En medio de la presentación de su nuevo libro La estrella y el arcoiris. Cómo después de 20 años fue derrotada la Concertación”, el senador Andrés Allamand reiteró varias críticas efectuadas al gobierno de Sebastián Piñera.
Y si bien ha sido el más incisivo y frontal en sus cuestionamientos, Allamand asegura que no dice nada que otros no hayan dicho.
Que es urgente que Sebastián Piñera comience a delegar ya en sus ministros ciertas responsabilidades aludiendo que los miembros del gabinete “están esperando que Piñera les dé riendas”, y que es importante que escuche y tome más en cuenta a los partidos políticos de la Coalición por el Cambio, es parte de su discurso.
Sobre la poca participación de la UDI y RN en el gobierno manifestó que el hecho de “que no lo estén haciendo hasta ahora es opinable, pero sin duda que los partidos fueron extraordinariamente significativos en la campaña”. Después matizó y aseguró que tiene la seguridad de que ambas colectividades “seguirán siendo igual de importantes en este gobierno”.
A este respecto, el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, aseguró que esa visión está fuera de lugar, pues “podía valer para el primer día”, donde gran parte del gabinete “no tenía el rodaje político que tiene Allamand”, pero ahora –afirmó- “están tomando las riendas de la bestia (el gobierno)”.
Es más, remató diciendo que los presidentes de la UDI y RN “no tenían idea” de quien conformaría el gabinete ministerial, algo que reconoció en parte Carlos Larraín, quien afirmó que fueron infirmados “el día antes”.
Sin embargo, el senador RN no se quedó ahí sino que reiteró sus planteamientos referentes a los conflictos de interés que rodean tanto a Sebastián Piñera como a sus colaboradores más cercanos en el gabinete y en regiones los que, a su juicio, “son evidentes”.
“Si existe un problema es porque, obviamente, hay una complejidad legal”, dijo Allamand, aunque también culpó a los medios de crear una tensión que no es tal, pues aseguró que “no hay ningún distanciamiento” entre él y Piñera a raíz de las críticas.
El libro de “la alegría”
Esas fueron sólo algunas de las críticas que deslizó en su conversación privada con algunos directores de medios de comunicación, porque en el libro poco y nada aparece.
Alusiones a la teoría del desalojo, a la recordada postura “bacheletista-aliancista” de Joaquín Lavín en 2007, a la crisis del Transantiago profusamente aprovechada por la Alianza y al análisis de los candidatos presidenciales que compitieron con Piñera en los últimos comicios, se tocan en el libro de 11 capítulos.
La idea, según la ex diputada UDI Marcela Cubillos -pareja de Allamand y coautora del libro-, era contar la historia del triunfo desde “la vereda” de la derecha, reflejando “la alegría” del triunfo de la candidatura de Piñera.
Por eso, rechazó las descalificaciones que recibió de parte de diversos personeros aliancistas como Evelyn Matthei. “Las acusaciones son parte de la política. Vengan de donde vengan y contra quien vengan, creo que las descalificaciones no ayudan dentro del sector político”, declaró.
El libro además relata momentos difíciles para la campaña de Piñera como algunas diferencias de opinión entre sus miembros, la tensión cuando se conocieron los resultados de la encuesta CEP de mayo que mostraba un empate técnico en segunda vuelta entre el actual mandatario y Eduardo Frei, alaba la figura política de Jorge Arrate, habla del harakiri de Marco Enríquez Ominami y afirma que el comando de Apoquindo 3000 terminó celebrando, pero “pidiendo la hora” al final de la franja televisiva de segunda vuelta.
En medio de la presentación de su nuevo libro La estrella y el arcoiris. Cómo después de 20 años fue derrotada la Concertación”, el senador Andrés Allamand reiteró varias críticas efectuadas al gobierno de Sebastián Piñera.
Y si bien ha sido el más incisivo y frontal en sus cuestionamientos, Allamand asegura que no dice nada que otros no hayan dicho.
Que es urgente que Sebastián Piñera comience a delegar ya en sus ministros ciertas responsabilidades aludiendo que los miembros del gabinete “están esperando que Piñera les dé riendas”, y que es importante que escuche y tome más en cuenta a los partidos políticos de la Coalición por el Cambio, es parte de su discurso.
Sobre la poca participación de la UDI y RN en el gobierno manifestó que el hecho de “que no lo estén haciendo hasta ahora es opinable, pero sin duda que los partidos fueron extraordinariamente significativos en la campaña”. Después matizó y aseguró que tiene la seguridad de que ambas colectividades “seguirán siendo igual de importantes en este gobierno”.
A este respecto, el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, aseguró que esa visión está fuera de lugar, pues “podía valer para el primer día”, donde gran parte del gabinete “no tenía el rodaje político que tiene Allamand”, pero ahora –afirmó- “están tomando las riendas de la bestia (el gobierno)”.
Es más, remató diciendo que los presidentes de la UDI y RN “no tenían idea” de quien conformaría el gabinete ministerial, algo que reconoció en parte Carlos Larraín, quien afirmó que fueron infirmados “el día antes”.
Sin embargo, el senador RN no se quedó ahí sino que reiteró sus planteamientos referentes a los conflictos de interés que rodean tanto a Sebastián Piñera como a sus colaboradores más cercanos en el gabinete y en regiones los que, a su juicio, “son evidentes”.
“Si existe un problema es porque, obviamente, hay una complejidad legal”, dijo Allamand, aunque también culpó a los medios de crear una tensión que no es tal, pues aseguró que “no hay ningún distanciamiento” entre él y Piñera a raíz de las críticas.
El libro de “la alegría”
Esas fueron sólo algunas de las críticas que deslizó en su conversación privada con algunos directores de medios de comunicación, porque en el libro poco y nada aparece.
Alusiones a la teoría del desalojo, a la recordada postura “bacheletista-aliancista” de Joaquín Lavín en 2007, a la crisis del Transantiago profusamente aprovechada por la Alianza y al análisis de los candidatos presidenciales que compitieron con Piñera en los últimos comicios, se tocan en el libro de 11 capítulos.
La idea, según la ex diputada UDI Marcela Cubillos -pareja de Allamand y coautora del libro-, era contar la historia del triunfo desde “la vereda” de la derecha, reflejando “la alegría” del triunfo de la candidatura de Piñera.
Por eso, rechazó las descalificaciones que recibió de parte de diversos personeros aliancistas como Evelyn Matthei. “Las acusaciones son parte de la política. Vengan de donde vengan y contra quien vengan, creo que las descalificaciones no ayudan dentro del sector político”, declaró.
El libro además relata momentos difíciles para la campaña de Piñera como algunas diferencias de opinión entre sus miembros, la tensión cuando se conocieron los resultados de la encuesta CEP de mayo que mostraba un empate técnico en segunda vuelta entre el actual mandatario y Eduardo Frei, alaba la figura política de Jorge Arrate, habla del harakiri de Marco Enríquez Ominami y afirma que el comando de Apoquindo 3000 terminó celebrando, pero “pidiendo la hora” al final de la franja televisiva de segunda vuelta.
En medio de la presentación de su nuevo libro La estrella y el arcoiris. Cómo después de 20 años fue derrotada la Concertación”, el senador Andrés Allamand reiteró varias críticas efectuadas al gobierno de Sebastián Piñera.
Y si bien ha sido el más incisivo y frontal en sus cuestionamientos, Allamand asegura que no dice nada que otros no hayan dicho.
Que es urgente que Sebastián Piñera comience a delegar ya en sus ministros ciertas responsabilidades aludiendo que los miembros del gabinete “están esperando que Piñera les dé riendas”, y que es importante que escuche y tome más en cuenta a los partidos políticos de la Coalición por el Cambio, es parte de su discurso.
Sobre la poca participación de la UDI y RN en el gobierno manifestó que el hecho de “que no lo estén haciendo hasta ahora es opinable, pero sin duda que los partidos fueron extraordinariamente significativos en la campaña”. Después matizó y aseguró que tiene la seguridad de que ambas colectividades “seguirán siendo igual de importantes en este gobierno”.
A este respecto, el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, aseguró que esa visión está fuera de lugar, pues “podía valer para el primer día”, donde gran parte del gabinete “no tenía el rodaje político que tiene Allamand”, pero ahora –afirmó- “están tomando las riendas de la bestia (el gobierno)”.
Es más, remató diciendo que los presidentes de la UDI y RN “no tenían idea” de quien conformaría el gabinete ministerial, algo que reconoció en parte Carlos Larraín, quien afirmó que fueron infirmados “el día antes”.
Sin embargo, el senador RN no se quedó ahí sino que reiteró sus planteamientos referentes a los conflictos de interés que rodean tanto a Sebastián Piñera como a sus colaboradores más cercanos en el gabinete y en regiones los que, a su juicio, “son evidentes”.
“Si existe un problema es porque, obviamente, hay una complejidad legal”, dijo Allamand, aunque también culpó a los medios de crear una tensión que no es tal, pues aseguró que “no hay ningún distanciamiento” entre él y Piñera a raíz de las críticas.
El libro de “la alegría”
Esas fueron sólo algunas de las críticas que deslizó en su conversación privada con algunos directores de medios de comunicación, porque en el libro poco y nada aparece.
Alusiones a la teoría del desalojo, a la recordada postura “bacheletista-aliancista” de Joaquín Lavín en 2007, a la crisis del Transantiago profusamente aprovechada por la Alianza y al análisis de los candidatos presidenciales que compitieron con Piñera en los últimos comicios, se tocan en el libro de 11 capítulos.
La idea, según la ex diputada UDI Marcela Cubillos -pareja de Allamand y coautora del libro-, era contar la historia del triunfo desde “la vereda” de la derecha, reflejando “la alegría” del triunfo de la candidatura de Piñera.
Por eso, rechazó las descalificaciones que recibió de parte de diversos personeros aliancistas como Evelyn Matthei. “Las acusaciones son parte de la política. Vengan de donde vengan y contra quien vengan, creo que las descalificaciones no ayudan dentro del sector político”, declaró.
El libro además relata momentos difíciles para la campaña de Piñera como algunas diferencias de opinión entre sus miembros, la tensión cuando se conocieron los resultados de la encuesta CEP de mayo que mostraba un empate técnico en segunda vuelta entre el actual mandatario y Eduardo Frei, alaba la figura política de Jorge Arrate, habla del harakiri de Marco Enríquez Ominami y afirma que el comando de Apoquindo 3000 terminó celebrando, pero “pidiendo la hora” al final de la franja televisiva de segunda vuelta.
