El directorio del diario La Nación está abocado en la búsqueda de un nuevo director que trace los lineamientos editoriales del proyecto que tiene en mente el gobierno.
Si bien, en el Palacio de Gobierno aún no existen definiciones claras, la idea del Ejecutivo sería hacer un diario más pluralista, ciudadano y de servicio público, mediante una línea editorial más alejada de la política contingente.
En términos concretos, el concepto que manejaría La Moneda busca dar cobertura a temas que normalmente no se encuentran en el resto de los medios de comunicación y profundizar más en aquellos sobre los que se informa de manera superficial.
La ministra Secretaria General de Gobierno, Ena von Baer, confirmó que además se maneja un proceso de cambio institucional y administrativo.
“En este momento en lo que está el directorio es buscando un director para el diario La Nación, luego hay que trabajar el proyecto específico de este diario que lo que buscamos es que sea objetivo, un diario con corte más ciudadano y un diario de servicio público. El proceso de cambio institucional del diario viene después y se van a estudiar distintas alternativas”, indicó la vocera.
Ante la incertidumbre que plantean ambas restructuraciones, los trabajadores del sindicato de periodistas del diario La Nación se reunieron con el Presidente del Senado, Jorge Pizarro, para solicitar apoyo del Parlamento respecto de la discusión en torno al futuro del diario estatal.
Los funcionarios afirman haber escuchado algunas versiones respecto del formato del nuevo diario que se parecería más a lo que hoy propone Publimetro, pero eso significaría una reducción importante del personal que trabaja hoy en La Nación.
Desde el directorio del diario, sin embargo, las versiones siguen siendo poco claras e influenciadas además por las presiones desde algunos sectores de la Alianza por Chile que insisten en pedir la venta del diario.
Nancy Arancibia, presidenta del sindicato número de tres de La Nación, insistió en la idea de elaborar un estatuto permanente que asegure la diversidad de opiniones, tomando en consideración la compleja composición administrativa de la empresa que tiene capitales privados.
Respecto de esa idea, desde La Moneda han surgido algunas luces. En una entrevista concedida a El Mercurio, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, aseguró que las fórmulas de administración podrían parecerse al estatuto de Televisión Nacional, idea que en los trabajadores tampoco prende mucho.
Nancy Arancibia indicó que un canal es muy distinto a un diario, sobre todo por el caso particular de La Nación, que tiene un 30 por ciento de sus acciones en propiedad de la empresa Colliguay, por lo que lo ideal es que discuta su nueva autonomía de manera abierta a la ciudadanía.
“Hay que discutir la autonomía o cierta línea de navegación clara que permita el desarrollo del diario que tenga proyección y no sólo un año o dos o proyectos fallidos una y otra vez como es lo que hemos visto hasta ahora y no sólo en los últimos meses, sino en los años anteriores también que entregue garantías a la ciudadanía que merece ser informada pluralmente, a los gremios y muchos otros sectores que hoy no son representados en ningún medio de comunicación”, dijo Arancibia.
El senador DC Jorge Pizarro, por su parte, aseguró que cualquier medida que tome el gobierno en este sentido debe ser tendiente a conservar el carácter público con el que fue creado el diario en la década de los treinta, generando pluralismo en la información, lo que, a su juicio, hoy no existe.
El planteamiento de proyectos nuevos para el diario debe ser con visión de Estado, otorgando participación a los trabajadores de La Nación, según expuso el presidente de la Cámara Alta.
“La discusión tiene que hacerse con todos los actores involucrados. Si hay algo que permita avanzar hacia una autonomía y que el diario permanezca como un diario público, me parece bien. Si algunos creen, como han dicho otros personeros de gobierno o como le han dicho a los trabajadores por parte del presidente del directorio de que va a ser un diario de gobierno. Creo que se va por una línea equivocada”, señaló Pizarro.
En el oficialismo, el senador UDI Hernán Larraín ha sido uno de los principales impulsores de la idea de vender La Nación, pero también se abre a aceptar el proyecto del gobierno.
Asegura que en el objetivo de no hacer proselitismo y buscar una alternativa informativa más ciudadana, un proceso de transición hacia una institucionalidad similar a la TVN es la que más asegura el pluralismo.
“Se debe dar una nueva institucionalidad a La Nación más semejante a la de Televisión Nacional que podría ser una mejor garantía para el pluralismo para que se entienda que este es un diario de todos y no del gobierno de turno. Eso es lo que yo entiendo que existe, yo creo que lo mejor es vender, pero entre lo que había y una institucionalidad como la que se está planteando me parece que de todas maneras hay un paso positivo en una dirección más sana para el periodismo y las responsabilidades del gobierno en esa materia”, explicó Larraín.
Si bien, en el gobierno no se manejan plazos, el objetivo de tener a un nuevo director a cargo del buque es urgente, tarea que recae principalmente en el presidente del directorio, Daniel Platovsky, aunque también se conversa a nivel político, sobre todo después del nombramiento de Mirko Macari, que causó disenso en la Alianza y que terminó sacándolo del cargo a las pocas horas de su designación.