Más de 160 pescadores de Pichilemu y sus alrededores serán beneficiados por un aporte científico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Se trata de distintos estudios que durarán seis meses y que pretenden dar pautas para asegurar la recuperación de la actividad productiva en la zona.
El maremoto de la madrugada del 27 de febrero les quitó todo a miles de familias que en el borde costero de la zona centro sur del país vivían de la pesca y la recolección.
Sus botes quedaron destruidos, al igual que sus lugares de almacenamiento y sus propias casas, como lo comentó Marco Parraguez, representante de los pescadores de Pichilemu.
“Al otro día yo me encontré con la arena, no estaba mi cabaña de pesca, ni mis artículos de pesca, tampoco mi cosecha la cual tenía que entregar para poder comprar lo útiles escolares a mis hijos, para vivir en el invierno. El mar arrasó con todo y quedamos de brazos cruzados, ahora tratamos de enfrentar la catástrofe para ponernos de pie y volver a trabajar”, señaló Parraguez.
Es la realidad que le tocó vivir a más de 160 familias que fueron beneficiadas con la donación de redes de pesca y trajes de buzo con los que podrán hacer frente a las pérdidas que sufrieron.
El desafío eso sí, es mayor aún, pues es necesario velar por el futuro de las zonas costeras que fueron arrasadas y por la viabilidad de reimpulsar la actividad productiva tal como se conocía hasta antes de la catástrofe.
De esta manera, la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile comprometió la ayuda de un equipo experto a cargo del académico Víctor Marín que estudiará durante seis meses la costa de la Región de O’Higgins en un proyecto de zonificación ambiental.
La idea de los profesionales es identificar las condiciones de vulnerabilidad física del borde costero, así como del área ecológica del sector.
Entre el trabajo efectuado se aportará información sobre riesgos de aluviones, maremotos, sismos e inundaciones por mareas altas, entre otras toda información que será utilizada por las autoridades locales, como lo explicó el decano de Ciencias, Raúl Morales.
“Pretendemos a través de caracterización de vulnerabilidad física, económica, social así como hacer análisis de factibilidad productiva de la población realizar todos los análisis estratégicos de modo que las autoridades regionales puedan tomar las mejores decisiones frente a lo que es la reconstrucción de toda esta zona. Fundamentalmente es entregarle las herramientas dado el cambio que se ha producido en todo el borde costero de manera que podamos apoyar las decisiones de una manera informada para el futuro”, sostuvo el decano.
En la zona trabajará un equipo compuesto por investigadores del Departamento de Ciencias Ecológicas y del Centro Nacional de MedioAmbiente.
El intendente de la región de O’Higgins, Rodrigo Pérez, valoró la iniciativa que permitirá además agilizar la reactivación del sector pesquero en la zona que, hasta ahora, ha permanecido paralizada debido a que faltan permisos de la Armada, los que darán una vez que terminen diversos catastros de seguridad.
Pérez indicó que desde el gobierno, el terremoto y sus consecuencias es visto como una oportunidad para impulsar mayor desarrollo.
“El estudio que nos va a realizar la Universidad de Chile es muy importante y también necesitamos saber qué tipo de innovaciones podemos hacer para aumentar la productividad del sector. Me acuerdo de hace muchos años atrás de una iniciativa que partió con un estudio como fue sobre los salmones y que era una industria que no existía y que llego a exportar miles de millones de dólares. Tenemos que tener capacidad para desarrollar nuestro borde costero donde la investigación y la innovación son muy importantes y tiene que ir en forma paralela”, aseveró el intendente.
El estudio también incorporará el estudio de variables sociales en el borde costero de la sexta región, lo que ayudará a medir los niveles de pobreza, con el fin de tomar medidas al respecto.
Más de 160 pescadores de Pichilemu y sus alrededores serán beneficiados por un aporte científico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Se trata de distintos estudios que durarán seis meses y que pretenden dar pautas para asegurar la recuperación de la actividad productiva en la zona.
El maremoto de la madrugada del 27 de febrero les quitó todo a miles de familias que en el borde costero de la zona centro sur del país vivían de la pesca y la recolección.
Sus botes quedaron destruidos, al igual que sus lugares de almacenamiento y sus propias casas, como lo comentó Marco Parraguez, representante de los pescadores de Pichilemu.
“Al otro día yo me encontré con la arena, no estaba mi cabaña de pesca, ni mis artículos de pesca, tampoco mi cosecha la cual tenía que entregar para poder comprar lo útiles escolares a mis hijos, para vivir en el invierno. El mar arrasó con todo y quedamos de brazos cruzados, ahora tratamos de enfrentar la catástrofe para ponernos de pie y volver a trabajar”, señaló Parraguez.
Es la realidad que le tocó vivir a más de 160 familias que fueron beneficiadas con la donación de redes de pesca y trajes de buzo con los que podrán hacer frente a las pérdidas que sufrieron.
El desafío eso sí, es mayor aún, pues es necesario velar por el futuro de las zonas costeras que fueron arrasadas y por la viabilidad de reimpulsar la actividad productiva tal como se conocía hasta antes de la catástrofe.
De esta manera, la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile comprometió la ayuda de un equipo experto a cargo del académico Víctor Marín que estudiará durante seis meses la costa de la Región de O’Higgins en un proyecto de zonificación ambiental.
La idea de los profesionales es identificar las condiciones de vulnerabilidad física del borde costero, así como del área ecológica del sector.
Entre el trabajo efectuado se aportará información sobre riesgos de aluviones, maremotos, sismos e inundaciones por mareas altas, entre otras toda información que será utilizada por las autoridades locales, como lo explicó el decano de Ciencias, Raúl Morales.
“Pretendemos a través de caracterización de vulnerabilidad física, económica, social así como hacer análisis de factibilidad productiva de la población realizar todos los análisis estratégicos de modo que las autoridades regionales puedan tomar las mejores decisiones frente a lo que es la reconstrucción de toda esta zona. Fundamentalmente es entregarle las herramientas dado el cambio que se ha producido en todo el borde costero de manera que podamos apoyar las decisiones de una manera informada para el futuro”, sostuvo el decano.
En la zona trabajará un equipo compuesto por investigadores del Departamento de Ciencias Ecológicas y del Centro Nacional de MedioAmbiente.
El intendente de la región de O’Higgins, Rodrigo Pérez, valoró la iniciativa que permitirá además agilizar la reactivación del sector pesquero en la zona que, hasta ahora, ha permanecido paralizada debido a que faltan permisos de la Armada, los que darán una vez que terminen diversos catastros de seguridad.
Pérez indicó que desde el gobierno, el terremoto y sus consecuencias es visto como una oportunidad para impulsar mayor desarrollo.
“El estudio que nos va a realizar la Universidad de Chile es muy importante y también necesitamos saber qué tipo de innovaciones podemos hacer para aumentar la productividad del sector. Me acuerdo de hace muchos años atrás de una iniciativa que partió con un estudio como fue sobre los salmones y que era una industria que no existía y que llego a exportar miles de millones de dólares. Tenemos que tener capacidad para desarrollar nuestro borde costero donde la investigación y la innovación son muy importantes y tiene que ir en forma paralela”, aseveró el intendente.
El estudio también incorporará el estudio de variables sociales en el borde costero de la sexta región, lo que ayudará a medir los niveles de pobreza, con el fin de tomar medidas al respecto.
Más de 160 pescadores de Pichilemu y sus alrededores serán beneficiados por un aporte científico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Se trata de distintos estudios que durarán seis meses y que pretenden dar pautas para asegurar la recuperación de la actividad productiva en la zona.
El maremoto de la madrugada del 27 de febrero les quitó todo a miles de familias que en el borde costero de la zona centro sur del país vivían de la pesca y la recolección.
Sus botes quedaron destruidos, al igual que sus lugares de almacenamiento y sus propias casas, como lo comentó Marco Parraguez, representante de los pescadores de Pichilemu.
“Al otro día yo me encontré con la arena, no estaba mi cabaña de pesca, ni mis artículos de pesca, tampoco mi cosecha la cual tenía que entregar para poder comprar lo útiles escolares a mis hijos, para vivir en el invierno. El mar arrasó con todo y quedamos de brazos cruzados, ahora tratamos de enfrentar la catástrofe para ponernos de pie y volver a trabajar”, señaló Parraguez.
Es la realidad que le tocó vivir a más de 160 familias que fueron beneficiadas con la donación de redes de pesca y trajes de buzo con los que podrán hacer frente a las pérdidas que sufrieron.
El desafío eso sí, es mayor aún, pues es necesario velar por el futuro de las zonas costeras que fueron arrasadas y por la viabilidad de reimpulsar la actividad productiva tal como se conocía hasta antes de la catástrofe.
De esta manera, la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile comprometió la ayuda de un equipo experto a cargo del académico Víctor Marín que estudiará durante seis meses la costa de la Región de O’Higgins en un proyecto de zonificación ambiental.
La idea de los profesionales es identificar las condiciones de vulnerabilidad física del borde costero, así como del área ecológica del sector.
Entre el trabajo efectuado se aportará información sobre riesgos de aluviones, maremotos, sismos e inundaciones por mareas altas, entre otras toda información que será utilizada por las autoridades locales, como lo explicó el decano de Ciencias, Raúl Morales.
“Pretendemos a través de caracterización de vulnerabilidad física, económica, social así como hacer análisis de factibilidad productiva de la población realizar todos los análisis estratégicos de modo que las autoridades regionales puedan tomar las mejores decisiones frente a lo que es la reconstrucción de toda esta zona. Fundamentalmente es entregarle las herramientas dado el cambio que se ha producido en todo el borde costero de manera que podamos apoyar las decisiones de una manera informada para el futuro”, sostuvo el decano.
En la zona trabajará un equipo compuesto por investigadores del Departamento de Ciencias Ecológicas y del Centro Nacional de MedioAmbiente.
El intendente de la región de O’Higgins, Rodrigo Pérez, valoró la iniciativa que permitirá además agilizar la reactivación del sector pesquero en la zona que, hasta ahora, ha permanecido paralizada debido a que faltan permisos de la Armada, los que darán una vez que terminen diversos catastros de seguridad.
Pérez indicó que desde el gobierno, el terremoto y sus consecuencias es visto como una oportunidad para impulsar mayor desarrollo.
“El estudio que nos va a realizar la Universidad de Chile es muy importante y también necesitamos saber qué tipo de innovaciones podemos hacer para aumentar la productividad del sector. Me acuerdo de hace muchos años atrás de una iniciativa que partió con un estudio como fue sobre los salmones y que era una industria que no existía y que llego a exportar miles de millones de dólares. Tenemos que tener capacidad para desarrollar nuestro borde costero donde la investigación y la innovación son muy importantes y tiene que ir en forma paralela”, aseveró el intendente.
El estudio también incorporará el estudio de variables sociales en el borde costero de la sexta región, lo que ayudará a medir los niveles de pobreza, con el fin de tomar medidas al respecto.
