El martes 13 de abril, Baudrand fue encontrado muerto en su departamento en La Habana. Si bien las primeras informaciones relataron que estaba rodeado de medicamentos y se comenzó a hablar de un posible suicidio, la familia se apresuró a aclarar que sufría de problemas al corazón. Tesis que corroboró la autopsia realizada en Cuba que, según agencias internacionales, concluyó que un infarto fue la causa de muerte. Pero, como en una buena película de suspenso, la Cancillería chilena rápidamente puso en cuestión la filtración de los resultados.
“Tenemos informaciones verbales de la causa (de fallecimiento) que no coinciden con lo señalado en esos trascendidos, pero no es información definitiva, sino que informal, por lo que no vamos a dar más antecedentes”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno. Y el suspenso sigue.
Hace dos años que Baudrand, proveniente de una familia de tradición de izquierda cristiana, ocupaba el cargo de gerente general de Río Zaza, la ahora cuestionada empresa de alimentos que Marambio posee en conjunto con el Estado cubano y que es parte de International Network Group (ING), el holding a través del cual el teniente coronel de las Tropas Especiales de Fidel Castro maneja sus inversiones.
Desde noviembre que Marambio no pisa suelo caribeño y como gerente, fue Baudrand quien tuvo que dar la cara frente a las investigaciones que emprende el gobierno de Raúl Castro por supuesto desvío de divisas y malversación.
Baudrand habría declarado dos veces ante la Fiscalía General de la República y se encontraba con orden de arraigo. De hecho, el propio Marambio intercedió ante la Cancillería chilena para lograr que saliera de la isla. Pero las gestiones fueron tardías o infructuosas. Sin embargo, según declaraciones de prensa del abogado Eduardo Contreras, los cargos que pesaban sobre él no eran constitutivos de delito.
Diferente panorama al que enfrentan otros de los colaboradores cercanos de Marambio en Cuba. El 8 marzo el presidente del Instituto de Aeronáutica Civil, Rogelio Acevedo González, uno de los generales emblemáticos de la revolución fue destituido, de acuerdo a las informaciones extraoficiales, por desvío de dinero y fraude a través de Cubana de Aviación, delitos en los que estaría involucrada la operadora turística Sol y Son, también de los Marambio, y su esposa, Ofelia Liptak, directora comercial de Alimentos Río Zaza, además de Lucy Leal, directora de la agencia de viajes y de ING, quien fue detenida por sobornos, malversación de fondos y desvío de recursos al exterior.
Pero la intriga no termina ahí. Mientras el gobierno cubano mantiene absoluto hermetismo frente al caso, los blogueros disidentes difunden la información entregada por el periodista Wilfredo Cancio Isla en el programa A Mano Limpia de América TeVé-Canal 41 de Miami, el miércoles 14. Cancio señaló que fuentes confiables indican que Ramiro del Río, directivo de una de las empresas de Marambio, habría fallecido en la cárcel, donde se encontraba detenido en el marco de las investigaciones a la empresa del ex GAP.
“Ramiro del Río es el hijo de un ex alto funcionario del mismo nombre que tuvo cargos partidistas en Pinar del Río, y también fue secretario de la Asamblea Nacional y embajador en la extinta RDA. El padre, ya un veterano revolucionario en retiro, está asimismo sometido a los controles policiales de la pesquisa”, aseguran en los blogs.
Y no es el último de la lista. El ex ministro de la Industria Alimenticia, Alejandro Roca Iglesias, quien fue sacado de su cargo por Raúl Castro en marzo del 2009 junto a otros “emblemáticos” como Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, también estaría siendo interrogado por los ilícitos vinculados a las empresas de “el Guatón”.
Precisamente un hijo del ex ministro, Alexis Roca, vive ahora en Chile: es el gerente general de Gran Mundo Desarrollos Inmobiliarios, parte de las inversiones de ING , que mueve unos 110 millones de dólares al año, y cuyos dueños son Eudomira Rodríguez junto a su hijo Marcel Marambio y es presidida por su otro hijo, Max.