Facultad de Ciencias de la U. de Chile alerta sobre "fuga de cerebros"

El decanato de la Facultad de Ciencias de nuestra casa de estudios denunció la grave situación que afecta a los científicos, quienes a falta de campo laboral, han debido migrar a otros países. Por otro lado, advierten el fracaso de la ley de incentivo al retiro que modificaría este panorama.

El decanato de la Facultad de Ciencias de nuestra casa de estudios denunció la grave situación que afecta a los científicos, quienes a falta de campo laboral, han debido migrar a otros países. Por otro lado, advierten el fracaso de la ley de incentivo al retiro que modificaría este panorama.

Una peligrosa “fuga de cerebros” afecta al desarrollo científico nacional, principalmente en las áreas de salud, investigación y desarrollo tecnológico, así lo advirtieron el decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, doctor Raúl Morales, el vicedecano Víctor Cifuentes y el académico Pedro Cattan.

“Nosotros como país hacemos la inversión grande que es formar un recurso humano que está capacitado, que es independiente, que tiene capacidad de desarrollar, que tiene capacidad de hacer nuevas invenciones, capacidad de generar conocimientos, de formar estudiantes. No tenemos los recursos que permitan retenerlos y se nos van. Nosotros hacemos la gran inversión y después se los entregamos a los países desarrollados cuando están en la etapa productiva”, indicó el vicedecano.

Una solución a este problema era la “ley de incentivo al retiro de universidades estatales” que permitiría generar una renovación efectiva de los cuadros de académicos y administrativos al conceder una bonificación por el retiro voluntario a los trabajadores.

Si bien la ley comenzó a regir en septiembre del 2009, para Raúl Morales el proyecto que costó 100 millones de pesos al país fracasó rotundamente ya que el cuarenta por ciento del personal universitario que podría hacer uso del beneficio no lo ha hecho por distintas razones.

Morales enfatizó la importancia de realizar un catastro nacional de los investigadores del país y una consulta para averiguar las razones por las que no se han acogido al beneficio, a modo de comprender dónde falló la ley.

El decano añadió que, por el momento, el esperado recambio académico es sólo tangencial e insuficiente, ya que conforma un área muy reducida para la integración del personal científico.

“Chile está formando alrededor de doscientos doctores por año y para los estándares internacionales es muy bajo, eso nos muestra que el país no logra todavía instalarse en lo que las naciones desarrolladas llaman la sociedad del conocimiento. En la medida en que no tengamos masas críticas suficientemente altas de científicos laborando al interior del país, no vamos a conseguir tener innovación de calidad. El país debe entender que esta población no puede ser asimilada por las mismas universidades”, enfatizó Morales.

Por otra parte, las universidades no cuentan con los recursos para contratar más científicos de lo estrictamente necesario. Así, en los últimos cinco años, cerca del cincuenta por ciento de los doctorados han debido migrar a Estados Unidos y Europa. Por esta razón, Morales enfatizó que la inserción de este capital humano es responsabilidad de todo el país.

El académico Pedro Cattan añadió que esta situación afecta gravemente el perfil de nuestra casa de estudios, que con el tiempo ha ido perdiendo su liderazgo a nivel nacional.

“La Universidad de Chile está siendo cada vez menos nacional y menos pública, por lo tanto, es difícil que hoy la voz de la universidad tenga un impacto en el gobierno, en las esferas donde se toman las decisiones. Hemos ido perdiendo liderazgo y pensamos que podemos alcanzarlo y decir las cosas que estamos diciendo. Por ejemplo, el tener en cuenta que estamos perdiendo investigadores, estamos perdiendo capacidad de innovación”, señaló el académico.

La propuesta para enfrentar esta situación es aplicar modelos que han sido efectivos en otros países, como la “carrera del investigador”, donde se realicen labores que contribuyan al desarrollo científico y tecnológico del país, en las cuales en Estado juega un papel importante.

Otra instancia es la creación de laboratorios nacionales en las regiones que estén asociados a los temas productivos específicos de la zona, para que los científicos puedan colaborar con innovaciones que mejoren el estándar de producción.

Finalmente, Morales indicó que otra excelente posibilidad se encuentra en el equilibrar la formación y la migración de científicos. Para esto, se debe establecer un mecanismo de becas que incorpore un compromiso de inserción laboral útil al desarrollo nacional.





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