso de acreditación socioeconómica, entregar mayores recursos a la educación superior para reconstrucción, aumentar los cupos del crédito solidario y, por sobre todo, incrementar el dinero de las becas de emergencia que actualmente entrega el ministerio.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Julio Sarmiento, criticó la ayuda entregada por la repartición de gobierno y no descartó movilizaciones.
“La única política que ha contribuido a palear un poco los perjuicios que puedan tener los estudiantes ha sido una beca de treinta mil pesos que es absolutamente insuficiente para cubrir la mayoría de las necesidades derivadas del cataclismo. Hay tres ámbitos que hay que considerar, el alojamiento, la alimentación y los materiales de los estudiantes, además de la locomoción. La cifra tiene que ser cercana a los cien mil pesos, pero no puede pretenderse que con treinta mil se cubran todas estas necesidades, eso es una falta de respeto a los estudiantes”, sentenció el dirigente universitario.
En este sentido, el Prorector (s) de la Universidad de Chile, Jorge Allende, indicó que “evidentemente esto requiere de un estudio socioeconómico de la condición de la familia. Vamos a seguir conversando con los estudiantes y trabajando. En esto de la emergencia del terremoto, los estudiantes lideraron en acudir con solidaridad a ayudar y las instituciones los hemos seguido”
Por su parte, el rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, sostuvo que “las tomas de decisión del ministerio de Educación han sido lentas, solamente en algunos aspectos hemos recibido respuestas positivas, pero los más fundamentales no han tenido eco. Como Consejo de Rectores nos parece que no podemos ir en contra de las aspiraciones de la familia chilena de que sus hijos estén en la educación superior. En la actual coyuntura, el gobierno y toda la sociedad chilena deben sumarse a que eso se vea materializado. No es posible imaginar que un estudiante no llegue a nuestras instituciones por el hecho de que su familia esté damnificada”.
Otro de los temas tratados en el encuentro fue la denominada “Ley de Donaciones” que no contempla la entrega de recursos directos para la educación superior, situación que se espera sea modificada.
Es una preocupación que tenemos. En una primera mirada a esta ley de no están incluida las universidades como sujetos directos. Habíamos solicitado incluso las facilidades para donar al fondo solidario y ayudas a los estudiantes como becas u otro tipo de cosas. Esperamos que con la conversación con los parlamentarios y con el Ejecutivo se puedan corregir esas deficiencias”, dijo el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi.
Los estudiantes recriminaron que la mayor ayuda en términos de financiamiento de arancel sea el crédito con aval del Estado, pues insistieron en que la catástrofe provocó que estudiantes de clase media, bajaran de quintil, y por ende no puedan seguir con un beneficio considerado de altos intereses.
Finalmente, los estudiantes dijeron compartir la voluntad del ministro de Educación Joaquín Lavín, de que la agenda programática de educación superior de este año quede en segundo plano, con la intención de que todos los esfuerzos se centren en la emergencia. Sin embargo, emplazaron a la autoridad a tener cuidado y no utilizar el terremoto como la gran excusa para no considerar sus reivindicaciones.
