Se deben garantizar las mínimas normas de seguridad en donde los niños desarrollen sus actividades como el retorno a clases, además de ser un espacio en donde los padres estén tranquilos de que no van a verse afectados en una situación de emergencia.

Así lo planteó la psicóloga y consultora de la Unicef en Chile, Soledad Larraín, quien comentó además que el reingreso a clases de todos los niños durante esta semana es un paso importante para volver a la normalidad en las zonas más afectadas por el terremoto.

“Los niños deben estar en establecimientos donde ellos tengan tranquilidad y también para tranquilidad de sus padres y ellos sepan que en ese lugar los niños van a estar cuidados y que si viene una réplica allí están seguros de que el recinto no está amenazado de caerse. Se debe combinar el reingreso a clases con que vuelvan a clases en condiciones de seguridad básica”

De todas formas, la especialista de Unicef explicó que esta primera etapa debe ser entendida como un periodo de transición para en el corto plazo conseguir las condiciones mínimas también para el aprendizaje de los niños.

Larraín comentó que un 90 por ciento de niños dijo haber quedado afectado con el terremoto como lo reveló una encuesta realizada en Santiago y Talca, ciudades que también vivieron los efectos del fuerte sismo.

“Los menores quedaron asustados por el terremoto y todavía continúan afectados porque todo el trastorno emocional de una situación como el terremoto o un maremoto tiene una recuperación que a veces es mucho más larga en el tiempo que lo que implica la reconstrucción de las casas, es decir, empezar a superar la situación puede durar un año”,

Por eso Unicef está desarrollando su trabajo en las ciudades más afectadas con el objetivo de que el proceso de recuperación de los niños se viva de la mejor forma posible, labor que también efectúa con organismos ligados al trabajo de menores como la Junji, Fundación Integra, entre otros.